Archivo por meses: agosto 2004

Evangelio entre comillas

En el evangelio de hoy, Jesús expulsa un demonio de un poseído.
En la misa, un sermón tranquilizador, con aplicaciones más o menos espiritualistas o moralizantes. Textualmente:
…bla bla bla y Jesús cura a un poseído, entre comillas, bla bla bla…
# | hernan | 31-agosto-2004

Buscadores de la Verdad

Severian, el personaje de la novela (fantaciencia, o novela fantástica futurista, o no sé ) de Gene Wolfe que estoy leyendo, pertenecía desde su niñez a una especie de Orden o Gremio o casta o secta cuasi-religiosa; su nombre era «La Orden de los Buscadores de la Verdad y la Penitencia«.

En realidad, la palabra «gremio» (en la acepción medieval) parece la más adecuada, puesto que —con sus ritos de iniciación, jerarquías, hábitos y códigos— se trataba de un determinado oficio, con su lugar dentro del orden de la ciudad; y sus encargos de parte del gobierno. Torturadores, para decirlo de una vez.

La novela («La sombra del torturador«, primera dentro de una penta-saga, «El libro del Sol Nuevo«) no termina de seducirme; tiene buena fama, sin embargo. Me dicen además (aunque esto tiene menos importancia) que el autor es católico …y no de los «culturales»… Veremos.

De todas maneras, lo traigo acá porque el título de la Orden me pareció ingenioso, y con ciertas aplicabilidades …. como diría Alicia: de algún modo, parece llenarme la cabeza de ideas, sólo que no sé exactamente de cuáles.
# | hernan | 30-agosto-2004

Espíritu deportivo

Terminaron las Olimpíadas, esa especie de liturgia laica … aunque con pretensiones «católicas (en la universalidad) y los toques paganos que son de rigor en estos tiempos. Hasta Google rindió culto, metiendo un logo especial todos los días. La humanidad unida, más allá de razas, nacionalidades y credos. Por fin. (Por fin terminó, digo).

Yo me quedo con la respuesta que Leon Bloy dio a aquel periodista que lo había interrogado —para una encuesta … encargada por una «Asociación Americana»— sobre su deporte favorito «que lo hubiera cautivado singularmente desde la adolescencia«:
Señor mío:

De América y de las «Asociaciones americanas» no nos pueden llegar sino la estulticia y las más incurables ignominias. Creo firmemente que el deporte es el medio más seguro de producir una generación de inválidos o de cretinos malhechores.
El examen de algunas líneas de un diario deportivo, basta para formarse al respecto una amplísima convicción.

Por lo que hace a «mi deporte favorito», su ignorancia indica que nada ha leído de mí —lo que no puede extrañarme por cuanto el deporte y la lectura son enteramente incompatibles.
Los que me han leído saben que el único deporte que «me ha cautivado singularmente desde la adolescencia» es el garrote descargado sobre las espaldas de mis contemporáneos y los puntapiés en el trasero.
De su diario (publicado en «El invendible«), del 6 de agosto de 1907.
# | hernan | 30-agosto-2004

Violas

Estuve escuchando un concierto en el barrio, música de cámara… y me recordó aquel conocido chiste de las violas:
Pregunta: ¿Cúal es la única manera de lograr que cinco violas de una orquesta suenen al unísono ?

Respuesta: Asesinar a cuatro.
El chiste puede aplicarse (y se aplica) también a otros instrumentos. Pero la viola, al parecer (y no sé con cuánta justicia…) es la víctima predilecta . O mejor habría que decir: el violista. Hay muchas colecciones, como ésta. Sacando muchas que no son privativas del instrumento (o ni siquiera de la música), me gusta esta:
Pregunta: ¿En qué se diferencia, en lo exterior, un violín y una viola?

Respuesta: En nada. Mucha gente cree que las violas son más grandes, pero esto es una ilusión óptica; lo que sucede en realidad es que los violistas tienen la cabeza más pequeña.
Y esta otra también tiene su gracia -musical-:
Un viola que ha asistido a un recital de piano va a felicitar al solista:
-Me ha encantado. Especialmente esa pieza que comienza con un trino.
-Pero si no he tocado ninguna pieza que comience con un trino- dice, asombrado, el pianista.
-Sí, sí, esa que hace…(y le tararea el principio de Para Elisa).
# | hernan | 29-agosto-2004

Información edilicia

«Así quedó la fachada del edificio donde reposan los restos del general San Martín«, informa —curiosamente— La Nación

Para los que no sepan: se trata de la Catedral de Buenos Aires.
Y para los otros que no sepan estotro: una iglesia católica, como cualquier templo, es un espacio sacro; y en nuestro caso, esa sacralidad está particularmente -digamos- concentrada en el Sagrario, donde se guarda -y se adora- el Santísimo Sacramento; que —creemos los católicos— es el mismo Jesucristo, es decir —creemos los católicos— el mismísimo Dios que nos creó y nos redimió.

Y no estoy protestando -ahora- contra piqueteros, militantes de izquierda ni periodistas de La Nación. Es información, nomás.

PS: Me pregunta un lector qué dice la inscripción en latín que alcanza a verse… Busco en Google… que me remite a una «monografía» estudiantil (hummm!) que, con total impunidad, lee: «BENEDIC BREDI TATI TU AE, que significa ‘bendice la herencia de tu padre‘ «.
Bueno … yo no sé latín, pero eso es evidentemente lo que por acá se llama «mandar fruta». Ni esas son las palabras, ni eso es latín, ni la traducción tiene mucho sentido.
Busco con más cuidado… y si no encuentro al menos deduzco que se trata de una frase del Te Deum: «benedic hereditati tuae«, que significa «bendice tu heredad» (referido a Dios, claro; la heredad vendría a ser el pueblo de Dios).

# | hernan | 28-agosto-2004

Coplita apocalíptica

Al empezar el diluvio
andaban todos alegres
diciéndose uno a otros:
¡Qué buen año será este!
# | hernan | 27-agosto-2004

Wodehouse otra vez

Me piden consejo algunos lectores interesados en iniciarse en la lectura del maestro P G Wodehouse (pueden pronunciar «pí-shí-gúdjaus).
No estoy seguro de recomendar la mentada selección («¡Pues vaya!») para iniciarse. Me parece más lógico comprar algún libro, y ver así si la cosa funciona (a algunos les prende enseguida; a mí me gustó de entrada, pero no me pareció nada extraordinario; tuve que pasar algunos libros y relecturas para agarrarme la dichosa adicción).
A la hora de recomendar, pues, y restringiéndonos a lo poco que se consigue fácil en español, tenemos que elegir entre los 15 títulos de la colección «Compactos» de Anagrama, tapas verde claro. Diría yo —con temor y temblor— que empiece por alguno de estos cuatro:
  • De acuerdo, Jeeves: Novela con Wooster y Jeeves. Con dos joyitas adicionales: el episodio de la entrega de premios escolares por Fink-Nottle y el personaje de Madelaine Basset. Este libro no es tan fácil de hallar en Argentina.
  • Júbilo matinal: Otra novela con Wooster y Jeeves, más fácil de encontrar, y de gran nivel.
  • Ola de crímenes en el castillo de Blandings: Contiene el cuento largo que da el título, una maravilla, de lo mejor del castillo de Blandings (¡y con «el eficiente Baxter»!), y un buen surtido de cuentos: uno de Mr Mulliner, tres de golf, uno del Club de los Zánganos y tres de Ukridge.
  • Amor y gallinas: Una novela muy temprana, en la obra de PGW, como un anticipo de todo lo mejor de su madurez: el lado cómico con Ukridge y el lado tierno en la historia de amor. Y ese sol inocente que dice S. Fry en todas las páginas.
También podemos recomendar «El inimitable Jeeves» (con Jeeves y Wooster, claro; pero estos son cuentos), «Jovencitos con botines», «Luna llena», «La suerte de los Bodkin»… Si no me equivoco, el más flojo de la serie es «Locuras en Hollywood».
Los lectores (devotos únicamente, por favor) de Plum quedan invitados a hacerme llegar sus opiniones.
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# | hernan | 26-agosto-2004

Teresita otra vez

Me sorprende un poco ver que varios apreciables blogs católicos del norte se muestran entusiasmados ante la película sobre Santa Teresita que están por estrenar. Digo, porque… si mi apreciación (muy limitada, es verdad) no me engaña, y si los trailers (muy poco confiables, es verdad) no mienten, esta película pinta entre flojita y espantosa. Ya lo comenté una vez.

