Archivo por meses: octubre 2004

Kierkegaard for grownups

En inglés. Un artículo de Neuhaus, the First Things sobre Kierkegaard. Está bien. Y viene bien acá, ya que lo citamos hace poco; y también porque la cita del comienzo viene a cuento de la hipérbole, que decíamos ayer y que retomaremos mañana.
Y encima trae varias referencias librescas caras a este blog: Flannery O’Connor y Salinger (Holden Caulfield), por ejemplo.
# | hernan | 29-octubre-2004

Las perlas y los chanchos

Un cristiano —uno mismo, sin ir más lejos—se siente ofendido en su religión (o su religiosidad) por algo que pasa en el mundo.
Algo como «La última tentación de Cristo«, pongamos, como un ejemplo a mano entre mil [*].
Y se indigna; se duele; se enardece.

Tal vez, pienso ahora, esto sea una especie de pecado -un tropiezo en el camino-. Y acaso podría aplicársele -estirando un poco la cosa- aquello de tirar perlas a los chanchos.
Y no estoy pensando en el fervor que se derrama sobre la película, sino más bien en la religiosidad que se invierte en alimentar ese fervor.

* Quizás hubiera sido preferible tomar un ejemplo en que la indignación sea más justificada. No estoy seguro, y no quiero darle más vueltas, porque voy a enturbiar más aún el asunto.
# | hernan | 28-octubre-2004

Librepensadores

Ultimo momento (o últimos tiempos?):
El presidente designado de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Barroso, retiró el miércoles los 24 postulados para integrar su equipo ejecutivo de la consideración del Parlamento Europeo al comprender que sería rechazado.
El equipo de Barroso estaba condenado, casi con seguridad, a un humillante rechazo debido a la oposición de los legisladores al italiano Rocco Buttiglione, postulado para comisionado de Justicia y quien había participado en el gabinete derechista del primer ministro Silvio Berlusconi y había expresado opiniones conservadoras sobre los homosexuales, las mujeres y el matrimonio, como por ejemplo que las mujeres deberían estar casadas.
A veces la frase de Chesterton (como muchas de sus argumentaciones) «Sólo la Iglesia Católica puede salvar al hombre de la humillante esclavitud de ser un hijo de su tiempo« me suena un poco demasiado apologética, o militante, o autocomplaciente…
Y a veces no.
# | hernan | 27-octubre-2004

Discutible mejoría – 2

Sobre el tema de las consecuencias históricas del cristianismo, me han llegado varios mensaje, que tal vez después recopilaré. Por ahora, puede decirnos algo esto de Kierkegaard:
… que Dios haya vivido aquí en la tierra como un hombre particular, es infinitamente admirable. Aunque esto no haya tenido ninguna consecuencia, es lo mismo; permanece tan admirable, infinitamente admirable, infinitamente más admirable que todas las consecuencias.
Intenta ahora resaltar la admirabilidad en otro sitio y podrás ver fácilmente lo demente : ¿Qué tendría de admirable que la vida de Dios haya tenido consecuencias admirables? Hablar de este modo es delirar. […]

…¡notable! Se pretende, con ayuda de la historia, con la consideración de las consecuencias de su vida, alcanzar concluyente aquel ergo : «ergo era Dios», mientras la fe hace cabalmente la afirmación contraria: que , en general, quien comienza con este silogismo, comienza con una blasfemia. […]

…»La historia», dice la fe, no tiene nada que hacer con Jesucristo; con relación a El solamente se posee la historia sagrada (la cual es cualitativamente distinta de la historia en general), que relata el palmarés de su vida en la situación de la humillación y que, a la par, El dijo ser Dios.
El es la paradoja, que la historia jamás podrá condimentar o transmutar en un silogismo corriente. El es en su humillación el mismo que en su elevación – pero los 1800 años, y aunque se convirtieran en 18000, no tienen nada que hacer en ello. Las brillantes consecuencias de la historia mundial, que casi llegan a convencer -incluso a un profesor de historia- de que El era Dios, no son de ninguna manera, a pesar de lo brillantes, su vuelta en majestad. Sin embargo, esta es la opinìón corriente; lo cual demuestra que se está haciendo de Cristo un hombre, cuya «vuelta en majestad» no sería otra cosa que las consecuencias de su vida en la historia -cuando la vuelta de Cristo en majestad es algo totalmente distinto de eso, es algo que se cree.
Y también esto, en la prosa menos intrincada pero no menos potente de Simone Weil:
Puede afirmarse sin temor a exagerar que hoy el espíritu de verdad está casi ausente de la vida religiosa.

Esto se echa de ver, entre otras cosas, por la naturaleza de los argumentos aportados en favor del cristianismo. Algunos de ellos son del tipo de la publicidad de las pastillas Pink. Así ocurre con Bergson y con todo lo que se inspira en él. La fe aparece en Bergson como una pastilla Pink de tipo superior, que proporciona un grado prodigioso de vitalidad.

Lo mismo ocurre con la argumentación histórica.
Consiste en decir: «¡Vean qué mediocres eran los hombres antes de Cristo! Vino Cristo, y ya veis que los hombres, pese a sus debilidades, han sido luego en su conjunto algo bueno».
Esto es absolutamente contrario a la verdad. Pero, aunque fuera verdadero, en todo caso es llevar la apologética al nivel de los anuncios de especialidades farmacéuticas que muestran al enfermo antes y después. Eso es medir la eficacia de la Pasión de Cristo -que si no es ficticia es necesariamente infinita– según una consecuencia histórica, temporal y humana que, aunque fuera real –lo que no es el caso-, sería algo necesariamente finito.

