Archivo por meses: junio 2004

Eugenesia y afines

Copado ya el campo de batalla en los frentes de la homosexualidad (la idea de matrimonios gays que adoptan hijos ya casi ha dejado de perturbar), sexo funcional al placer, y procreación a la carta (aborto y anticoncepción, derechos de salud). Según veo, la pedofilia (incesto incluido) y la eugenesia son algunos de los próximos frentes.
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Mal comienzo

Algo parecido a esto leí en algún blog yanqui -con los matices del caso.

Acá, uno —católico— todo el tiempo está relacionándose con no creyentes. Y a veces, «sale el tema» de la religión. Y a veces se cruzan —digamos—ideas, porque —por ejemplo— al otro le resulta delirante que uno vaya a misa -y no solamente los domingos!.
Y surgen las preguntas típicas; el «Pero, decime ¿vos estás de acuerdo con … ?» y el «No, si yo no tengo nada contra la religión; ahora no me digas que… «.

De estos cruces, la mayoría son livianitos y pasajeros; algunos son más satisfactorios y otros menos. Hay mucha previsibilidad, pero también algunas sorpresas; bobería y agudeza; buena voluntad, y mala. En fin, hay de todo, y es imposible generalizar; y Sus caminos no son mis caminos, y el viento sopla donde quiere, y todo lo que quieran.

Pero: cuando el objetor comienza advirtiéndonos que él sabe de qué está hablado (o que está de vuelta), cuando arranca con una frase del tipo:
—»Mirá, yo de pibe era de la Acción Católica… » (o cualquier variante que documente una familiaridad infanto-juvenil con el ambiente clerical: «yo estudié en colegio de curas/monjas«) … puede darse por casi seguro que todo lo que sigue será una gansada de proporciones astronómicas.

Cinismo y baile

Alimentados por el cinismo de esa realidad invitan a bailar para cambiar la suerte.
… dice el crítico de La Nación refiriéndose a la Bersuit y a su público.
Como yo, en cambio, creo que el cinismo es para vomitar más que para alimentar, y como sólo se me ocurriría comentar la frase en modo cínico, mejor me callo.

Bloy y Greene

«El hombre tiene lugares en su corazón que todavía no existen, y donde el dolor entra para que existan».

Leon Bloy
Compré hace poco un libro de Graham Greene («The end of the affair»). Lo había leído hace mucho, tendría yo unos quince años…
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No tenemos cura

Misa de hoy apenas soportable, con otro cura de onda informal. Y unos gestos algo raros —no es su intención general, típicamente desacralizadora, pero sí en lo particular— ; supongo que, mirados desde cierto ángulo, podrían resultar simpáticos. La verdad, se me hacía cuesta arriba mirarlos así.
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Juzgue ud…

… y no la sintaxis (se trata de una entrevista, eso es perdonable). Se trata de —precisamente— el alma de la mujer que afirma lo siguiente:
Lo que pasa es que como el mundo ha tratado a las mujeres como ciudadanas de segunda o como no personas…
Todo el mundo se olvida de que por ejemplo para la Iglesia Católica hubo que hacer un concilio para decidir si las mujeres tenían alma, antes parece que no teníamos.
Es verdad: todo el mundo se ha olvidado; al punto que hoy sólo conocen la existencia de ese concilio algunos pocos iniciados :
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El mismo mismismo

Alguna que otra vez he deplorado el «mismismo«: ese vicio consistente en usar la expresión «el mismo/la misma» para evitar repetir una palabra. Un auténtico virus que infecta casi toda la prosa escrita y hablada de estos tiempos.
Pero este párrafo que leí hace poco, en una hojita deportiva, se lleva la palma:
El tren especial que iba hacia la estación Chacarita no saldrá.
Pero sí saldrá el tren común con 5 vagones más para la gente de Sarmiento, el mismo no varió su precio ($9) a pesar de que será mucha la gente que irá en el mismo.

Espacios sagrados

Anduve leyendo estos días algunas cosas sueltas del «Tratado de Historia de las Religiones» de Mircea Eliade. Sobre los «espacios sagrados«:
«Todos los sagrarios están consagrados por una teofanía», … pero esta observación no debe considerarse como limitativa, debe extendérsela a las habitaciones de los ermitaños o de los santos y en general a toda habitación humana.
«Según la leyenda, el morabito que fundó El-Hemej a fines del siglo XVI se detuvo para pasar la noche cerca del manantial y plantó una estaca en el suelo. A la mañana siguiente, al querer volver a tomarla para proseguir su camino, encontró que había arraigado y que le habían salido retoños. Vio en ella el indicio de la voluntad de Dios y fijó su domicilio en aquel lugar.»