Recuerdo incluso el caso de una escritora (de buena fama entre los blogs católicos yanquis, en los que suele meterse) que a principios de año se opuso a «La pasión de Cristo» (y a Ana Catalina Emmerich; por antisemita y esas cosas) y recomendaba en cambio, como ejemplo de película católica «ortodoxa», este presunto [*] bodrio.

Una preferencia que acaso sea un buen símbolo de ciertas ortodoxias.

Y me dan ganas de citar una típica frasecita de Bloy, sobre los católicos y la belleza; pero sería un poco demasiado duro, quizás.
Quede para otro día… para cuando nadie se acuerde de este post.

Por ahora, me limito a reformular una de las preguntas que tiene Tom de Disputations a modo de lema («Stock Questions»; en la barra lateral, abajo), como esas piedras de toque que hay que usar a cada paso: Tom pregunta «Pero… ¿es verdad?». (O sea: antes de preguntarnos si algo -un hecho o una teoría- nos gusta, nos parece edificante, nos parece conveniente de creer o de convencer, nos suena bien, etc… antes que eso hay que preguntar y preguntarnos: ¿es verdad? Parece una bobada, pero está lejos de serlo; la misma Simone Weil decía que la gente prefería admirar su inteligencia a preguntarse si decía la verdad).
Bueno, en este caso, preguntemos: «Pero.. ¿ es buena película ?»
«Pero ¿es bella
Sin eso, lo demás importa poco; en el mejor de los casos.

[*] Presunto por mí, claro está. Y vuelvo a decir: sería un gusto enorme haberme equivocado en esto.
# | hernan | 26-agosto-2004

¡Pues … vaya!

Lo que son las cosas… menté el domingo a Wodehouse, el martes a la mañana pensé en enumerar y calificar los títulos traducidos por Anagrama —para potenciales nuevos lectores— y así, buscando en Internet, me enteré de la existencia de esta nueva selección: ¡Pues vaya! (bueno… convengamos en que es difícil traducir «What ho!«).

Y bien… una hora después me encontraba yo en una librería, buscando libros de computación (ese fue el motivo, según me juró mi mente conciente…) y se me ocurrió fijarme si por una de esas casualidades ….
Y sí, estaba en catálogo, pero agotado. Lo encontré en seguida en otra librería a un par de cuadras.

Y así, llegada la hora de almorzar, traté de recordar cuál era el restaurant que demoraba más en traer la comida, y me senté a disfrutar.

El material, por supuesto, es de primera. La selección es adecuada. Las traducciones tienen algunos lunares.
Pero el prólogo, de Stephen Fry (famoso y culto actor, que hizo el papel de Jeeves en una miniserie reciente) es estupendo.
De la página final:
Pienso que debería concluir con una nota personal. Lo he escrito ya antes y no me avergüenza escribirlo de nuevo. Sin Wodehouse, dudo que yo fuera hoy la décima parte de lo que soy…, sea esto cuanto sea.
En los años de mi adolescencia, los escritos de P. G. Wodehouse me descubrieron las posibilidades del lenguaje. Sus ritmos, sus tropos, sus trucos y manierismos arraigaron profundamente en mí.
Pero, por encima de eso, me enseñó acerca de la bondad. Es suficiente ser compasivo, ser educado, ser divertido, ser bondadoso.

Él se burlaba de sí mismo a veces porque sabía que una gran proporción de sus lectores eran internos de cárceles y hospitales.
A riesgo de parecer sentencioso, ¿no es verdad que todos nosotros somos, durante gran parte de nuestras vidas, enfermos o presos, que todos estamos necesitados de este notable espíritu sanador, de este bálsamo para las heridas de nuestras mentes?
Aparte de que no sabía que tuviera muchos lectores presos o enfermos (y es lindo saberlo), lo último me recuerda esta notable comparación que encontré ayer mismo en Internet (y que S. Fry y yo suscribiríamos…) acá:
Se ha escrito que Mozart reanima a los neurasténicos y a los depresivos. Podría decirse lo mismo de Wodehouse.
De sus narraciones sale uno restaurado, viendo el mundo con mejores ojos…
Y una más (por ahora!) del prólogo de Stephen Fry, en la misma línea. Comentando la absoluta ausencia en Wodehouse del elemento sórdido: evocando ese ambiente preadolescente, irreal, sin sexo, sin miseria sin violencias morales o físicas, ni todas esas cosas que tanto atraen a tantos modernos lectores/críticos/analistas:
… todo parecería ciertamente infantil, superficial y frívolo, si no fuera por el extraordinario, mágico y bendito milagro de la prosa de Wodehouse: una prosa que disipa las dudas como el sol disipa las sombras; una prosa que convierte cualquier crítica, ya sea positiva o negativa, en algo absolutamente irrelevante y francamente tonto.
Esa prosa vindica una palabra que se emplea a menudo a la hora de hablar sobre Wodehouse: «inocencia». El propio Wodehouse, como ya he mencionado antes, fue un ser inocente; pero —y eso es más importante todavía— los mundos de ficción que creó eran inocentes también.
Evelyn Waugh los comparó al Edén antes de la caída, y esa misma descripción -como un mundo idílico anterior al pecado original- aparece una y otra vez en los comentarios y artículos acerca de su obra.

La inocencia, la verdadera inocencia adulta, es una cosa tan poco frecuente que a menudo la calificamos de «bendita» y la atribuimos sólo a los santos. Habitar en un mundo de ficción donde reina la verdadera inocencia es, a mi entender, la singular cualidad que comunica la experiencia de leer a Wodehouse. En él se nos presenta todo hecho con tan aparente facilidad y fluidez, que uno tiene tendencia a olvidar la excepcional maestría artística y el duro trabajo que conlleva.
# | hernan | 25-agosto-2004

Caridad, sin comillas

Tom de Disputations se pregunta «¿Cuál puede ser el fin -alcanzable y deseable- que puede inspirar al católico que se mete a comentar en foros de internet para condenar gente a la que nunca ha escuchado, en parroquias en las que nunca ha estado, en base al texto de un artículo periodístico ? «
Y cita a K. M.Knapp que cita a San Isaac de Ninive:
…un corazón compasivo es un corazón que arde por toda la creación, por los hombres, por los pájaros, por los animales, por todo lo que existe. Cuando contempla todo esto, los ojos de tal persona se llena de lágrimas por la vehemencia de la compasión que atenaza su corazón. Y por eso es que constantemente reza llorando, también por los animales y por los enemigos de la verdad, también por los que le hacen daño, para que sean protegidos y encuentren misericordia.
Y -prosigue Tom-, tras una generación que ha mal-usado la palabra «caridad» para maquillar su rechazo de la doctrina de la Iglesia, la siguiente generación reacciona cayéndose hacia el otro lado, al punto de desconfiar de toda expresión de caridad. Pero
…si el escuchar las doctrinas y los dogmas de la Iglesia [y cuidar la liturgia, y… etc] no sirve para producir corazones compasivos, entonces para qué sirve ?
Vale la pena también leer los comentarios.
# | hernan | 25-agosto-2004

Un recuerdo, nomás

Un domingo, en mis pagos, hace casi diez años; el día anterior se había casado mi hermana, y la fiesta había traído a muchos parientes de otras provincias. Esa mañana, a la salida de misa, me encuentro con uno de ellos, el tío Reyes, de Mendoza, viudo, amigo de infancia de mi padre. Me dice que esperemos a otro pariente, una de mis varias primas puntanas, de mi edad, que se ha quedado adentro rezando… Al rato sale y volvemos caminando, yo a casa, ellos al hotel. Me pregunta mi prima qué andaba haciendo yo por ahí; cuando le digo que yo también había ido a misa, ella no dice nada pero me mira con sorpresa y alegría («se le iluminó la cara», dicen los libros; ahí entendí lo que eso quiere decir) al punto de llamarme la atención. No es una familia nada religiosa la mía, cada uno ha tenido que recorrer sus caminos en soledad, parece; y los dos somos demasiado poco expansivos como para decirnos más…
Seguimos caminando, mi tío manifestándose contento con el hotelito que le ha tocado en suerte -y con el universo, según parece.
Un par de meses después me entero con sorpresa de que mi prima estaba entrando a monja.
Y ahora me dicen que aquel tío —con unos modos, unos gestos y una dicción muy característicos y muy simpáticos; creo que no lo ví más— ha muerto anteayer.
# | hernan | 24-agosto-2004

Los que son y los que están.