Simone Weil
Bastante en común, ¿no?. Veremos, veremos.
Por otro lado, Ignacio me menta «El hombre eterno«, de Chesterton, en el cual el inglés católico diría (si me permiten por una vez usar el potencial de los periodistas) algo bastante distinto a estos, y más bien en la línea del «argumento 3» del post pasado. ¿Será así?
Veremos, veremos, qué sé yo… (quién me manda a mí a meterme acá!…).
# | hernan | 25-octubre-2004

Monjas bon vivants

Un blog de monjas dominicas. En inglés, lamentablemente.
Sobre el domingo:
En el monasterio no existe la noción del «fin de semana», -lo cual resulta un poco duro para las jóvenes al principio-…
Pero sí existe el Domingo! Es un día lleno de sacralidad y de alegría, un día muy amado por todas las hermanas … un día especialmente dedicado al Amado, en silencio y alegría. Salvo para las hermanas en la cocina (que se rotan cada domingo), es tiempo para leer, echar una siestita o caminar en el jardín, y para rezos extra: sea en el Coro, o en la celda propia, o al aire libre.
Es un día simplemente «para ser».
Las comidas son sencillas pero especiales; y hay una especie de ley que parece universal en los monasterios: el domingo a la noche, helado (aun en Cuaresma!).
«Sabés que no aprendí a vivir…«, cantaba Charly García. Y supongo que todos podríamos decir lo mismo. O casi todos.
# | hernan | 25-octubre-2004

Cooperando con la buena doctrina

… Todo su mandato [de Bush] ha girado alrededor de su fe, de su seguridad y de sus creencias. No es algo menor: los hechos concretos, la información y el análisis pasan a ser detalles prácticamente irrelevantes a la hora de tomar decisiones porque, en cuestiones de fe, se cree o no se cree, no se necesita ninguna evidencia empírica.
Esta perla intelectual la perpetró hoy Paula Lugones, de Clarín (vieja conocida nuestra; buscándola en Google aparece en primer lugar esto).

Bien. Los lectores de Clarín ya saben bien que Bush es malo/tonto y que Bush es religioso, y la ayuda que les da Paula para completar el agradable silogismo que arranca con tales premisas seguramente no era muy necesaria : a la conclusión se llega por muchos otros caminos.
Igual, el razonamiento no deja de ser notable: si sos religioso, tenés fe: si tenés fe, la realidad empírica (o sea, la única) te es ajena.

Más adelante, Paula se lamenta de que Kerry -quien, a pesar de ser católico, intentó ser cuerdo («había comenzado su campaña con un perfil bajo sobre el tema, ya que considera que la religión no debe mezclarse con la política»)- al final se haya tenido que adaptar a un electorado … difícil («un país donde 60% de los habitantes dice que la religión es muy importante para su vida y un tercio va a misa al menos una vez a la semana«). Además:
… El demócrata, que usa en su cuello un pequeño crucifijo, viene soportando fuertes embates desde el propio seno del catolicismo. Un grupo de obispos llamó a votar contra Kerry dadas sus posturas a favor del aborto, el matrimonio gay y la investigación con células madre. Si lo votan, dijo el Arzobispo Charles Chaput, «están cooperando con el Diablo».
Es de imaginar que con esta última cita Paula se gana cómodamente la adhesión de sus alumnos lectores escandalizados.

Y es de imaginar que sería inútil pedirle la fuente del dicho del arzobispo. Cuando uno está dispuesto a creer, «no se necesita ninguna evidencia empírica»; y «los hechos concretos, la información y el análisis pasan a ser detalles prácticamente irrelevantes».

(Para los escéticos, pues, la página del arzobispado, la trascripción del reportaje en cuestión, la versión del NYTimes y un comentario.)
# | hernan | 25-octubre-2004

Agatha Christie y los estereotipos

Compré el otro día, un libro de Agatha Christie, al azar, entre varios de una mesa de usados. «Pasajero para Francfort» —según vi después— es de sus últimos años, y es considerado uno de los más flojos. Y con justicia.
Mala suerte. Es que quería refrescar mis tiempos preadolescentes: después de Julio Verne, los libros de Agatha Christie fueron de mis primeros placeres librescos. Y hoy -aunque desde entonces la he releído muy poco- me sigue cayendo bien, a diferencia de tantas otras devociones pasadas. Una mujer con buen gusto y buen sentido, me parece.

Leo en algún lado una crítica que objeta los estereotipos (victorianos, quizás) de sus novelas. Personajes de ciertas nacionalidades (o razas o capas sociales) tienden a tener siempre determinadas disposiciones de carácter o intelecto… Y esto, ya se sabe, molesta sobremanera a nuestros críticos modernos con ínfulas de maestros sabios (con perdón del estereotipo).
Por mi parte: si los estereotipos (sobre todo cuando no surgen de la observación sino de la pereza mental) pueden molestarme, más me molestan estos críticos, qué quieren que les diga.
Hay un punto en que la guerra al estereotipo no es más que imbecilidad y desamor.
Habría mucho más que decir sobre esto —y es una lástima que Chesterton no lo haya hecho… si es que no lo hizo—. Quizás otro día [*]… quizá partiendo de esto

Hablando de policías políticamente correctos: me entero ahora de que una de sus novelas más memorables, «Los diez negritos» («Ten little niggers«, de una rima tradicional infantil), tuvo que cambiar de nombre en posteriores reediciones («And then there was none«).

Espero que algún día se haga una antología de estas tonterías, para diversión (…espero!) de nuestros nietos.

* Consejos vendo y para mí no tengo: el blogger que, terminando un post, sienta que tiene algo más para escribir y que piensa hacerlo acaso más adelante, hará bien en no decirlo: esas promesas vagas («más sobre esto más adelante») están de más y generan fastidio.
# | hernan | 21-octubre-2004

Buscando busco

Hace rato vengo dando vueltas con el tema de los buscadores, y por fin me decidí (por el htDig). Mucho más flexible y poderoso de lo que creía.
Todavía me falta tocar algunas cositas, por lo que no lo agregué a esta página. Pero si van a la página principal del sitio ( www.hjg.com.ar ) encontrarán buscadores acotados a distintas secciones -por ahora, hay uno acotado a la Suma, otro a la Concordia y otro a todo el resto.
El de la Suma, sobre todo, me parece el más util por ahora…
# | hernan | 20-octubre-2004

Discutible mejoría

Me pregunta alguien si el cristianismo ha traído alguna mejoría a la humanidad.
Si el hombre ha sido mejor —en algún sentido: más bueno, más feliz, más sabio, más santo— después de la venida de Cristo que antes.