Cuando leí esto me vino a la cabeza otro ejemplo similar, muy a mano: el milagro de la Virgen de Luján. Que además, casualmente, ocurrió más o menos en la misma época (principios de silgo XVII).

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Neki nuestro que estás en la rosada

Me costaba un poco creer lo del pingüino Neki. Pero recién vi el libro y lo hojeé, en calle Corrientes. Y es así nomás la cosa. (De paso ¿qué querrá decir eso de «Es imposible dudar de la buena fe de esta historia …» ? ¿Es posible que este periodista -aún escribiendo en Clarín- se ponga a objetar la «estética ramplona»?).

En fin, habrá padres que comprarán eso, es de suponer.
Tal vez los mismos que se enorgullecen de no hablarles de religión a sus hijos «para que ellos decidan por sí mismos cuando se hagan grandes».
O quizás estos padres de hoy son aquellos hijos de ayer, que hoy se hicieron grandes (digamos) y deciden por sí mismos (digamos) … comprar las aventuras del pingüino Neki.

… pero todo pecado tiene su propio castigo.
El que escucha la adulación del tonto, y se entrega al disfrute —y aun a la búsqueda— de ese aplauso, termina por convencerse de que el tonto, al fin y al cabo, no era tan tonto.

La importancia de ser cínico

Un texto de G. K. Chesterton, de «The thing» (librito polémico, pero jugoso), capítulo 6.
Aplicable, creo yo, a diferentes mundos y submundos de intelectuales, de muy distinta profundidad y extensión. A algún mundo o submundo de blogs, sin ir más lejos.
…Ocurre a menudo que un hombre de real talento siente debilidad por la adulación, aunque provenga de los tontos. Prefiere entonces decir cosas que la gente necia considera ingeniosas, antes que decir cosas que sólo la gente inteligente podrá advertir que son verdaderas.

Oscar Wilde fué un hombre de este tipo.
Cuando en alguna parte afirma que «una mujer inmoral es la clase de mujer de la que un hombre no se cansa nunca«, usa una frase tan carente de fundamento que resulta perfectamente absurda. Todo el mundo sabe que un hombre se cansa de una procesión de mujeres inmorales, especialmente si es un hombre inmoral.
Ese era «un Pensamiento«; es decir, algo para enunciar, con la mano levantada, ante un círculo de personas incapaces de pensar.
En estas pobres mentes enlodadas existe cierta vaga conexión entre ingenio y cinismo; por eso nunca aplaudieron tan calurosamente su ingenio como cuando era cínico sin ser ingenioso.

En cambio, cuando dijo «El cínico es un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada«, hizo una frase (en excelente forma epigramática) que realmente significa algo.
Aunque ella habría podido causar su propio inmediato destronamiento, si hubiera sido comprendida por quienes sólo lo entronizaban en su condición de cínico…

Matemáticas y oración

La teoría -y la historia- de los fundamentos de las matemáticas es muchísimo más difícil que las matemáticas.
Son pocos los que, aun gustando de los números y moviendose con cierta comodidad en el mundo matemático (yo, hasta cierto punto y sin ir más lejos) pueden digerir a tipos como Gödel, Russel, Quine, etc; sobre todo cuando se meten en las discusiones sobre filosofía de las matemáticas (yo, ciertamente, no: queda por lo tanto invitado el lector a tomar con pinzas este post).
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Si tu ojo está limpio

Según leo en Mark Shea, la revista New Oxford Review —católica ortodoxa, según se califica— ha dirigido sus cañones (habitualmente apuntados a abortistas y progresistas) contra el apologista Scott Hahn, un escritor católico muy conocido por allá, y que -según dicen los que saben- no está nada mal. Los ataques de estos defensores de la ortodoxia serían por algunas referencias que Hahn hizo sobre algunas antiguas representaciones -pictóricas, por ejemplo- del Espíritu Santo como una persona femenina. Claro está que Dios no es masculino ni femenino, pero … bueno, se trata de representaciones (tampoco Dios Padre es un viejo con barba, etc) que después la Iglesia dejó de lado por ciertos peligros más o menos obvios. (Castellani habla algo de esto en algún lugar…).

Bueno, parece que se enojaron con Hahn porque aludir -en tono neutral- a estas representaciones es hoy día más que peligroso: es casi una apología del lesbianismo.
¿De qué???
Claro, hombre ¿ no ves que en el credo decimos que María concibió del Espíritu Santo ?
Eh… este….

Muchos míseros y pocos miseros

Hoy en misa el cura dijo al pasar que, de los católicos «nominales», sólo el 5% va a la misa del domingo. Y que no es cosa argentina: es general.
Será cierto ?
No me extrañaría de los países como Argentina, donde decir «soy católico» es lo más cómodo; pero en los países donde el catolicismo es minoría… me cuesta creerlo.