Otra linda coplita del cancionero español:
Un loquito de un hospicio
me dijo en cierta ocasión:
«Ni son todos lo que están,
ni están todos los que son.»
Intraducible, ahora que lo pienso («Nor they are all what they are nor they are all those that are» , traduce Google… pobre..!)… Y de paso: ¡que rabien los de e-prime! (los que quieren desterrar el verbo «ser» del lenguaje; tengo que hablar más de estos locos -peligrosos- otro día…).

Bueno. La coplita es tan redonda, y su sentenciosidad es tan graciosa y tan lograda, que no es fácil esquivar la tentación de buscar analogías.
Porque lo que dice del hospicio lo podríamos aplicar a muchos otros lugares-ambientes-instituciones… a casi cualquiera, en realidad.
A la Iglesia, sin ir más lejos… (en algún sentido de la palabra, al menos … me atajo yo, por si me cae algún inquisidor encima!).

Se me ocurre imaginar a San Pedro, a la entrada del Cielo, como el único portero que puede (por fin!) asegurarnos la contraria: que ahí -y sólo ahí- «están todos los que son y son todos lo que están».
# | hernan | 23-agosto-2004

Castellani reporteado

Un lector me recomienda un libro libro sobre satanismo en el rock, aunque me advierte -con ironía- que ha sido publicado por cristiandad.org, lo cual seguramente le restará fama a mis ojos.
Bueno, ponéle que sí…

A propósito, y para mostrar que puedo disfrutar y recomendar de cosas buenas, aunque vengan de ambientes dudosos:
Un lindo reportaje a Castellani (en revista Siete Días), en un sitio muy poco recomendable (por parecidos motivos al anteriormente mencionado: integristas católicos con simpatías lefevristas y con la consabida estrechez de vista)[*]. Pero, como digo, el reportaje está muy bien.

Y ya que ayer conversaba con un pibe que justo vino a convertirse al catolicismo promediando su carrera de periodista (y hoy, graduado, no tiene mucho entusiasmo por esa profesión, naturalmente)… cito a Castellani:
Yo creo, como Kirkegord, que el periodismo de hoy es una gran porquería, pero una porquería necesaria, buena. Yo depuse mi pedantería y prediqué el Evangelio mediante él. Pero sé que a medida que aumentan las noticias disminuyen las verdades y así se promueve una especie cada vez más difundida, la del lector analfabeto. No puedo negarlo, soy periodista y lo reconozco como una actividad tan frívola como febril y un poco sucia, aunque nada impide que un hombre honrado, ayudando a Dios, pueda ejercerla, eso sí, vestido de limpiachimeneas, o cloaquero de tercera clase.
Es gracioso (si no es una errata) lo de «ayudando a Dios» … se supone que es al revés… no?

[*]Harían bien, por otro lado, en sacar esa impresentable «noticia biografíca» de Castellani por Irene Caminos, una sarta de falsedades y despropósitos. Sería una muestra de se toman la palabra «Veritas» un poquito en serio.
# | hernan | 22-agosto-2004

No te mates por saber

Otra copla española (andaluza):
No te mates por saber
lo que el tiempo te dirá;
que no hay cosa más bonita
que saber sin preguntar.
También la recopiló F. Marín, aunque difiere un poco el segundo verso («que el tiempo tiempo te enseñará»).

En la primera lectura, me sonó a levemente mística… Alguna lejana resonancia de San Juan de la Cruz (no muy justificable); o una especie de trasposición de aquello de «el que quiera salvar su vida la perderá»: así como la felicidad no se puede encontrar buscándola, acaso la sabiduria tampoco … en algún sentido (ya tuvo que salir el reparo comodín!).
Digamos que, en ciertos planos, no es preguntando como se alcanza la sabiduría, sino más bien entregádose, confiando: la verdad como algo que nos llega -un don-, y que se nos dará plenamente (no como en un espejo) en la otra vida (y «no hay cosa más bonita»…).

Después, puse los pies en tierra, releí… y sospeché una intención de lo más baja y cínica: la del que sabe que no hace falta esforzarse averiguar lo malo (los pecados de los otros), sólo hay que esperar: porque la misma maledicencia hace correr las noticias (y no hay cosa más bonita -cínicamente, demoníacamente hablando- que saber sin preguntar).

Ni tan peludo ni tal pelado, me digo.
Supongo que se refiere a esas pequeñas sabidurías que dan los años, y que son difíciles de racionalizar y de trasmitir… Así, más o menos, también lo creen otros.
Y acaso, se me ocurre ahora, no debería matarme por saberlo: que tal vez el tiempo me lo dirá, y no habrá cosa más bonita que saberlo sin preguntar.
# | hernan | 19-agosto-2004

Plum, pasión de multitudes

Recién me decía un amigo que el blog de ahora tiene un tono o un contenido menos llano y más denso que el blog de antes… O menos cotidiano y más discursivo.
O menos popular y más pretencioso.
O menos catequístico[*] y más elitista…
(Bueno, tal vez esos no fueran los adjetivos, pero esa es la idea; o tal vez esa no fuera la idea, tampoco; pero no importa).

Bien. Como yo soy de aquellos que, cuando un amigo les señalan un defecto no hacen oídos sordos, sino que se apresuran en obstinarse en él y acentuarlo (creyendo acaso que eso es un modo de afirmar la propia personalidad) … por esto, tengo el agrado de invitar a la muchedumbre de mis lectores católicos que leen blogs en inglés y que admiran devotamente a P. G. Wodehouse (ah… no quedó nadie ? así me gusta!) al placer de leer una nueva entrega de la saga de Monseñor Reeves y el Obispo Booster, por el inimitable Tom de Disputations [1] [2] [3].

Y por si esto no fuera bastante, y ya que hablamos de PGW, quiero compartir con todos mi consternación ante el resultado que obtuve en esta encuesta:

Which Wooster and Jeeves Character Are You?     You are AUNT AGATHA!

You are traditional, dignified, and in full control of your faculties. You know exactly how things should be done, and you do not suffer fools gladly…




Menos mal que yo siempre dije que estos tests son una completa arbitrariedad…

[*]No niego, por otro lado, que si alguien descubriera a Wodehouse gracias a este blog, sería para mí una alegría bastante similar a la de haber logrado una «conversión».
# | hernan | 19-agosto-2004

La guerra y la paz

De las ocho mil y pico coplas populares españolas del cancionero de F. Marín, la calidad es despareja; aun contando con la sencillez propia del género.
Y quizá esta coplita religiosa sea una de las más pobres y olvidables:
Ay Jesús mío,
no más pecar.
Muera el pecado,
viva la paz.
Sin embargo, creo que cualquier cristiano con recaídas sabrá gustar de -y comulgar con- el sentimiento auténtico que expresa. Una especie de jaculatoria penitencial…
Y ese par de versos finales, con toda su puerilidad (y el dudoso gusto del muera-viva)… Cuánta nostalgia de aquellos lejanos tiempos en que las palabras «viva la paz» no eran necesariamente palabras huecas y frívolas.
# | hernan | 19-agosto-2004

Jauretche y Perón

Lo contaba Jauretche, a Félix Luna.
… La charla con González duró hasta las 3 de la mañana. Recuerdo que nos fuimos con Manzi a cenar al Tropezón y a las 8 en punto estábamos en el Ministerio de Guerra.
Perón me impresionó. Era un hombre informado, de gran rapidez mental; tenía una agilidad -periodística, diría yo- para captar y asumir lo que se le decía. Sobre esto tengo una anécdota significativa.
En una oportunidad hablaba yo con él de los problemas de la burocracia, su lentitud, etc. Al día siguiente abro el diario y leo el último discurso de Perón, dirigido a los empleados de la Secretaría de Trabajo. ¡Era, prácticamente, todo lo que yo había dicho, pero enriquecido, dicho con gracia y habilidad, mechado con estadísticas y conceptos originales! Comenté esto con Estrada y se echó a reír:
– Cuando usted se fue -me dijo Estrada- Perón dijo: «Ya tengo el discurso de mañana«.
Y bien: yo tengo el post de hoy.
# | hernan | 18-agosto-2004

Violentos y rebeldes seculares

Me dice ud. que yo soy de los «furiosos«; no es exacto. Yo escribo las cosas más violentas con completa serenidad. La rabia es impotente, y es patrimonio de los rebeldes.
Pero yo soy un justiciero obediente.
Lo decía -quién otro- León Bloy en carta a un desconocido. El 17 de agosto de 1904, casualmente.
# | hernan | 17-agosto-2004

Kafka y la noche de Dostoyevsky

No sé muy bien por qué me gustó tanto una evocación que hace Kafka (en una de sus primeras cartas a Mílena) de un episodio de la vida de Dostoyevsky, que yo había leído hace tiempo (no recuerdo dónde, alguna biografía supongo) y que me había quedado grabado… tampoco sé muy bien por qué.