… Seguir leyendo
# | hernan | 19-octubre-2004

Invisible

Nos vamos poniendo tecnos:
Me han preguntado un par de lectores con blog cómo se hace para meter en HTML un texto que pueda ocultarse y mostrarse apretando un link, como yo hago en varios posts largos. La mayoría de las veces, en mi blog y los otros, eso lo provee el motor (Movable Type, Blogger con limitaciones, Nucleus, WordPress): generalmente el texto que uno mete como «texto extendido» (o algo así), automáticamente aparece en la página como texto oculto.

Pero, para los que no pueden o no quieren usar esta funcionalidad, (y quieren quizás ocultar partes arbitrarias del texto), les paso un cacho de código Javascript que hice. Es para cualquier página html —independientemente del sistema de blog— y que creo que funciona bien [*] en cualquier navegador más o menos moderno.
[*] Actualizado: Más o menos bien: agego algunos trucos para Blogger y otros… … Seguir leyendo
# | hernan | 18-octubre-2004

Falconetti en Buenos Aires

Un poco de casualidad, encontré algunos datos sobre Reneé María Falconetti, la actriz de «La pasión de Juana de Arco«. Es considerada una de las mejores actuaciones del cine mudo, por lo que veo; y -parece que por exigencias del director- fue su primer y último papel en el cine grande.
A fines de la segunda guerra mundial, emigró de Suiza a la Argentina; buscando quien sabe qué.
Y murió acá mismito, en mi Buenos Aires querido, en diciembre de 1946.
Hay una película de un argentino afrancesado sobre esta emigración o exilio; y sobre otro más (Le Vigan, un actor francés acusado de colaboracionista).

Me gustaría saber —vana curiosidad— con qué ojos habrá mirado esta francesa, con tan poco pasado (y tan poco futuro) en esta tierra, aquel 17 de octubre.

P.S.: Sonará algo difícil de creer, pero este post -que tenía en mis borradores hace unos cuantos días- lo terminé de escribir y publicar recién, antes de advertir la fecha de hoy.
# | hernan | 17-octubre-2004

Teresa / sin ripios / se expresa

No se trata de literatura, pero…
Hoy es la fiesta de Santa Teresa de Jesús.
Ya habéis visto, hijas, que se han pasado algunos trabajos, aunque creo son los menos los que he escrito; porque si se hubieran de decir por menudo, era gran cansancio, así de los caminos, con aguas y nieves y con perderlos, y sobre todo muchas veces con tan poca salud, que alguna me acaeció no sé si lo he dicho que era en la primera jornada que salimos de Malagón para Beas, que iba con calentura y tantos males juntos, que me acaeció, mirando lo que tenía por andar y viéndome así, acordarme de nuestro Padre Elías, cuando iba huyendo de Jezabel y decir: «Señor, ¿cómo tengo yo de poder sufrir esto? ¡Miradlo Vos!» […]
Pues en llevar condiciones de muchas personas, que era menester en cada pueblo, no se trabajaba poco. Y en dejar las hijas y hermanas mías cuando me iba de una parte a otra, yo os digo que, como yo las amo tanto, que no ha sido la más pequeña cruz, en especial cuando pensaba que no las había de tornar a ver y veía su gran sentimiento y lágrimas. Que aunque están de otras cosas desasidas, ésta no se lo ha dado Dios, por ventura para que me fuese a mí más tormento, que tampoco lo estoy de ellas, aunque me esforzaba todo lo que podía para no se lo mostrar, y las reñía; mas poco me aprovechaba, que es grande el amor que me tienen y bien se ve en muchas cosas ser verdadero. Santa Teresa – Fundaciones – cap. 25
Prosa descuidada, ligera; «desafeitada», decía Fray Luis; es decir, sin artificios. Por lo mismo, (virtud negativa, si quieren) sin ripios. Teresa no iba a andar fijándose en no repetir una palabra, o en hacer frases cortas:
…Téngase aviso que la flaqueza natural es muy flaca, en especial en las mujeres, y en este camino de oración se muestra más; y así es menester que a cada cosita que se nos antoje, no pensemos luego es cosa de visión; porque crean que cuando lo es, que se da bien a entender. Adonde hay algo de melancolía, es menester mucho más aviso; porque cosas han venido a mí, de estos antojos, que me han espantado cómo es posible que tan verdaderamente les parezca que ven lo que no ven.

Una vez vino a mí un confesor, muy admirado, que confesaba una persona, y decíale que venía muchos días nuestra Señora y se sentaba sobre su cama y estaba hablando más de una hora y diciendo cosas por venir y otras muchas.
Entre tantos desatinos, acertaba alguno, y con esto teníase por cierto.
Yo entendí luego lo que era, aunque no lo osé decir; porque estamos en un mundo que es menester pensar lo que pueden pensar de nosotros para que hayan efecto nuestras palabras; y así dije que se esperase aquellas profecías si eran verdad, y preguntase otros efectos y se informase de la vida de aquella persona. En fin, venido a entender, era todo desatino…

Santa Teresa – Fundaciones – cap. 8
Supongo que algún profesor de literatura se pondría a eliminar la repeticiones (demasiados «es menester» … ¿la flaqueza muy flaca ? vamos! … «pensar lo que pueden pensar» … …no, no …).
Contra esos, el mismo Fray Luis ya se enojaba:
…fue atrevimiento grandísimo y error muy feo querer enmendar las palabras, porque si entendieran bien el castellano vieran que el de la madre es la misma elegancia.
# | hernan | 15-octubre-2004

Pecados poéticos

De las letras de canciones que conozco, yo le daría el primer premio al ripio a la palabra «sugerir» de Honrar la vida:
Permanecer y transcurrir / No siempre quiere sugerir / Honrar la vida

Hay mucha competencia, claro. De la misma canción, «Es una virtud, es dignidad / Y es la actitud de identidad /Mas definida» tiene lo suyo… Pero esto no es ripiosidad pura, acá hay otros pecados..

