Me dice ud. que yo soy de los «furiosos«; no es exacto.
Yo escribo las cosas más violentas con completa
serenidad. La rabia es impotente, y es patrimonio
de los rebeldes.
Pero yo soy un justiciero obediente.
Lo decía -quién otro- León Bloy en carta a un desconocido. El 17 de agosto de 1904, casualmente. Pero yo soy un justiciero obediente.