Antes de la cita, un poco de contexto.
Dostoyevsky terminó su primer novela, «Pobres gentes«, en 1845. El sueño del pibe: con 23 años, absolutamente desconocido, su libro encanta a dos escritores amigos (uno de ellos, Nekrasov, lo devora en una noche). Y de puro entusiasmados, llevan el libro, una noche, a Belinsky (un capo en el mundo de las letras de entonces): hemos descubierto a un genio, le dicen, a «un nuevo Gogol». Belinsky, desconfiado primero, lee la novela y se suma al entusiasmo.
Entonces los dos amigos, ya en el colmo de la emoción, corren a despertar a Dostoyevsky para felicitarlo, lo abrazan y pasan la noche en vela…

Más tarde, D. publicará la novela con éxito y conocerá a Belinsky. Aún más tarde, publicará otras novelas que decepcionarán a sus patrocinadores, será preso por activista político, condenado a muerte e indultado; pasará años en Siberia, se enemistará con Belinsky y la progresía de entonces, sufrirá ataques de epilepsia y escribirá sus mejores obras (desde «Crimen y Castigo» hasta «Los hermanos Karamazov»: como los buenos vinos, y como Santa Teresa, Dostoyevsky fue creciendo con los años)… Pero todo eso es otra historia.

Ahora se trata de esa noche, y el extraño sentimiento, o inspiración, o visión, que ella dejó en Dostoyevsky. El lo cuenta en algún escrito. Y como dice Kafka, lo que importa acá es esa contemplación, y lo que contiene de verdad profunda y casi inexpresable; que el protagonista sea Dostoyevsky, no es lo esencial, y como también dice Kafka, casi puede resultar distractivo.

Kafka (que por otra parte me parece que mezcla en el recuerdo a Nekrasov y a Bielisky; la historia está con algunas variantes acá, acá o acá ) dice:
… ¿Conoce usted la historia del primer éxito de Dostoievsky? Es una historia que resume muchas cosas y que yo cito por comodidad, porque gira en torno a un gran nombre; pero tendría el mismo significado si fuese una historia del vecino o de alguien más próximo aún. Por otra parte, ya sólo la recuerdo en forma vaga; hasta los nombres casi se me han borrado.
Cuando Dostoievsky escribió su primera novela, Pobres gentes, vivía con un literato amigo suyo, un tal Grigoriev. Éste vio durante meses muchas hojas escritas sobre la mesa, pero Dostoievsky sólo le entregó el manuscrito cuando la novela estuvo concluida. Grigoriev la leyó, quedó deslumbrado y sin decir nada a su amigo se la llevó al entonces célebre crítico Nekrassov. A las tres de la mañana llamaron a la puerta de Dostoievsky. Eran Grigoriev y Nekrassov. Entraron a la habitación, abrazaron y besaron a D.
Nekrassov —quien hasta ese momento no lo conocía— lo llamó esperanza de Rusia, y pasaron una o dos horas hablando, sobre todo de la novela. Se separaron al amanecer.

Dostoievsky, quien siempre se refirió a esa noche como a la más feliz de su vida, se asomó a la ventana y los siguió con la mirada.
Luego, sin poderse contener, se echó a llorar. Su sentimiento básico, que él ha descripto ya no recuerdo dónde, era:
«¡Qué gente maravillosa! ¡Qué buenos y nobles son! ¡Y cuán ruin soy yo! ¡Si ellos pudieran ver dentro de mí! Si yo se lo dijera, no me creerían.»

La afirmación de que Dostoievsky se propuso emularlos es sólo una rúbrica final, un adorno, esa palabra que es preciso brindar a la invencible juventud. Ya no forma parte de la historia; ésta ya ha llegado a su fin.
¿Capta usted, mi querida Mílena, el significado oculto de esta historia, su aspecto inaccesible a la razón? A mi juicio, es el siguiente: en la medida en que se puede generalizar sobre estas cosas, Grigoriev y Nekrassov no eran, por cierto, más nobles que Dostoievsky. Pero ahora dejemos la visión panorámica que tampoco D. exigió aquella noche y que de nada sirve en el caso individual. Escuche sólo a Dostoievsky y se convencerá de que Gr. y N. eran realmente maravillosos y D. impuro e infinitamente ruin, que nunca alcanzaría, ni por lejos, la grandeza de Gr. y N., y que jamás podría recompensarles el enorme e inmerecido servicio que le habían prestado.
Uno los ve literalmente desde la ventana, mientras se alejan y sugieren así su inaccesibilidad…
# | hernan | 17-agosto-2004

Teresa pide paciencia

…Son tan oscuras de entender estas cosas interiores, que quien tan poco sabe como yo, forzado habrá de decir muchas superfluas y aun desatinadas para decir alguna que acierte.
Es menester tenga paciencia quien lo leyere, pues yo tengo para escribir lo que no sé, que cierto algunas veces tomo el papel como una cosa boba, que ni sé que decir ni como comenzar.
Esta apelación a la buena voluntad del lector la hizo Santa Teresa de Jesús en las primeras páginas de «Las Moradas«. No por nada es la patrona de los escritores…
Bueno; salvando las distancias, puedo hacer mía la advertencia; y hasta me dan ganas de adoptarlo como «motto» y ponerlo en la barra del costado. Pero me daría un poco de vergüenza, tratándose de esa escritora, y de ese libro. Igual, lo hago mío, como hago mío (a veces,algunos días, algunos posts..) lo que dice al final: «Aunque cuando comencé a escribir esto que aquí va fue con la contradicción que al principio digo, después de acabado me ha dado mucho contento y doy por bien empleado el trabajo». Porque ella había empezado a regañadientes:
Si el Señor quisiere diga algo nuevo, Su Majestad lo dará o será servido traerme a la memoria lo que otras veces he dicho, que aun con esto me contentaría, por tenerla tan mala que me holgaría de atinar a algunas cosas que decían estaban bien dichas, por si se hubieren perdido.
Si tampoco me diere el Señor esto, con cansarme y acrecentar el mal de cabeza por obediencia, quedaré con ganancia, aunque de lo que dijere no se saque ningún provecho.
Pero algún provecho se sacó, es de creer. Y fíjense lo que son las cosas: hoy mismo, un argentino ha perdido su lunes feriado haciendo una nueva versión electrónica de aquel librito que Teresa empezó con tanta mala gana hace algo más de cuatro siglos.
Acá está, entonces: Las Moradas, de Santa Teresa de Jesús.
Esperemos que (eso, este blog, y en general, todo lo que uno hace) sea para provecho de alguien.
# | hernan | 16-agosto-2004

Nada nuevo bajo el sol

Sentía que se me abría un nuevo camino; podía ganarme la vida con mi trabajo, llegar a ser completamente independiente. Y para mí, como para cualquier muchacha de los años sesenta, la idea de la independencia era la idea más querida.
Se trata de Anna Grigorievna Dostoyevskaia, en ocasión de recibir la noticia de su primer trabajo: taquígrafa de F. Dostoyevsky (que estaba escribiendo, a las apuradas, El Jugador), a quien sólo conocía de nombre y con quien se terminaria casando cuatro meses después.
Con lo dicho, se entiende que «los años sesenta» se refiere a la Rusia de 1860.
# | hernan | 16-agosto-2004

Los unos, los otros, y uno

Disputations viene recibiendo demasiados merecidos elogios últimamente. Por lo cual, me limitaré a traducir este admirable post, sin comentar cuánto me impresiona, y por qué lo veo tan certero y tan oportuno nada.
Mark Shea menciona el caso de una mujer, madre de una chica celíaca, que está molesta porque la Iglesia no permite otra materia que la harina de trigo para confeccionar las hostias [y porque siente o cree que a su hija le falta algo en su vida de católica -en su Primera Comunión, para empezar. Y ha escrito a Ratzinger, nada menos, protestando].
«Por qué no darle a beber el Cáliz?» -dice Mark- «No entiendo estas historias lacrimógenas».

En verdad, dónde se ha visto: madres que actúan con una lógica no del todo perfecta en temas relacionados con la salud física y espiritual de sus hijas (y propia). Es inconcebible.

