Neki nuestro que estás en la rosada

Me costaba un poco creer lo del pingüino Neki. Pero recién vi el libro y lo hojeé, en calle Corrientes. Y es así nomás la cosa. (De paso ¿qué querrá decir eso de «Es imposible dudar de la buena fe de esta historia …» ? ¿Es posible que este periodista -aún escribiendo en Clarín- se ponga a objetar la «estética ramplona»?).

En fin, habrá padres que comprarán eso, es de suponer.
Tal vez los mismos que se enorgullecen de no hablarles de religión a sus hijos «para que ellos decidan por sí mismos cuando se hagan grandes».
O quizás estos padres de hoy son aquellos hijos de ayer, que hoy se hicieron grandes (digamos) y deciden por sí mismos (digamos) … comprar las aventuras del pingüino Neki.
# | hernan | 26-junio-2004