La guerra y la paz

De las ocho mil y pico coplas populares españolas del cancionero de F. Marín, la calidad es despareja; aun contando con la sencillez propia del género.
Y quizá esta coplita religiosa sea una de las más pobres y olvidables:
Ay Jesús mío,
no más pecar.
Muera el pecado,
viva la paz.
Sin embargo, creo que cualquier cristiano con recaídas sabrá gustar de -y comulgar con- el sentimiento auténtico que expresa. Una especie de jaculatoria penitencial…
Y ese par de versos finales, con toda su puerilidad (y el dudoso gusto del muera-viva)… Cuánta nostalgia de aquellos lejanos tiempos en que las palabras «viva la paz» no eran necesariamente palabras huecas y frívolas.
# | hernan | 19-agosto-2004