Y si hablamos de ripios combinados con pretensiones de grandeza y sentenciosidad «comprometida»… recuerdo (espero que la memoria no me traicione: Google no ha tenido el placer de encontrarlo …todavía) esta cuarteta de un gato de Carnota, «Pecado de juventud», cuyo ridículo me esforzaba en no ver, allá en mis años mozos:
Trabajo, que es la dignidad / del hombre van mermando,
y así la solidaridad / de a poco van matando.
Nótese la rima dignidad-solidaridad (toda una garantía de ortodoxia ideológica). Paladéese la fluidez sonora del tercer verso. E imagínese la proeza poética de encontrar dos gerundios consonantes intercambiables.
Un «clásico del cancionero criollo más exquisito», dictamina Página 12, que de exquisiteces criollas la sabe lunga.
# | hernan | 15-octubre-2004

La pintura amarilla

Vamos con una pequeña fábula de Robert Luis Stevenson, que viene como introducción de otro post (que vendrá mañana).

Sé muy poco sobre Stevenson, vida y obra; sólo leí «La isla del tesoro», y algún cuento suelto. Alguna vez lo menté, a propósito de «El diablo en la botella», y su relación con el padre Demian de Molokai ( cuando el cura de los leprosos (hoy beato) murió, surgieron unos cuantos «revisionistas» -protestantes en su mayoria- que lo atacaban (como surgieron cuando murió la madre Teresa de Calcuta), y Stevenson -que conocía el mundo de Molokai salió a defenderlo).

Stevenson estaba lejos de ser católico, de todas maneras; de formación calvinista, y juventud atea, parece que no pasó de ser un deísta liberal; aunque, al decir de Chesterton (que lo admiraba y defendía) no dejó de ser una especie de teólogo, en medio de una religión muerta (el calvinismo escocés del siglo XIX). Otros dicen que la cuestión es más complicada que eso. Yo no sé.

Pero la fábula que traigo acá, es una sátira; con su intención religiosa; o antireligiosa, si quieren (pero para afirmar que es «contra la Iglesia» ya hace falta demasiada …frivolidad). Yo la conozco por una mención de Ronald Knox, en «El torrente oculto«, que la califica como una de las más deprimentes de la serie.
Se llama «La pintura amarilla«; en inglés está acá. Un resumen para los que no lean inglés:
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# | hernan | 13-octubre-2004

De vuelta al redil

Al final Google me levantó la excomunión, nomás (que se reflejaba en el PageRank y en la falta de actualización del cache, pero no en las búsquedas). La concordia y la Suma también habían caído en la volteada, y también volvieron a la normalidad.

Ya que estamos promocionándonos, aprovecho: la Suma Teológica ha tenido algunos retoques en el código html y la estética. Sigo alentando a los interesados a que colaboren, sin miedo, a corregir las erratas desde la página.
# | hernan | 13-octubre-2004

La última tentación ( 2 )

Algo más sobre «La última tentación… «.
Ya sé que en el ambiente católico no estoy muy acompañado en mi mirada … indulgente. Así, varios lectores me comentan que, buena o mala película, ellos no pueden ni quieren asistir a ciertas imágenes… que no es lícito hacer ciertas ficciones, y que también las imágenes puede hacernos daño -aún asumidas como ficción, o incluso ficción dentro de la ficción -como es el caso.

A propósito de esto último, una aclaración, para los que no la vieron. Un lector [*] (un sacerdote que leyó el libro de Kazantzakis) me pregunta si en la película se conserva el carácter imaginario que tiene toda la vida «post-tentación» de Jesús (bajada de la cruz, casamiento, hijos…). Sí.
Al final, Jesús «arrepentido» pide morir en la cruz… y la escena vuelve a la crucifixión, para morir pronunciando su «Todo está cumplido». Con lo cual quedaría claro (bueno, más o menos…) que todo es una especie de visión que el diablo le presenta a Jesús como tentación, pero que él en última instancia resiste.

Acá hay una crítica recomendable de un chileno, con un buen resumen del argumento. El chileno -creyente- enumera las virtudes y defectos de la película, todo con un raro equilibrio y buen sentido. En general, coincido; aunque él es -por un lado- más severo que yo al evaluar cuán ofensiva e hiriente resulta esta «manipulación» (yo tampoco usaría esta palabra) del evangelio. Pero por el otro lado -curiosamente- es más indulgente que yo al juzgar la catolicidad de la obra; tanto en la buena intención del autor, como en la ortodoxia («Desde la perspectiva de la ortodoxia cristiana, y más exactamente desde el catolicismo de Scorsese, no hay motivo de escándalo en la narración. En ningún instante se pone en duda la misteriosa dualidad de Jesús ni su condición de salvador del hombre»… «no reduce o anula la dimensión divina de Cristo«). Yo no diría tanto… pero de todas maneras tengo poquísima confianza en mi juicio en estas materias.

También acabo de encontrar (en inglés; en First Things, una publicación católica seria … y nada progresista) este artículo, que también trata de mirar con buenos ojos la película (y que también tiene que nadar un poco contra corriente…).
[En su momento] la película fue condenada por prácticamente todas las denominaciones cristianas, aquí [EEUU] y en el extranjero; sufrió protestas, boycots, violencias y amenazas de bombas, y quedó fuera de los Blockbuster.

[…]Si bien es comprensible la oposición, creo en muchos sentidos está equivocada. El hecho de que La Ultima Tentación de Cristo se haya constituido en un ejemplo emblemático de degradación cultural, debería preocupar a todos los que quieren preservar el poder del arte para comprometer la imaginación moral. El conservadurismo cultural terminará dañándose a sí mismo si no aprende a distinguir entre los esfuerzos emprendidos con seriedad, dentro de los límites legítimos de la libertad artística, y los panfletos de mala fe.

[…] La concepción general y la realización es tan sugerente, que podemos disculpar a Kazantzakis por los excesos de su novela, y a Scorsese las fallas de su film. Asombra encontrar en esta época de auto-afirmación y avaricia espiritual, de interminables reclamos de derechos y beneficios, una presentación tan clara de la noción de auto-sacrificio, sin disculpas, sin condescendencias y sin psicologismos abaratadores…
El artículo tuvo un recibimiento dispar, según se ve en las cartas de lectores.