Previsiblemente, muchos de los comentaristas en el blog de Mark se ponen a juzgar expeditiva y severamente a la mujer:
    «Este es el fruto de enseñar durante treinta años que la Eucaristía es un memorial sentimental del «Evento de la Habitación Superior» en el cual Cristo se hace actual entre nosotros a través de nuestros sentimientos de solidaridad mutuos… »

    «No se puede culpara a una mala catequesis: la opción de recibir la Sangre sola fue explicada y ofrecida. La madre de la chica es la que está en falta, no la Iglesia…»

    «En serio: esta Madre necesita hacerse cargo de la realidad, de que su hija no es como el resto y acomodarse a lo que tiene…»

    «Esa solución [recibir el Cáliz] parece ser bastante para la salud espiritual y física de la chica. A menos, claro, que mamá tenga otra agenda -más vocal- en mente…»

Y peor:
    Apuesto que esta mamita abandonará la Iglesia cuando su pedido sea rechazado por el Siniestro Vaticano. Esta señora se da tanta importancia, que apesta.

Claro; evidentemente, lo que importa son las reglas.
Y si esas reglas te hacen la vida difícil, embromarse.
Y si te han explicado las reglas y no las entendiste, la culpa es tuya.
Y si pretendés que las reglas sean modificadas, entonces son una relativista obstinada y apestosa; y una candidata casi segura a dejar la Iglesia. Y bien estará: después de todo ¿quién quiere gente conflictiva en la Iglesia ?

Yo, si tuviera que elegir, personalmente, preferiría estar en una Iglesia con personas ignorantes y confundidas, con madres sobreprotectoras y conflictivas, antes de estar con hombres de buena catequesis e impecable teología que desprecian a los confundidos y a los ignorantes.

Pero, claro: no tengo esa elección. Sólo hay -me dicen- una Iglesia. Y lo que de última determina que yo personalmente pertenezco a esa Iglesia es el amor que tengo por los otros, por todos, incluidos los conflictivos y los auto-satisfechos.

Ahora bien, resulta que eso no lo cumplo muy bien que digamos. Por lo cual supongo que, o bien todos tendrán que volverse mucho más amables de lo que son; o bien que yo tendré que volverme mucho más amante.
# | hernan | 14-agosto-2004

Kafka, judío

El destino de Kafka fue trasmutar las circunstancias y las agonías en fábulas. Redactó sórdidas pesadillas en un estilo límpido. No en vano era lector de las Escrituras y devoto de Flaubert, de Goethe y de Swift.
Era judío, pero la palabra judío no figura, que yo recuerde, en su obra. Esta es intemporal y tal vez eterna.
Esto lo escribe Borges en un prólogo.
Una de tres: o recordaba mal, o no leyó las cartas a Mílena o no consideraba que las cartas formaran parte de su obra (esto último lo juzgo más probable).
Lo cierto es que en esas cartas alude explícitamente a su condición de judío, con una insistencia que tiene algo de chocante. No es que me moleste, más bien al contrario; pero no me termina de «cerrar»… Incluso alguna vez se contrapone a Mílena (yo soy judío, tú eres cristiana); y no obstante, sería ella la que moriría en las cámaras de gas en 1944.
De una carta:
Las dos cartas llegaron juntas, a mediodía; no son para leerlas sino para desplegarlas, hundir el rostro en ellas y perder la razón. Pero ocurre que es bueno haberla perdido ya en cierta medida, pues uno se ve obligado a conservar el resto durante el mayor tiempo posible.
Y por eso mis 38 años judíos, enfrentados a los 24 años cristianos de la señora, dicen lo siguiente:

¿Cómo podría ser? ¿Y dónde están las leyes que gobiernan al mundo y toda la mecánica del cielo? Tienes 38 años y un cansancio que seguramente no llega con la edad. O, mejor dicho, no estás nada cansado; estás inquieto, temes dar un solo paso sobre esta Tierra colmada de trampas, por eso tienes siempre ambos pies en el aire al mismo tiempo; no estás cansado, sino que temes el enorme cansancio que seguirá a esta enorme inquietud (porque eres judío y sabes lo que significa el miedo) que se advierte, por ejemplo, en la fija mirada de un idiota o, en el mejor de los casos, en los jardines del manicomio vecino a la Karlplatz.

Y bien, ésa sería tu situación. Has intervenido en algunas escaramuzas y con ello has hecho desdichado tanto al amigo como al enemigo (y para colmo sólo tenías amigos —personas buenas, tiernas— y ningún enemigo) y te has convertido en un inválido, uno de esos que echan a temblar no bien ven una pistola de juguete. Y ahora, ahora de pronto, te sientes como si estuvieras llamado a librar la gran batalla para redimir al mundo. Es algo muy curioso ¿no? …
# | hernan | 13-agosto-2004

aserejé… saterajam natse satsirvbefel sotse

El domingo pasado comenté al pasar sobre las letras satánicas en los discos pasados al revés, como una exageración humorística; pero sin creer que los de Panorama Católico fueran a caer tan bajo… al menos no en el corto plazo. Y hete aquí que ya cayeron.
Aparte de eso, la prosa tiene rasgos tan típicos… («Alguno podría quizás sonreír pensando que trato de buscar un efecto apelando a relaciones y hechos «extraordinarios». No entraremos a investigar subjetividades, solo constatamos los datos que surgen de publicaciones y obras de los propios interesados.» … ). El mismo tono de los paranoicos conspirativos, de los libros sobre los ovnis o las pirámides…
Alguno me objetará que el tono es lo de menos, que lo que importa es la sustancia. Pero no creo. Acá, y casi siempre, el tono es inseparable la sustancia.
Y alguno me objetará que por qué me las agarro con estos en lugar de agarrármelas con los de revista San Pablo. Hombre, le diré yo: cada cual debe pelear contra los males que tenga cerca… no? ¿Para qué voy a gastar energías en despotricar contra las bebidas alcohólicas sin ni yo ni mis prójimos somos alcóholicos ni tenemos tendencias de serlo ? ¿Para sentirme -y hacernos sentir- virtuosos?
# | hernan | 12-agosto-2004

Kakfa, Bloy y Florian

Curioso: leyendo las cartas de Kafka a Mílena me tropiezo con una mención a Josef Florian, gran (y fiel) amigo de Leon Bloy. No sabía que el tipo tuviera alguna notoriedad. Y una nota al pie informa que era yerno de Bloy (!).
Vaya a saber si es verdad … yo conozco la vida de Bloy y su familia hasta su muerte; y sus hijas -Verónica y Magdalena- eran solteras entonces. Y desconfío un poco del dato, siendo Florian checo …
Busco en Internet y no encuentro nada (¿alguien lee checo ?)

Por supuesto, esto no interesará a nadie más que a mí… pero para eso tenemos un blog, caramba.
De todas maneras, no viene mal presentar a Josef Florian que, como pueden ver -y como acabo de ver- en esta página (en español!) es un personaje muy pero muy querible.
# | hernan | 12-agosto-2004

Cambio de imagen

El mediodía me encontró en San Telmo, saliendo de la Facultad. Y fue así que, después de más de un año, se me ocurrió entrar al restaurant de entonces para almorzar en companía de Santa Teresita.

Pero encuentro que aquella estética de casa de abuelos ha desaparecido.
Ya no están aquellas fotos descoloridas de matrimonios antiguos y primeras comuniones.
En cambio, desde la pared del fondo, el Che me recibe desafiante y con su habano en la boca.
Me acerco a la mesa de la otra vez… Y en lugar del bajorrelieve de Teresa, me mira una foto de Cortázar.

Podría haber sido peor, me digo: podría haber sido la única mesa libre.
# | hernan | 11-agosto-2004

Nadie se salva solo

Me entero por el libro de Bernard Halda que von Balthasar escribió un libro o ensayo sobre Bernanos. Curioso. Me gustaría leerlo.
«[La Iglesia] (dice Bernanos) es un movimiento, una fuerza en marcha, aunque tantos devotos parezcan creer, finjan creer, que sólo es un abrigo, un refugio, una especie de albergue espiritual a través de cuyos cristales se pueden dar el gusto de mirar a los que pasan, a las gentes de fuera, a los que no son pensionistas de la casa»

diario de un cura rural bernanos - bresson Nadie puede lograr solo su salvación.
De no seguir la línea trazada por el Padre común de los fieles, se corre el riesgo de quedarse en el camino, sin apoyo y entregado al Mal, que merodea y hace su presa de las ovejas retrasadas, fuera del rebaño. Pero también, en sentido inverso, querer adelantar a la Iglesia es querer cambiar el orden querido, instituído por Dios mismo. Las herejías y los cismas en su mayor parte no han tenido otro origen.
El Cuerpo Místico de la Iglesia reúne lo que de las divinas enseñanzas ninguna personalidad individual o colectiva es capaz de contener, de guardar. Sólo a través de él puede la naturaleza humana apoyarse en lo sobrenatural.
La Casa del Padre es la Encarnación.

