Bueno, ponéle que sí…
A propósito, y para mostrar que puedo disfrutar y recomendar de cosas buenas, aunque vengan de ambientes dudosos:
Un lindo reportaje a Castellani (en revista Siete Días), en un sitio muy poco recomendable (por parecidos motivos al anteriormente mencionado: integristas católicos con simpatías lefevristas y con la consabida estrechez de vista)[*]. Pero, como digo, el reportaje está muy bien.
Y ya que ayer conversaba con un pibe que justo vino a convertirse al catolicismo promediando su carrera de periodista (y hoy, graduado, no tiene mucho entusiasmo por esa profesión, naturalmente)… cito a Castellani:
Yo creo, como Kirkegord, que el periodismo de hoy es una gran porquería, pero una porquería necesaria, buena. Yo depuse mi pedantería y prediqué el Evangelio mediante él. Pero sé que a medida que aumentan las noticias disminuyen las verdades y así se promueve una especie cada vez más difundida, la del lector analfabeto. No puedo negarlo, soy periodista y lo reconozco como una actividad tan frívola como febril y un poco sucia, aunque nada impide que un hombre honrado, ayudando a Dios, pueda ejercerla, eso sí, vestido de limpiachimeneas, o cloaquero de tercera clase.
Es gracioso (si no es una errata) lo de «ayudando a Dios» … se supone que
es al revés… no?
[*]Harían bien, por otro lado, en sacar esa impresentable «noticia biografíca» de Castellani por Irene Caminos, una sarta de falsedades y despropósitos. Sería una muestra de se toman la palabra «Veritas» un poquito en serio.