Bueno; al finalizar la misa, el cura leyó (pretendió «rezar»; y hasta que lo acompañemos) la oración del congreso eucarístico 2004.
…que su presencia eucarística fuera el alimento de los valores que nos identifican como pueblo

… Jesús como autor de nuestra fe y de nuestro compromiso ciudadano…
Por ahí si pusieran más religión en las misas irían más católicos, por ahí… Pero, vaya uno a saber.
Y tampoco es la cuestión, seguramente.

Sintiendo bien y obrando daño

De la Vida de Don Quijote y Sancho. Otro de los muchos textos de Unamuno que —lo voy descubriendo con sorpresa muchos años después— se me han quedado cosidos a las entretelas del alma, como él diría.
Tal vez de acá aprendí —aunque estas cosas no se aprenden si de algún modo no se sabían de antes, si no se esperaban escuchar— a odiar esa ética liberal (de izquierda o derecha, lo mismo da en este caso) que ponen como axioma primero de la moral el «no causar daño al otro». Etica de mercaderes, como es del uso: el amor, comercio de disfrute; yo no te molesto, vos no me molestes; los crímenes del pensamiento (el adulterio del corazón), derogados y olvidados.

Te denuestan, pueblo mío, porque dicen que fuiste a imponer tu fe a tajo y mandoble, y lo triste es que no fue del todo así, sino que ibas también, y muy principalmente, a arrancar oro a los que lo acumularon; ibas a robar.
Si sólo hubieras ido a imponer tu fe…

Me revuelvo contra el que viene, tizona en la diestra y en la otra libro, a querer salvarme el alma a pesar mío, pero al cabo se cuida de mí y soy para él un hombre; más para aquel que no viene sino a sacar los ochavos engañándome con baratijas y chucherías, para éste no paso de ser un cliente, un parroquiano o vecero.
Hoy se da en ponderar esto y pedir una socíedad en que en puro policía no pueda hacerse daño, y acabemos por que nadie obre mal, aunque nadie sienta bien tampoco. Qué horrible condición de vida! Qué pesadumbre bajo la verdura sosegada! Qué quieto lago de ponzoñosas aguas!
No, no, y mil veces no! Dios nos dé antes un mundo en que todos sientan bien, aunque todos obren daño; en que los hombres se golpeen en la ceguera del cariño, y en que suframos todos en silencio por el mal que nos vemos arrastrados a infligir a los demás. Sé generoso y arremete a tu hermano; dale de tu espíritu aunque sea golpes.
Hay algo mas intimo que eso que llamamos moral, y no es sino la jurisprudencia que escapa a la policía; hay algo más hondo que el Decálogo, que es una tabla de la ley, ¡tabla, tabla, y de ley!: hay un espíritu de amor.

Me diréis que no cabe sentir bien sin obrar bien, y que las buenas acciones brotan, como de su fuente, de los buenos sentimientos, y sólo de ellos.
Pero yo os contestaré, con Pablo de Tarso, que no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero hago, y os añadiré que el ángel que en nosotros duerme suele despertar cuando la bestia le arrastra, y al despertar llora su esclavitud y su desgracia. ¡Cuántos buenos sentimientos brotan de malas acciones a que la bestia nos precipita!

Suma

Puse acá una versión de la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino, puro html.
Me faltan hacer correcciones —además de mejorar los índices y agregar información—, y me falta tiempo. Al comedido que se encuentre leyendo alguna cuestión y encuentre algún error, lo invito a corregirlo haciendo click sobre los iconitos de corrección.

Sevillana limeña

Hojeando un libro de poesías de Lope de Vega —para el romance de ayer— encuentro esta seguidilla, de una obra suya de 1625:
Río de Sevilla,
cuán bien pareces,
con galeras blancas
y ramos verdes!
Recordará algún lector que una copla sobre el mismo patrón, había compuesto (dicen) Santa Rosa de Lima (1586-1617).
¡Ay, Jesús de mi alma!
Qué bien pareces
entre flores y rosas
y olivas verdes.
(Ver explicación acá).
Difícil sería pensar que Lope se hubiera basado en Rosa de Lima… Tal vez la atribución es falsa, otro podría suponer. Yo supongo que, más bien, los dos —Rosa y Lope— se basaron en un patrón popular conocido. Incluso veo que la estrofa de Lope está practicamente igual en estas «sevillanas del siglo XVIII» que acá aperecen atribuidos a … García Lorca. Y hay otras

El infierno para los otros

Sobre el infierno —en particular, sobre el miedo de que algún familiar o amigo se vaya al infierno, y esas cosas— : un post de Camassia dispara otro de Tom de Disputations.

