Y encuentro que la melodía (si no me equivoco; mi memoria y me oído no son de confiar) tiene sólo cuatro notas -y una de ellas, de paso. No hablo de los acordes ; que son tres, pero eso es común.
Pero una melodía completa con cuatro notas, es de un …minimalismo extremo, aun dentro de un género más bien rudimentario como es el «heavy metal» criollo; y aun en cualquier género… Pienso… y la única canción que se me ocurre que puede hacerle competencia es el Antón Pirulero(o «Al don pirulero«, como yo la conocía).
A la letra tampoco se le puede pedir mucho, con su estética metalera y su hedonismo pueril; y sin embargo estos alejandrinos pareados (bien medidos) me causan gracia:
Ahora está tranquila mirando a ningún lado,
tan solo quedan marcas de rouge en los cromados.
Ridículo, sí. Pero en su plano, un acierto. tan solo quedan marcas de rouge en los cromados.
Se me ocurre que los artistas con poco talento o poco oficio deberían esforzarse por afrontar el ridículo en sus pequeñas búsquedas de la belleza. Digo yo, no sé. Creo que es más probable acertar así (aunque sea muy de vez en cuando, y en pequeñas dosis) que escudando la falta de talento (por temor al ridículo, precisamente) en letras pretenciosas y huecas.
Pienso en letras de Soda Stereo, por ejemplo… y por el otro lado pienso en algunas entrañables ridiculeces de Sui Generis, Moris, Manal… y Riff, claro.
Y, cómo no, también pienso un poco en este blog. Y en este post, sin ir más lejos.