Es posible que en Inglaterra aún existan personas
que no adoran al Dr. Johnson. Esas personas
deben ser eliminadas; si es posible, por medios
persuasivos.
Así empieza un ensayito de G. K. Chesterton
sobre el famoso Dr. Samuel Johnson, cuya famosa
«Vida» por J. Boswell estoy leyendo; una selección, en realidad,
supongo. No viene mal; aunque dudo que llegue a adorarlo, se nota que tiene lo suyo, más allá del ingenio verbal… Veremos.