Tom considera sobre todo el caso (nada infrecuente) de los que se angustian porque consideran improbable la salvación de algún conocido … mientras que consideran bastante probable la salvación propia. No es el único caso, y no es un caso que pueda solventarse con dos palabras. Pero me gusta este párrafo:
Esperamos que nuestros seres queridos se salvarán, con la misma esperanza con que confiamos en nuestra salvación. Más aún: si no esperamos para los otros con la misma esperanza con que esperamos para nosotros, entonces la esperanza nuestra no es la Esperanza cristiana, sino alguna especie de creencia natural. Como banqueros que toman apuestas sobre la salvación propia -y la de los otros.
Por mi parte, nunca ocupó un lugar importante en mi vida religiosa el tema del infierno —ni para mí ni para los otros—. Ni como objeción (contra el Dios del cristianismo), ni como temor (sea saludable o enfermizo) ni nada. No sé si esa falta de temor será presunción (referido a mí) o falta de caridad (referido a los otros).
Si me pongo en abogado de mí mismo, diría: no veo que tenga que preocuparme demasiado por lo que pase después, cielo o infierno, para mí o para los otros; porque ahora no pretendo entenderlo, y después lo entenderé, y veré que todo está bien. (Pero no hay que creer demasiado en los abogados defensores).

En todo caso, no tengo ninguna objeción contra lo que dijo el Papa, ni con lo que dijo Dostoyevsky (o Wilde, o Bernanos, o quien sea), que «el infierno es no poder amar más».

Y, buscando la cita, encuentro y recuerdo ahora que la frase juega su papel en este notable cuento de Salinger; que acaso no sea mala ilustración, después de todo.

Vidrio quebrado

De un romance de Lope de Vega que descubrí hace poco:
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.

No sé qué tienen la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos.

[…]
O sabe naturaleza
más que supo en otro tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
[…]
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.

Señales son del jüicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más
otros por carta de menos.

[…]

Primeros pasos

Aclaremos: este blog todavía está dando sus primeros pasos … o gateando. Faltan unos cuantos detalles técnicos —links rotos, comentarios tal vez—. Y todavía no ha tomado forma definitiva, ni en la sustancia ni en los accidentes.
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Las tentaciones y Oscar Wilde

Por quingentésima nonagésima vez (sin contar las versiones cantadas por el gurú Serrat) me topo con la cita «La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella«. Atribuida a Oscar Wilde.

Veamos algunas aplicaciones prácticas.
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la lucidez de saramago

Saramago exigió a los políticos que «nos digan la verdad».

Supongo que no estoy habilitado para exigirle a Saramago que diga algo inteligente. O que se calle.
Me limito a suplicarlo, entonces.
«… Hay que exigirles a los políticos que, por lo menos, en todo momento nos digan la verdad. Yo digo que disentir es un derecho que tendría que estar en las constituciones de todo el mundo. El ciudadano tiene derecho a no estar de acuerdo «[…]

Con la contundencia intelectual que le es conocida (sic) …

Su reciente novela, «Ensayo sobre la lucidez» (Alfaguara), que acaba de aparecer en este país, es -como toda su obra- un llamado a la conciencia del lector, capaz de desasosegar al más pintado.

La historia se las trae: en un pequeño pueblo sin nombre, los ciudadanos eligen una forma de participación singular. Votan mayoritariamente en blanco durante unas elecciones municipales. El gobierno argumenta que se trata de un complot internacional.
Una trama fascinante… No sé por qué, se me ocurre que los ciudadanos son los buenos y el gobierno es el malo. Esperemos que al final ganen los buenos.

Existe Dios ? No.

«¿Existe Dios? No» es el título de un libro de Christian Chabanis, muy poco conocido —al menos nunca leí ningún comentario—. Chabanis, francés, católico, entrevista a veinte ateos, algunos famosos (Levy-Strauss, Ionesco, Raymond Aron, Garaudy…) y otros no. Más que entrevistas, conversaciones —sobre Dios, claro— en tono amable y con la guardia baja de ambos lados.

Por eso, y porque ni Chabanis ni sus entrevistados son tontos, me gusta el librito. Y lo recomendaría a unos cuantos, a los sectarios de ambos lados (ay, España!) sobre todo.
Algunas entrevistas -la de Ionesco, por ejemplo- tiene cosas interesantes, sorprendentes o conmovedoras. Ya lo usaremos otra vez.
Por ahora, me limito a copiar sus páginas finales, una especie de epílogo, del mismo Chabanis.
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