Películas con niños

Generalmente no me gustan los niños como protagonistas de las películas, pero hay excepciones. Van algunas.

 

Una nueva vida (Yeo-haeng-ja, Corea-Francia, 2009). Sencilla, buen gusto – y buen regusto. Crítica. Se la puede ver entera en Youtube:

So-won («Wish» o «Hope» en inglés, «Deseo» o «Esperanza» en español; Corea, 2013).

Más sentimental y también mucho más cruda que la anterior. Trailer.

Se puede ver online (subtítulos español) o bajando torrent (subtítulos en inglés).

Me encanta ese poster.

La tumba de las luciérnagas, de Takahata (Japón, 1988). Ya nombrada, pero esta versión tiene una curiosidad: doblaje español latino.

A esta podríamos acompañarla con Gen, pies delcalzos (1983). Otra japonesa animada, también triste, también sobre la guerra (concretamente: la bomba sobre Hiroshima), más rudimentaria e infantil en el dibujo (también menos memorable) pero al mismo tiempo más dura. Una crítica. [youtube]

Pero está bien, admito que hablar de «niños protagonistas» de películas, y meter películas de animación, es medio hacer trampa.

La bicicleta verde (Wajda – Arabia Saudita – 2012). Crítica. [youtube]

El milagro de Anna Sullivan. (USA, 1962). Sobre el caso Helen Keller. En realidad, la protagonista hace el papel de niña, pero ya tenía entonces quince años; igual. [online – torrent].

Juegos prohibidos (Francia, 1952). También sobre la guerra, pero en otro tono – y en blanco y negro. Tiene también la particularidad de su banda de sonido, tocada en guitarra solista por Narciso Yepes; el tema principal (el «Romance» anónimo) se hizo muy conocido por esta película, al punto que algunos lo titulan «Tema de Juegos Prohibidos». [ online – torrent].

Y para relajar el ambiente, y aunque no sea propiamente una película, ni se trate de niños protagonistas (sólo hasta cierto punto), un episodio de «Sherlock Hound» (1984): una serie de TV de animé, con Sherlock Holmes en versión perruna (y un poco «steam-punk»). Muy infantil, pero lo que tiene de notable es que el gran Miyazaki dirigió tres episodios; entre ellos, este. Y a pesar de las limitaciones del medio, la frescura y la ternura del argumento -y el respeto por el público- muestran la mano del genio. Otra curiosidad es el doblaje español.