Ella ha sido encargada «por Dios para mantener en el mundo ese espíritu infantil, esa ingenuidad, ese frescor. El paganismo no era enemigo de la naturaleza, pero sólo el cristianismo la engrandece, la exalta, la pone a la medida del hombre, del sueño del hombre» [*]
(* Del «Diario de un cura rural»).
# | hernan | 10-agosto-2004

San Lorenzo

La historia del santo de hoy, San Lorenzo:
Lorenzo estaba destinado a custudiar los bienes que poseía la Iglesia. En aquella época el emperador Valeriano dictó pena de muerte sin juicio previo, contra todos los obispos, sacerdotes y diáconos. El Papa y sus siete diáconos fueron hechos prisioneros y decapitados de inmediato, excepto Lorenzo, al que dieron cuatro días de plazo para entregar los bienes de la iglesia. Lorenzo los dio a los pobres, y se presentó con un grupo de ellos diciendo al procurador. «Estas son nuestras riquezas».
Fue martirizado y condenado a morir en una parrilla, y su entereza se convirtió en legendaria por bromear con sus verdugos mientras estos le aplicaban la muerte.
… la recuerda Amy en su blog, y dice : «hay que seguir contando estas historias… porque nos muestran la verdad, de una manera particularmente viva…«. Lo cual no viene mal, a propósito de esto que decíamos ayer.
# | hernan | 10-agosto-2004

Dr. Johnson

Es posible que en Inglaterra aún existan personas que no adoran al Dr. Johnson. Esas personas deben ser eliminadas; si es posible, por medios persuasivos.
Así empieza un ensayito de G. K. Chesterton sobre el famoso Dr. Samuel Johnson, cuya famosa «Vida» por J. Boswell estoy leyendo; una selección, en realidad, supongo.
No viene mal; aunque dudo que llegue a adorarlo, se nota que tiene lo suyo, más allá del ingenio verbal… Veremos.
# | hernan | 10-agosto-2004

Haro Haro

No lo conocía (yo salgo tan poco…) y apenas lo conozco ahora. Fue que leí a varios blogueros (españoles en su mayoría) extasiados ante la noticia: Eduardo Haro Tecglen tiene blog! decían, y linkeaban y babeaban.
Y veni y vidi: sus originales, valientes y lúcidos dardos contra Bush, que «convierte en falsa ciencia la caduca idea de pecado» ([sic]). Y su refinado escepticismo :
Los grandes asesinos del mundo inventaron dioses para justificar sus crímenes, sus repugnantes ‘guerras justas’

¡Ya está bien de dioses! Hace dos mil años se asesina por ellos. [sic!]
Yo también soy escéptico. Y por eso me cuesta creer que este cráneo -me recuerda a Eduardo Galeano- tenga alguna fama de sabio, por módica que sea. Pero parece que hay que creer o reventar, como dicen.
# | hernan | 10-agosto-2004

La santidad según Bernanos

La santidad no se rige por ninguna fórmula, o mejor dicho, se rige por todas. Reúne y exalta todas las potencias, realiza una concentración horizontal de las facultades más altas del hombre. El solo hecho de percibir la santidad nos exige un esfuerzo, algún tipo de participación en su impulso inmenso […]
Si el historiador se atiene a una rigurosa exactitud para hacernos conocer la vida de un santo, muy poco podrá enseñar. Las viejas leyendas nos dicen mucho más de ellos, porque traducen en símbolos realidades profundas.
Lo decía Bernanos, a propósito de su biografiado Santo Domingo (y a propósito de cosas como esta, es de suponer).

# | hernan | 9-agosto-2004

Un santo, o algo así

Y ya que es el día del niño:
…¿sabe si en Salzburgo se usan los flecos?, ¿mi hermana ya los lleva?, ¿sabe hacerlos ella misma o no? Constanza se ha adornado recientemente dos vestidos con ellos. Aquí son de última moda. Como sabe hacerlos ella misma, quería esperar a mi hermana con ellos; que le mande decir de qué color los quiere. Se llevan de todos los colores: blanco, negro, verde, azul, punzó. Un vestido de raso debe ser adornado naturalmente con flecos de seda, como uno que tiene ella. Pero un vestido informal de buen piqué sajón con flecos de hilo (los que apenas se diferencian de los de seda si no se los toca) queda muy bien, y además tiene la comodidad de que se puede hacer lavar con flecos y todo.
Es un fragmento de una carta de Mozart (con 27 años) a su padre.

A Mozart lo tengo como una especie de santo, en su plano. Sus cartas son una maravilla de sencillez, buen gusto, humor, equilibrio, fineza y alegría de vivir.
Un niño como suele decirse; sí, pero en el mejor sentido de la palabra.
Como decía Ignacio Anzoátegui: «Niño prodigio puede serlo cualquiera. La gracia es seguir siendo prodigio y niño. « Y se refería a Mozart.

Me dan ganas de copiar varios textos de las cartas. Vaya por hoy el anterior (muestra de su entusiasmo por las cosas más triviales…) y un par más.
De una a su padre enfermo:
…la muerte, para llamarla por su nombre, es la verdadera finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre, ¡de tal modo que su figura no sólo ya no me asusta sino que me tranquiliza y me consuela! Agradezco a Dios porque me ha concedido la gracia de darme oportunidad (¿me entiende, verdad?) de conocerlo y saber que El es la llave para nuestra verdadera felicidad.
Nunca me acuesto sin pensar que quizá no he de ver el día siguiente, a pesar de lo joven que soy, y no hay persona de cuantas me conocen que pueda decir que estoy gruñón o triste, y por esta dicha agradezco todos los días a mi Creador y se la deseo de corazón a todos mis prójimos.
Y de un mensaje a su esposa Constanza:
Tengo que ser breve -es la una y media y todavía no he comido-, quisiera poder mandar más. Aquí van 3 gulden, por el momento; mañana al mediodía tendrás más. Debes estar alegre y despreocupada, todo ha de ir bien, te beso mil veces, estoy agotado de hambre.
Tenía entonces 36 años, y moriría en menos de cinco meses en la pobreza completa.

Estos fragmentos de cartas los leí en el librito de Irma Hoesli, que se consigue barato en las librerías de Bs. As. y que no está nada mal. Varias veces contrapone a Mozart con Beethoven -clásico contra romántico- y naturalmente, el sordo resulta un poco ridiculizado, con toda su ampulosidad y sus desbordes anímicos y sentimentales.
Y, aunque yo tengo mi lado romántico, y siempre le he dado lugar a los artistas «desmesurados» (Leon Bloy, el mismo Beethoven)… ahora me encuentro dándole la razón a la autora. Será que me estoy poniendo viejo ? También puede tener que ver con esto que decía Simone Weil, sobre la pureza vs la fuerza.

P.S. Vía Mairena y por casualidad, encuentro este manuscrito de una carta de Mozart a Constanza. Figura entre los tesoros de la biblioteca de la Universidad de Glasgow: impresionante.
# | hernan | 8-agosto-2004

El siniestro Harry Potter

Es así nomás; si a algunos el diablo trampea haciéndoles creer que no existe, con otros juega el juego simétrico. Y hay en ciertos ambientes cristianos una especie de morbo, que no deja de tener sus puntos de contacto con otras adicciones enfermizas (la de los que consumen violencias, monstruosidades, perversiones y pornografía): el ambiente de esos cristianos que consumen con tanto horror como fascinación esos relatos de conspiraciones, logias y maniobras diábolicas (…y mensajes satánicos en los discos escuchados al revés).
…la revolución cultural de los años ’60 y de su herencia más dañina, la contracultura del Rock. Hoy ya se promueve en el nivel masivo el culto satánico, y la Magia aparece como un divertimento inocente que los padres entregan a sus hijos, poniendo como modelo al siniestro Harry Potter.
Esto lo dice Panorama Católico. Y si les digo que la nota menta a Rousseau, ya se imaginarán en qué tono.

Hay un plano, digo yo, en el cual ser previsible [*] es estar fuera de la Verdad (en tanto uno es previsible porque no es libre: porque sigue los dictados de la carne, y no del espíritu).
Y hay algunos que imaginan ser defensores de Dios; como imaginaban los amigos de Job. Pero, parecería, la única manera de estar del lado de Dios es estar en la Verdad; con uno mismo, para empezar.