[*] El mismo cura me dice que le pareció un espanto («parece que ciertos grupos han perdido la noción del ridículo»… «no importa que algo sea un bodrio, o que estéticamente sea una verdadera bazofia, sólo importa que nos deje bien parados»… ) ese link que puse de «las películas más católicas de la historia». A mí también, aclaro, por las dudas…
# | hernan | 12-octubre-2004

El viaje de Chihiro

Otra película que vi —esta es menos polémica y uno puede recomendarla sin tantas dudas— es «El viaje de Chihiro«.

Nunca había visto una de dibujos japoneses, pero ésta tenía buenas críticas.
Y superó mis expectativas.

Muy lindas imágenes (los escenarios sobre todo) y una buena trama, rica, libre y con los toques clásicos de una buena historia de fantasía (la iniciación a través del trabajo humillante, la amistad, la lealtad y el sacrificio). A modo de recuerdo, armé una galería de imágenes.
# | hernan | 11-octubre-2004

La última tentación…

Este fin de semana vi «La última tentación de Cristo«, de Scorsese.
Será que yo de cine no sé nada, será que de religión tampoco, o será que estoy demasiado indulgente (o demasiado mal dispuesto hacia cierta militancia cristiana)… la cuestión es que me gustó, qué vamos a hacerle.
Una ficción, sí; y algunas lecturas heréticas de los evangelios, y de la naturaleza de Cristo… todo lo que quieran. Pero los calificativos de «blasfema» o de «ofensiva», yo no veo por dónde colgárselos.

Busco ahora opiniones en Internet, y encuentro que muchos la critican por el reparto y las actuaciones… a mí Jesús no me convenció; pero tampoco me molestó tanto el tono anglo-yanqui de muchos ( acentos y gesticulaciones; Judas sobre todo…), no me choca el irrealismo en eso. Es cierto que a veces algunos estereotipos actorales cansan, pero eso me pasa con muchisimas peliculas. Tampoco me disgustó David Bowie como Pilatos. Otros la critican por la longitud, y en verdad, algunas escenas del final podrían acortarse. No sé en qué medida el guión sigue el libro de Kazantzakis-que no leí.

La foto es del momento central de la película: el ángel enviado por Dios para salvar a Jesús (en realidad, ya sabrán, es Satanás) lo desclava de la cruz; y le besa las llagas, y le explica que Dios no quiere sacrificios sino amor… Los dos se alejan, entonces; Jesús se muestra aliviado al saber que no es el Mesías, que no tiene que salvar al mundo con su muerte; y el ángel lo envía a disfrutar del mundo, a casarse con Magdalena y a tener hijos.
Esa es la última tentación.

Varias escenas flojas, varias buenas (alguna incluso emocionante para mí). Entiendo que algunas cosas puedan crispar a un cristiano (siempre es delicado hacer ficciones sobre una persona que uno conoce y quiere… y en este caso, ni hablar). Pero creo que para mí la escena más dura (más que las escenas sexuales, o que las confusiones o imperfecciones o pecabilidad de Jesús —en general: todo los rasgos que prácticamente niegan que tuviera una naturaleza divina— ) fue cuando Jesús, ya viejo, se encuentra con Pablo predicando y lo desmiente.
(De paso: he visto poco cine, pero sabía que a ese Pablo lo tenía visto de algún lado… me llevó bastante tiempo darme cuenta de dónde: de «Alien«… y y también es el protagonista de «Paris, Texas»).

En fin, puede que me equivoque; pero, aunque no me animaría a recomendarla, yo no veo el mentado «anti-catolicismo» por ningún lado.
# | hernan | 11-octubre-2004

Presencia sentida

Apretón de manos de un amigo, vuelto a ver después de una larga ausencia.

No me importa si eso, para el tacto, es placer o dolor; yo siento directamente la presencia de mi amigo, como el ciego siente directamente los objetos en el extremo de su bastón.

Lo mismo las circunstancias de la vida, cualesquiera sean. Y Dios.
Simone Weil.
Escrito en sus Cuadernos – recopilado en «La Gravedad y la Gracia«.
# | hernan | 9-octubre-2004

En el limbo

La noticia apenas si es una noticia. Parece que el Papa encargó a los teólogos que investiguen el tema de los niños que mueren sin bautismo, en conexión con otros temas teológicos fundamentales (y apasionantes).

Esto, naturalmente, ha causado la hilaridad de muchísimos agudos periodistas. (El Papa está pensando en el Limbo!). Pueden ver acá la noticia -en versión laica-, de la agencia Reuters (no es el columnista de Página 12 o Le Monde-Dipló) … en la sección «Oddly enough» de Yahoo News, junto con otras noticias casi tan risibles y ridículas. Acá en castellano.


En otro orden de cosas, (más o menos): me entero de casualidad que en South Park hay una especie de sátira sobre La Pasión de Cristo (la película), que incluye un fraternal consejo de uno de los personajes (Stan) : «Si quieres ser cristiano, está bien (that’s cool), pero deberías atenerte a lo que Jesús enseñó, no a cómo murió. Enfocarse en su muerte fue lo hizo la gente en la Edad Media, y eso termina verdaderamente mal».
Esta perla de sabiduría contemporánea, al parecer, ha sido muy festejada y citada allá en el norte.
Y —más alucinante aún— dicen que la advertencia ha sido dirigida al mismo Bush … y por partidarios: conservadores evangélicos que se consideran contraculturales.

Y por cierto, por acá no andamos mucho mejor.

Como dicen que decía el buen Policarpo… Dios mío, en qué mundo me has hecho nacer.
# | hernan | 8-octubre-2004

Espíritu monástico

Mari Cruz, cristiana en Japón, (y con blog) aporta lo suyo respecto del espíritu monástico que decíamos ayer.
# | hernan | 8-octubre-2004

Protestantes benedictinas

Amy Welborn trae un post -en inglés, y con comentarios interesantes de los lectores- sobre un monasterio benedictino ecuménico. Cita el caso de una ministra prebisteriana que está entrando, y el caso de Kathleen Norris, conocida escritora, protestante y oblata benedictina en ese monasterio.

