El siniestro Harry Potter

Es así nomás; si a algunos el diablo trampea haciéndoles creer que no existe, con otros juega el juego simétrico. Y hay en ciertos ambientes cristianos una especie de morbo, que no deja de tener sus puntos de contacto con otras adicciones enfermizas (la de los que consumen violencias, monstruosidades, perversiones y pornografía): el ambiente de esos cristianos que consumen con tanto horror como fascinación esos relatos de conspiraciones, logias y maniobras diábolicas (…y mensajes satánicos en los discos escuchados al revés).
…la revolución cultural de los años ’60 y de su herencia más dañina, la contracultura del Rock. Hoy ya se promueve en el nivel masivo el culto satánico, y la Magia aparece como un divertimento inocente que los padres entregan a sus hijos, poniendo como modelo al siniestro Harry Potter.
Esto lo dice Panorama Católico. Y si les digo que la nota menta a Rousseau, ya se imaginarán en qué tono.

Hay un plano, digo yo, en el cual ser previsible [*] es estar fuera de la Verdad (en tanto uno es previsible porque no es libre: porque sigue los dictados de la carne, y no del espíritu).
Y hay algunos que imaginan ser defensores de Dios; como imaginaban los amigos de Job. Pero, parecería, la única manera de estar del lado de Dios es estar en la Verdad; con uno mismo, para empezar.

[*] Como igualmente previsible y estólida es su crítica -simétrica a la del progresismo- contra la carta del Vaticano sobre el hombre y la mujer.

# | hernan | 8-agosto-2004