[*] Como igualmente previsible y estólida es su crítica -simétrica a la del progresismo- contra la carta del Vaticano sobre el hombre y la mujer.

# | hernan | 8-agosto-2004

Las coplas y Simona

Grata sorpresa fue para mí saber que a Simone Weil le gustaban —y mucho— las coplas tradicionales españolas. Al parecer, las conoció por la estupenda recopilación de F. R. Marín; y en una de sus primeras cartas a Antonio (un español, militante de izquierda, detenido en el campo de concentración de Vernet en 1940) le envía algunas y le dice:
… Un amigo me ha prestado, hace algunos meses, una colección de coplas españolas. Me han gustado tanto que he copiado algunas.
No conozco otro país donde haya una poesía semejante…
(Bueno, acá en hispanoamérica también hay -o ha habido-, podríamos objetar; pero claro que eso no es más que una rama del árbol español).

En los Cuadernos, figuran las coplas que Simone dejó copiadas en sus notas. Son unas cuantas, más de sesenta. Varias de ellas las tradujo al francés, para enviarlas a amigos.
Trascribo algunas, un poco al azar.

Dicen al verme reír
que mi suerte es la mejor;
tan hecho estoy a sufrir
que me río del dolor.


Si quieres subir al cielo
tienes que subir bajando
hasta llegar al que sufre
y darle al pobre la mano.


Más desgraciao que yo
no lo parirán las madres:
que una camisa que tengo
no tengo quien me la labe.


En los brazos te tengo
y considero
qué será de tí, niño,
si yo me muero.


¡Ay, pobrecito de mí
que doy suspiros al aire
y el aire se me los lleva
y no los recoge nadie!

A las rejas de la carse
no me bengas a yorá;
ya que no me quitas penas
no me las bengas a dar.


Siempre que miro al cielo
las lágrimas se me saltan;
no sé de qué ni por qué,
pero lloro con el alma.


Por ti me olvidé de Dios
por ti la gloria perdí;
y ahora me voy a quedar
sin Dios, sin gloria y sin ti.   [*]


Cuando t’encuentro en la calle
la sangre me se rebota.
Y me se quiere salí
er corasón por la boca.


De rico me pasé a pobre
por ber lo qu’er mundo daba
y ya beo que ar qu’es pobre
nadie le mira la cara.


[*] Luis me señala esta poesía de ManriqueSin Dios, y sin vos y mí«).
# | hernan | 7-agosto-2004

Sin comentarios

Se recuerda a los lectores que este blog no tiene comentarios «públicos», como tienen la mayoría (tal vez algún día los tenga, tal vez no; no sé). Pero que pueden dejar sus comentarios haciendo click donde dice «Comentar«.
Gracias a los que comentan (en verdad, sin eso, uno no tendría la constancia de escribir); no dejen de poner su mail, que no se publica y me resulta útil para identificación y acaso para contestar.
La influencia que los sistemas de comentarios tienen en la mayoría de los blogs, es todo un tema… pero resistiré la tentación de hablar impertinencias, por esta vez.
Pero…el caso es que hoy anduve leyendo After abortion, un blog (en inglés) dedicado a las mujeres que han abortado; a cargo de Emily, una mujer que abortó («pro-choice» en aquellos tiempo, «pro-life» ahora); con un espíritu de caridad que -me duele decirlo- echo de menos en la mayoría de los ambientes «pro vida» criollos (y yanquis; y del otro bando no hablemos).
Buen blog, con posts como este; y además tiene una especie de «guía para comentadores» notable, que disparó este post sobre «comentarios». Traduzco algo.
Como se verá, la cuestión es muchísimo más general, y muchísimo más importante, que los modales de un comentador de un blog sobre el tema del aborto. … Seguir leyendo
# | hernan | 7-agosto-2004

Católicos que se divorcian

El divorcio entre católicos (en inglés). No conozco al autor. El artículo tiene su interés. No se trata aquí de los católicos nominales (o culturales), los que se sienten con derecho a saltearse algún que otro mandamiento de la Iglesia… Se trata de los católicos «fieles«, los de plena obediencia, práctica y asentimiento intelectual: esos que la gente llama «muy católicos» (como uno está acostumbrado a ser llamado…).
Varias observaciones acertadas y dolorosas. El deficiente soporte (antes y después) de la Iglesia. La coartada de la invalidez, con o sin anulación («Me siento mejor sin mi esposo/a que con el/ella; por lo tanto, no hubo sacramento, mi matrimonio fue invalido»). El sentimiento de que los que participan del proceso de divorcio disfrutan al contemplar que un católico «estrecho» se «libera», de que su familia se rompe. Las estadísticas (la tasa de divorcios es menor que en otros grupos, pero mucho mayor de lo que uno esperaría). Y, sobre todo, una triste especie de ingenuidad, que no es más que la ceguera de todos los hijos de Adán.
Traduzco -libremente- algunos párrafos:
… Seguir leyendo
# | hernan | 5-agosto-2004

De chiquito fui aviador…

Muy bien -para variar- lo de Tom (en inglés) discurriendo sobre la belleza, la objetiva vs la subjetiva.
Pensaba, leyendo los comentarios, qué difícil resulta hablar (aun entre católicos consecuentes y pensantes) de la belleza como algo que «está en las cosas«; la noción de que la belleza es algo subjetivo está demasiado metida en la cultura actual como para que no nos afecte a todos.

Pero, se me ocurre ahora, en cierto aspecto, no está mal; no está mal asumir nuestras taras, sean imputables en mayor o menor medida al medio que nos toca.
Porque, por un lado, no poder entender (o sólo poder entrever penosamente y a contrapelo) que la belleza está primeramente en las cosas (lo mismo que la verdad), es seguramente una típica tara moderna. Pero, la otra cara del mismo mal, es que muchos de los pocos que conocen esa tara, la rechazan «demasiado»; al punto de verla como algo ajeno, y no tienen la paciencia para tratarla como se trata una enfermedad -que afecta a nuestro prójimo y también nos afecta a nosotros en alguna medida.
Creo que C. S. Lewis (que en otros aspectos no me convence demasiado) es un ejemplo a imitar en esto.
Uno de los pocos que resistieron la tentación de prodigar diagnósticos y recetas de médico, y se dedicaron al trabajo (humillante, peligroso y agotador) de cuidar al enfermo sin pretender -al menos no en primer lugar- curarlo.

Porque en verdad, leyendo a muchos católicos defensores de la ortodoxia, a uno le viene a la cabeza aquello de Charly García:
No quiero ver al doctor,
sólo quiero ver al enfermero…
# | hernan | 5-agosto-2004

Copla argentina

Eleder (español él) me advierte que la copla no parece española : la palabra «yuyo» (hierba) es sudamericana .
Ehhmmm… claro! Es una de las coplas que recogió J. A. Carrizo, en su cancionero de La Rioja (Argentina). Yo mismo la había puesto acá.
Ya lo estoy corrigiendo. Lo hice para comprobar que tengo lectores atentos.
# | hernan | 5-agosto-2004

La lengua de la infancia

Georges Bernanos, en el prólogo a «La grands cimentieres sous la lune» (que nunca pude encontrar en español).
… Ah, bien sé que es vano querer retornar al pasado.
Ciertamente, mi vida está llena de muertos; y el más muerto de todos los muertos es el niño que fui.
Y sin embargo, cuando llegue la hora, será él quien retomará su puesto a la cabeza de mi vida, juntará hasta el último de mis pobres años, y como un joven caudillo a sus veteranos, reunida la tropa dispersa, entrará primero en la casa del Padre.

Por sobre todo, pues, tengo el derecho de hablar en su nombre.
Pero no se habla en nombre de la infancia, es preciso hablar en su lengua. Y es precisamente esta lengua olvidada, esta lengua la que busco de libro en libro (imbécil!) como si semejante lengua pudiera escribirse, ella que jamás ha sido escrita. No importa.

Y aun de vez en cuando me sucede reencontrar algún acento… y es eso lo que quisiera haceros oír, compañeros dispersos por el mundo, que por azar o por tedio habéis abierto un día mis libros.

Amarga ironía ésta de pretender persuadir y convencer, cuando mi profunda certeza es que la parte del mundo todavía susceptible de rescate no pertenece más que a los niños, a los héroes y a los mártires.
# | hernan | 4-agosto-2004

La sabiduría que da la edad (moderna)

No acabamos de recuperarnos de las enseñanzas de Saramago, y ya nos cae encima Paul Johnson.
Estamos rodeados.

