Algunos sitios y blogs de apologistas cristianos incluyen un botón de «Donaciones» . Es que algunas de estas personas (más en EEUU que aquí) no sólo escriben en el blog sino en revistas, libros, dan conferencias… Son defensores, explicadores y divulgadores del cristianismo, y este es su medio de vida. Lo cual está perfecto, por supuesto, y es lógico que pidan donaciones de sus lectores. Ahora bien, me parece que aquí hay un sobreentendido problemático: el de suponer que al apretar el botoncito el lector no sólo está donando sino también aplaudiendo y aprobando. Algunos lo dicen explícitamente: «Si está de acuerdo con los contenidos de este sitio, puede apoyar el trabajo del autor donando… aquí».
El problema es que… una cosa no se sigue de la otra. Supongamos que muchos varios alguno de estos bloggers tiene buena intención pero poca formación, y su trabajo apologético nos parece pobre y contraproducente. En tal caso, podría venir bien un segundo botón:
«Si no está de acuerdo y considera que el autor debería suspender toda su actividad docente y encerrarse unos meses a estudiar, apriete el botón ‘Donaciones 2’ para que él y su familia puedan comer entretanto.»
Además, esta donación endulzaría en cierta medida el trago amargo de la crítica – y al lector, criticar no le saldría gratis. Todas ventajas. Pensándolo bien, quizás no hagan falta dos botones, quizás deberíamos limitarnos a este segundo.