No sabía yo que alguien pudiera ser benedictino sin ser católico. Pero, como aclaran por ahí, los benedictinos, a pesar de la sigla OSB que usan (Orden de San Benito) no son propiamente una orden (en el sentido de las órdenes de los dominicos, carmelitas, franciscanos, etc), sino más bien una forma de vida monástica y una espiritualidad, basadas en la antigua regla de San Benito (siglo VI): recién en el siglo XIX se formó la Confederación Benedictina, que agrupó a los distintos monasterios y congregaciones existentes; pero no hay una Constitución única. Sí pueden llamarse propiamente «órdenes» los Trapenses, Cistercienses y otros, que son como ramas de los benedictinos. (Sé muy poco de todo esto, se aceptan correcciones).

P.S.: Ignacio me acerca más datos: … Seguir leyendo
# | hernan | 7-octubre-2004

La hipérbole

Hay un chistecito conocido —bastante tonto, y encima requiere algo de matemática—. Jesús estaba hablando a sus discípulos, y dijo :
—»Y es igual a equis al cuadrado».
Pedro empezó
«—Maestro, no entendemos…«, pero Andrés lo reprendió por lo bajo
«—No seas bruto, Simón: ¿no ves que es una parábola?».

Esta bien. Pero el estilo de Jesús no era sólo parabólico: también en ocasiones era hiperbólico [*] (el camello que debe pasar por el ojo de la aguja…).

Y creo yo que tenemos un poco relegada la hipérbole, esa especie de exageración aparente. Parece que hoy sólo los niños tuvieran la necesaria libertad de espíritu para gustarla.
Sin embargo, como decía el mismo Leon Bloy (tipo hiperbólico, si los hay; y tan ignorado hoy día -sobre todo en el mundo anglo-americano-, acaso un poco por eso), para hacer ver algunas cosas -el mal, sobre todo- hay que pintarlas grandes. Exagerarlas. Para verlas uno mismo, incluso.
Y no es una estrategia de sofista, no son mentiritas para seducir.
Es cuestión de perspectiva correcta, nomás.

[*] Y, ya estirando un poco demasiado el juego de palabras, podemos completar las cónicas: puede también decirse que a veces era elíptico… y quizás también circular.
# | hernan | 6-octubre-2004

Tolkien, sobre el matrimonio

Fragmento de una carta que J. R. R. Tolkien escribió a su hijo Michael (año 1941, sus edades: 49 y 21 años), sobre matrimonio y temas sexuales (uno se resiste a usar estas palabras en estos tiempos, en que por «educación sexual» nuestros educadores entienden explicar a los chicos el uso de preservativos, lubricantes y perversiones, pero yo no tengo culpa).
Y es claro que Tolkien no es ninguna autoridad en estas materias. Pero tiene lo suyo.
El trato de un hombre con las mujeres puede ser puramente físico -en realidad, ello no es posible, por supuesto: pero quiero decir que puede negarse a tener otras cosas en cuenta, con gran daño para su alma (y su cuerpo) y también para los de ellas-; o «amistoso»; o puede ser un «amante» (comprometiendo y mezclando todos sus afectos y potencias de mente y cuerpo en una compleja emoción poderosamente coloreada y animada por el «sexo»). Ésta es una palabra desvalorizada. La confusión del instinto sexual es uno de los principales síntomas de la Caída.
La palabra ha ido «yendo a peor» a lo largo de las edades. Las variadas formas sociales se mudan, y cada nuevo modelo tiene sus peligros especiales; pero el «duro espíritu de la concupiscencia» ha recorrido todas las calles y ha estado agazapado socarrón en cada casa desde la caída de Adán.

[…]
…. Éste es un mundo caído, y no hay armonía entre nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestras almas.
Sin embargo, la esencia de un mundo caído consiste en que lo mejor no puede alcanzarse mediante el placer libre o mediante lo que se llama «autorrealización» (por lo general, un bonito nombre con que se designa la autocomplacencia, por completo enemiga de la realización de los otros), sino mediante la negación y el sufrimiento. La fidelidad en el matrimonio cristiano implica eso: una gran mortificación. Para el hombre cristiano no hay escape. El matrimonio puede contribuir a santificar y dirigir los deseos sexuales a su objetivo adecuado; su gracia puede ayudarlo en la lucha; pero la lucha persiste. No lo satisfará, del modo que el hambre puede mantenerse alejada mediante comidas regulares. Su matrimonio le traerá tantas dificultades para la pureza propia de ese estado, como consuelos.
No hay hombre, por fielmente que haya amado a su prometida y novia cuando joven, que le haya sido fiel ya convertida en su esposa en cuerpo y alma sin un ejercicio deliberadamente consciente de la voluntad, sin autonegación.

A muy pocos se les advierte eso, aun a los que han sido criados «en la Iglesia». Los que están fuera de ella rara vez parecen haberlo escuchado.
Así, cuando el enamoramiento desaparece o se debilita, piensan que han cometido un error y que no han dado todavía con la verdadera compañera del alma. Con demasiada frecuencia, la verdadera compañera del alma resulta ser la primera mujer sexualmente atractiva que se cruza en el camino. Alguien con quien podrían casarse muy provechosamente con que sólo…
De ahí el divorcio, que nos procura ese «con que sólo».
Y por supuesto, por lo general tienen razón: han cometido un error. ¡Sólo un hombre muy sabio al final de su vida podría decidir atinadamente con quién podría haberse casado con más provecho entre el total de oportunidades posibles! Casi todos los matrimonios, aun los felices, son errores: en el sentido de que casi con toda certeza (en un mundo más perfecto, o incluso, con un poco más de cuidado, en este tan imperfecto) ambos cónyuges podrían haber encontrado compañeros más adecuados.
Pero el «verdadero compañero del alma» es aquel con el que se está casado de hecho.