El reportaje en La Nación es -al decir del entrevistador- tan encantador como el entrevistado. Lo citó también ens; yo citaré sólo el párrafo final, cuando el periodista lo invita a adularnos:
Buenos Aires es tan linda como París. Tiene librerías mucho mejores que las de Gran Bretaña y una Feria del Libro como no hay en Europa. El país tiene todo tipo de materias primas y una población educada. Cada vez que voy me lleno de tristeza, porque soy el primero en sorprenderse de que no siga siendo una potencia como lo era antes de ese espantoso hombre, Perón. Hace unos años fui a conocer a Menem y me pareció bastante inteligente y con una idea clara de hacia dónde debía ir el país, pero ahora resulta que era un delincuente? Ya no sé qué creer. Supongo que gran parte de la culpa la tiene la elite política de su país, que no sirve para nada. Pero eso no puede ser lo único.
Cuando pienso en la Argentina, me vuelvo loco. Es uno de los pocos casos para los que no encuentro una maldita explicación.
Dicho de otra manera: para casi todos los casos (o cosas) del mundo, Paul Johnson encuentra una explicación.
Maldita, eso sí.
# | hernan | 4-agosto-2004

La enfermedad es un lugar…

A Flannery O’Connor le diagnosticaron a los 25 años una enfermedad difícil y grave (una forma de lupus) de la que había muerto su padre y para la cual no había cura conocida. Así, apenas iniciada su carrera de escritora, debió cambiar su modo de vida y comenzar a pensar en una muerte próxima.
Con recuperaciones y recaídas -y muletas- vivió y escribió catorce años más. Murió el 2 de agosto de 1964; o sea que ayer se cumplieron 40 años.
De una carta:

Nunca he estado en ningún lugar; sólo he estado enferma. En cierto sentido la enfermedad es un lugar, que instruye más que un largo viaje a Europa; y es un lugar siempre solitario, adonde nadie puede seguirte…
Creo haber leído estos días algo parecido que le decía Kafka a Milena (otros dos enfermos), pero no encuentro la cita ahora.
# | hernan | 3-agosto-2004

Copla

Bien haiga, mi corazón
no es alegre como el tuyo.
Lo entristece cualquier golpe,
lo adormece cualquier yuyo.

Copla popular española del noroeste argentino
# | hernan | 3-agosto-2004

Miserere Google

Los que conocemos Internet desde los tiempos ante-mercantiles, los que queremos y necesitamos a Internet como medio de información, adoramos a Google.
Google vino a redimirnos de los portales-buscadores con gifs animados, de Microsoft y afines. El que nos demostró que a veces ganan los buenos (pero eso sí: hay que ser buenos en los dos sentidos de la palabra).
A Google, honor y gloria. Lo he dicho siempre y lo seguiré diciendo. Siempre fiel.

Ahora bien. He descubierto (snif!) que Google ha penalizado a mi blog: tengo PageRank=0 [*], lo cual es poco menos que una excomunión (pena reservada generalmente a los webmasters inescrupulosos vendidos a los mercaderes).
¿Qué haré ? ¿Renegaré del Señor? ( Pero ¿adónde iremos? Sólo tú tienes palabras…).
¿Protestaré mi inocencia ? Ay… sí, eso sí me sentí tentado a hacer, como si uno fuera más justo que Job. Pero después recordé que, cuando empecé con este blog, antes de publicarlo, puse un «link invisible» en el blog anterior (una imagen de un pixel que apuntaba a este); sólo para enterarlo a Google de la nueva página… Lejos estaba yo de sospechar que esas tácticas eran conocidas y estaban expresamente prohibidas en los Mandamientos.
No puedo quejarme, entonces. La culpa existió y el castigo es justo.
Sólo me queda recitar, contrito, un Miserere.
Pues mi delito yo lo reconozco,
mi pecado sin cesar está ante mí;
contra Ti, contra Ti solo he pecado,
lo malo a tus ojos cometí.

lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Devuélveme el son del gozo y la alegría,
exulten los huesos que machacaste Tú.
Retira tu faz de mis pecados,
borra todas mis culpas…
Aunque… pensándolo bien, y recordando la cantidad y calidad de las visitas que recibía en otros tiempos a través de los buscadores, no debería lamentarme tanto.

[*] El Pagerank es el ranking de páginas de Google. Más información acá o acá. Para averiguar el Pagerank de una página, se puede usar esto o -mejor- el Toolbar de Google

# | hernan | 3-agosto-2004

Redondamente cuadrado

Saramago tituló su conferencia «Información, la cuadratura del círculo» y señaló que «al igual que en 1482 se llegó a la conclusión de que era imposible la cuadratura del círculo, hoy se llega a la conclusión de que es imposible la objetividad«.

En La Nación de hoy.
Ah… felicitaciones por el hallazgo.

En verdad, pensé que se trataba de una errata de La Nación. Pero busco en Google, y encuentro que no.

Bueno. No tengo idea de qué pasó en 1482. Pero la cuadratura del círculo se demostró imposible en 1880. Más información, en inglés, acá.

Y no es que supiera la fecha, ni que Saramago tuviera la obligación de saberla. Pero cualquiera que sepa un mínimo de historia de matemáticas puede sospechar (como sospeché yo) que hace cinco siglos estaban lejos de eso. Y cualquiera que, no sabiendo, pretenda dárselas de erudito, debería al menos consultar alguna enciclopedia.
# | hernan | 2-agosto-2004

Avaricia imaginaria

Hoy las lecturas de misa rondaron el tema de la avaricia; la falsa y letal seguridad que buscamos en las cosas de abajo.

Y recordé algún viejo tema de conversación de un par de compañeros de trabajo. Imaginaban ellos cómo se manejarían en el caso de ganar mucho dinero —una herencia, un sorteo, lo que fuera—; y trataban de calcular cuánto hacía falta para «vivir tranquilos toda la vida sin preocupaciones«; metiéndola en el banco y sin trabajar, se entiende.
De esto hace unos cuantos años; pero recuerdo que esa fantasía y esa discusión —recurrente— me parecía espantosa.
Y me lo sigue pareciendo.

En un sentido, toda avaricia (como toda idolatría) es en el fondo imaginaria. Una necedad, como dice la parábola ; o sea, estar -culpablemente- en la ignorancia, fuera de lo real. Y como dice Simone Weil: para ver lo real hay que estar desapegado -virtud opuesta a la avaricia, diría yo.

Ahora… una avaricia imaginada, la seguridad del rico imaginada en una charla de oficina… sería entonces una imaginación al cuadrado.
¿También un pecado al cuadrado ?
Quién sabe.
# | hernan | 1-agosto-2004

Susy Cadillac – o el ridículo como táctica

Estuve sacando en la guitarra una vieja canción de Riff (la nostalgia es de temer, las cosas que te hace hacer…): «Susy Cadillac«.
Y encuentro que la melodía (si no me equivoco; mi memoria y me oído no son de confiar) tiene sólo cuatro notas -y una de ellas, de paso. No hablo de los acordes ; que son tres, pero eso es común.

Pero una melodía completa con cuatro notas, es de un …minimalismo extremo, aun dentro de un género más bien rudimentario como es el «heavy metal» criollo; y aun en cualquier género… Pienso… y la única canción que se me ocurre que puede hacerle competencia es el Antón Pirulero(o «Al don pirulero«, como yo la conocía).

A la letra tampoco se le puede pedir mucho, con su estética metalera y su hedonismo pueril; y sin embargo estos alejandrinos pareados (bien medidos) me causan gracia:
Ahora está tranquila mirando a ningún lado,
tan solo quedan marcas de rouge en los cromados.
Ridículo, sí. Pero en su plano, un acierto.
Se me ocurre que los artistas con poco talento o poco oficio deberían esforzarse por afrontar el ridículo en sus pequeñas búsquedas de la belleza. Digo yo, no sé. Creo que es más probable acertar así (aunque sea muy de vez en cuando, y en pequeñas dosis) que escudando la falta de talento (por temor al ridículo, precisamente) en letras pretenciosas y huecas.
Pienso en letras de Soda Stereo, por ejemplo… y por el otro lado pienso en algunas entrañables ridiculeces de Sui Generis, Moris, Manal… y Riff, claro.
Y, cómo no, también pienso un poco en este blog. Y en este post, sin ir más lejos.
# | hernan | 1-agosto-2004