Es muy poco lo que uno mismo puede en verdad elegir: la vida y las circunstancias lo hacen casi todo (aunque si hay un Dios, éstas deben de ser Sus instrumentos o Sus apariciones). Es evidente que, de hecho, los matrimonios felices son más corrientes cuando la «elección» de los jóvenes está aún más limitada por la autoridad parental o familiar, con tal de que exista una ética social que determine la responsabilidad y la fidelidad conyugales. Pero aun en los países donde la tradición romántica ha afectado las disposiciones sociales al punto que la gente cree que la elección de un compañero es exclusiva incumbencia de los jóvenes, sólo la más rara de las suertes reúne al hombre y la mujer que están, por decirlo así, mutuamente «destinados», y son capaces de un amor grande y profundo…
# | hernan | 5-octubre-2004

La hermana terrible

Mencioné alguna vez a las hermanas de Teresa de Lisieux. Me pregunta alguien si sé algo más sobre Leonia, la más problemática… (a mí también me había llamado la atención… curiosidad por entender exactamente cuáles eran sus problemas…) pero no encontré más que ese link.
Pero la misma que me trajo la pregunta me trajo después este link (en castellano; traducen Leoncia; saltear hasta el subtítulo «Qué niña más terrible!»).

Interesante. Parece que la chica tenía realmente problemas, más de lo que yo imaginaba. Una torpeza muy pronunciada -intelectual, física, afectiva- y enfermedades crónicas (ezcemas purulentos con picazón en todo el cuerpo, migrañas, problemas intestinales, reumatismo). Mente muy retrasada y psiquis muy inestable. Un desastre, bah.
Después de la muerte de Teresita (esto ya lo sabíamos) logró entrar como religiosa (tercer intento definitivo).
Dicen que se asombró al enterarse de que su hermana iba a ser canonizada. Dicen que rezaba: «Señor, poca brillantez has puesto en mi vida; haz que, como tú, me dedique a los valores auténticos, despreciando los valores humanos, para estimar y desear solamente lo absoluto, lo eterno, el amor de Dios a fuerza de esperanza».
Así vivió —bastante bien, dicen— en religión hasta su muerte a los 78 años.
Y dicen que al fin de cuentas —curioso y algo enternecedor— la niña terrible se ha ganado sus buenos devotos… sobre todo los padres con hijos problemáticos; y le piden su intercesión, y hasta visitan su tumba para agradecerle.
# | hernan | 4-octubre-2004

Beata Ana Catalina

Hoy fue beatificada Ana Catalina Emmerich.

Sus «Visiones» son algo asombroso. Muy (pero muy) admiradas por Leon Bloy, entre otros. No han sido, sin embargo, muy estimadas en el medio católico, en general; a muchos incomoda tanta imaginería («¿ todo esto es verdad sobrenatural o no ? no parece que lo sea, sería demasiado enorme; mejor dejarlo de lado, entonces»); y además su obra ha tenido demasiados favores por parte de sectores tradicionalistas de dudosa sensatez (el mismo Mel Gibson…). Junten eso al consabido desprecio por la belleza y ese racionalismo de bajo vuelo de tantos católicos (aún intelectuales)… y ahí tienen.

Un tema aparte sería discernir cuánto influyen estas «Visiones» (a favor y en contra) en la decisión de (tras más de un siglo de proceso) proclamarla beata; como igualmente cuánto influye (a favor y en contra) su predicamento en los dichos sectores católicos. No me meto en eso; aguas demasiado profundas (y turbias) para mí. Notemos igualmente, como simple hecho, que al parecer la declaración no menciona a las visiones (sí sus estigmas).

De sus «Visiones», transcriptas y editadas por Clemente Brentano:
Mi ángel me llama y me guía, ya a un lugar, ya a otro. Con frecuencia voy en su companía.
Me conduce con gentes a quienes he visto alguna vez, y adonde hay gente desconocida. Me lleva sobre el mar, rápido como el pensamiento, y entonces voy lejos, muy lejos. El fue quien me llevó a la prisión donde estaba la reina de Francia.
Cuando se acerca a mí para acompañarme a alguna parte, muchas veces veo primero un resplandor y después surge de repente su figura en la oscuridad de la noche, como esos fuegos articiales que se encienden súbitamente.

Mientra viajamos, por encima de nosotros es de noche , pero en la tierra hay resplandores. Vamos desde aquí, a través de comarcas conocidas, a otras cada vez más lejanas…

Tengo que recorrer a pie todos los caminos y trepar muchas veces montañas escarpadas; las rodillas me flaquean doloridas, y mis pies arden, pues siempre voy descalza.
Mi guía vuela, unas veces delante de mí y otras a mi lado, siempre muy silencioso y reposado. Acompaña sus respuestas breves con movimientos de mano o con inclinaciones de cabeza. Es brillante y transparente, a veces severo, a veces amable. Sus cabellos son lisos, sueltos y despiden reflejos; lleva la cabeza descubierta y viste un largo traje, resplandeciente como el oro.
Hablo confiadamente con él; pero nunca puedo verle el rostro, pues estoy muy humillada en su presencia.

El me da instrucciones, y yo me averguenzo de preguntarle muchas cosas, pues experimento una alegría celestial en su compañía. Es siempre muy parco en palabras. Lo veo también cuando estoy despierta. Cuando hago oración por otros y él no está conmigo, lo invoco para que vaya con el ángel de aquellos. Si está conmigo, le digo muchas veces «Ahora me quedaré aquí sola; vete allá y consuela a esa gente»; y lo veo desaparecer.
Cuando llegamos al mar y no sé cómo pasar a la orilla opuesta, de repente me veo del otro lado y miro maravillada hacia atrás.
Más información en Zenit. (El último link es una entrevista a una artista libanesa ortodoxa, que dice » Creo que hay que reconocer la valentía de Juan Pablo II y de su Iglesia, que han reconocido la santidad de Anna Katharina Emmerick, en una época en la que basta decir que uno no la desprecia para ser despreciado» … lo cual acaso sea demasiado decir).

Con todo, estoy contento.
# | hernan | 3-octubre-2004

La catequesis de Evelyn Waugh

Cuando Evelyn Waugh decidió acercarse al catolicismo —1930, él tenía 27 años, dos novelas, un divorcio, un entorno de artistas, intelectuales y gente de alta sociedad —, su instructor fue el padre D’Arcy; un cura jesuita experimentado en esas lides. Waugh era un tipo de esos de exterior frío, con sus ribetes de acidez e ironía, y un implacable desdén contra cualquier tipo de sentimentalismo. Es difícil —siempre es difícil— determinar sus motivos para su conversión (su acercamiento en esos días a cierta familia de alta sociedad y con un catolicismo algo extravagante parece sólo una ocasión y no un motivo), pero seguramente tuvo algo que ver la necsidad de encontrar un punto de apoyo, un punto firme en el caos moral e intelectual que era su vida.
Sus charlas con el padre D’Arcy, entonces, fueron algo atípicas. Y el cura estaba contento de esa atipicidad. Años después recordaba:
[Evelyn Waugh] era un hombre de convicciones muy fuertes y de cabeza muy clara. Se había convencido a sí mismo de un modo que no tenía nada que ver con los sentimientos, solamente con una pasíón intelectual, acerca de la verdad de la fe católica, y estaba seguro de que así debía salvar su alma.
De ahí que en las charlas que tuvo conmigo siempe quería saber exactamente el significado y el contenido de la fe católica, y a veces me interrumpía para hacer objeciones; una vez que lo entendía, me pedía que siguiera adelante.

Por eso, fue una de las personas que he conocido que daba más satisfacciones a su instructor en la fe… a diferencia de otras, que recuerdo que siempre estaban diciendo:
—»Sí, creo que eso encaja con mi experiencia…»
Evelyn jamás decía esas cosas. Lo que deseaba por encima de todo era enterarse de lo que Dios había revelado, no de lo que él sentía.
# | hernan | 3-octubre-2004

Pecado y estética

Barbara Nicolosi (una bloguera yanqui, católica, guionista de Holywood y con mucho sentido común) comenta sobre entretelones de la película sobre Santa Teresita que se estrenó (en EEUU) hoy. El post es notable -y doloroso. Me parece que el asunto (no sólo la película, sino todo lo que la ronda) es peor de lo que yo sospechaba. Parece que es una muestra más del desprecio (por no decir odio) de tantos católicos por la belleza.
Así les va.

Cada vez me fastidian más esos militantes, tan entusiastas a la hora de criticar o apoyar a otros según lo que opinan, en lugar de lo que hacen (contemplación incluida): tal o cual persona o panfleto es bueno, es «de buena línea», dicen. Que sea torpe, importuno, feo … eso es secundario, meras cuestiones de forma, de ropaje, de tono (eso será a lo sumo motivo de lamento, no de condena).
«A la tarde nos juzgarán por nuestras opiniones»… parecen creer.

No sé si no vendría bien recordar el sentido original de la palabra «pecado» (como tropiezo, fallo, error); y que si yo digo «Un cineasta católico que hace una película mala (devota y bien intencionada) sobre Santa Teresita, comete un pecado» estoy diciendo algo más que un arcaísmo. No sé si no podría aplicarse aquello de que no se trata de decir «Señor, Señor», sino de cumplir la voluntad del Padre. Y no sé si será presuntuso suponer que amar la belleza y la inteligencia (con un amor que no es un sentimiento o una opinión, sino un acto – con su cuota de sacrificio, esfuerzo y atención) es cumplir esa voluntad.
… los católicos modernos odian el arte con un odio salvaje, atroz; les asusta la Belleza como una tentación pecaminosa, como el Pecado mismo, y la audacia del Genio les horroriza como una mueca de Lucifer.
… decía Leon Bloy hace un siglo. Y creo que eso contesta, en parte al menos, una pasada perplejidad de la misma Barbara (cómo es que Europa tiene tanta belleza y tan poca fe). Un lector le comenta
… cierta eclesiología contemporánea que se enseña en los seminarios, ve a la «belleza estética» como un obstáculo a la creación de la «belleza moral», al sentido de «comunidad» que la nueva liturgia supuestamente debe propiciar. Es en realidad una vieja bandera de la Reforma, que dio lugar a la tendencia iconoclasta protestante; y ahora la tenemos entre nosotros.
Esto tiene sus más y sus menos, a mi ver. Porque, como cualquiera puede comprobar entrando a una iglesia porteña «vieja», barroca en la ornamentación y sulpiciana en las imágenes, el problema no es «contemporáneo» ni de «iconoclastia», sino de fealdad pura y simple. Verdad es que la profusión de fealdad y la iconoclastia pueden verse como esos opuestos que están en el mismo plano, en relación directa (como el comunismo frente al capitalismo, tal vez).

Sobre la formación en los seminarios, no conozco demasiado… pero sospecho fuertemente que si los curas salieran conociendo menos frases hechas para meter en sus sermones y más poesía (pero poesía en serio; no versitos devotos) sería un bien enorme. Meras sospechas -o prejuicios- míos.

El mismo comentador cita una frase notable de Simone Weil: «La Belleza es la trampa que Dios nos tiende». Trampa que nos tiene para atraparnos, se entiende. Bloy diría que los católicos modernos parecen creer que la Belleza es la trampa del Diablo.
# | hernan | 1-octubre-2004

Singulares

—Volveos Excepcionales, lo mismo que vuestro Padre, el cual es ciudadano del cielo; vosotros no lo sois todavía. No seáis Masa, volveos Singulares, Diferentes, Individuos. En suma, «llegad a ser lo que sois, volveos Persona y no os resignéis a ser siempre Rebaño…»
—¿Quién dijo eso?
—Jesucristo.
—Usted tergirversa. Jesucristo ¿no dijo por ventura: «Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto»?
—Sí. Así traduce la Vulgata. Pero yo le aseguro categóricamente que estrora traduccion no es infiel; y para nosotros los condenados a ser pisoteados por la bestialidad de la Masa, quizá sea mejor estrora de Jerónimo del Rey que la del mismísimo San Jerónimo. ¿Que significa exactamente teleiois en griego? Vea cualquier diccionario: una cosa dinámica y no estática. Por tanto, haceos Excepcionales, como vuestro Padre que está en los cielos es Unico. Haced un esfuerzo para llegar a ser lo que sois, es decir, Individuos; es decir, Unicos; es decir, Perfectos; es decir, Santos.
De Castellani (Jerónimo del Rey era uno de sus seudónimos), mentando al santo de ayer (San Jerónimo), e inspirado seguramente por el santo de su devoción («San Soren Kirkegord«).

En la fiesta de Santa Teresita, una que supo ser singular en el mejor sentido de la palabra (que es el más difícil; para serlo, para explicarlo y para percibirlo).
# | hernan | 1-octubre-2004