Ya sé que en el ambiente católico no estoy muy acompañado en mi mirada … indulgente. Así, varios lectores me comentan que, buena o mala película, ellos no pueden ni quieren asistir a ciertas imágenes… que no es lícito hacer ciertas ficciones, y que también las imágenes puede hacernos daño -aún asumidas como ficción, o incluso ficción dentro de la ficción -como es el caso.
A propósito de esto último, una aclaración, para los que no la vieron. Un lector [*] (un sacerdote que leyó el libro de Kazantzakis) me pregunta si en la película se conserva el carácter imaginario que tiene toda la vida «post-tentación» de Jesús (bajada de la cruz, casamiento, hijos…). Sí.
Al final, Jesús «arrepentido» pide morir en la cruz… y la escena vuelve a la crucifixión, para morir pronunciando su «Todo está cumplido». Con lo cual quedaría claro (bueno, más o menos…) que todo es una especie de visión que el diablo le presenta a Jesús como tentación, pero que él en última instancia resiste.
Acá hay una crítica recomendable de un chileno, con un buen resumen del argumento. El chileno -creyente- enumera las virtudes y defectos de la película, todo con un raro equilibrio y buen sentido. En general, coincido; aunque él es -por un lado- más severo que yo al evaluar cuán ofensiva e hiriente resulta esta «manipulación» (yo tampoco usaría esta palabra) del evangelio. Pero por el otro lado -curiosamente- es más indulgente que yo al juzgar la catolicidad de la obra; tanto en la buena intención del autor, como en la ortodoxia («Desde la perspectiva de la ortodoxia cristiana, y más exactamente desde el catolicismo de Scorsese, no hay motivo de escándalo en la narración. En ningún instante se pone en duda la misteriosa dualidad de Jesús ni su condición de salvador del hombre»… «no reduce o anula la dimensión divina de Cristo«). Yo no diría tanto… pero de todas maneras tengo poquísima confianza en mi juicio en estas materias.
También acabo de encontrar (en inglés; en First Things, una publicación católica seria … y nada progresista) este artículo, que también trata de mirar con buenos ojos la película (y que también tiene que nadar un poco contra corriente…).
[En su momento] la película fue condenada por prácticamente todas
las denominaciones cristianas, aquí [EEUU] y en el extranjero;
sufrió protestas, boycots, violencias y amenazas de bombas,
y quedó fuera de los Blockbuster.
[…]Si bien es comprensible la oposición, creo en muchos sentidos está equivocada. El hecho de que La Ultima Tentación de Cristo se haya constituido en un ejemplo emblemático de degradación cultural, debería preocupar a todos los que quieren preservar el poder del arte para comprometer la imaginación moral. El conservadurismo cultural terminará dañándose a sí mismo si no aprende a distinguir entre los esfuerzos emprendidos con seriedad, dentro de los límites legítimos de la libertad artística, y los panfletos de mala fe.
[…] La concepción general y la realización es tan sugerente, que podemos disculpar a Kazantzakis por los excesos de su novela, y a Scorsese las fallas de su film. Asombra encontrar en esta época de auto-afirmación y avaricia espiritual, de interminables reclamos de derechos y beneficios, una presentación tan clara de la noción de auto-sacrificio, sin disculpas, sin condescendencias y sin psicologismos abaratadores…
El artículo tuvo un recibimiento dispar, según se ve en las cartas de lectores.
[…]Si bien es comprensible la oposición, creo en muchos sentidos está equivocada. El hecho de que La Ultima Tentación de Cristo se haya constituido en un ejemplo emblemático de degradación cultural, debería preocupar a todos los que quieren preservar el poder del arte para comprometer la imaginación moral. El conservadurismo cultural terminará dañándose a sí mismo si no aprende a distinguir entre los esfuerzos emprendidos con seriedad, dentro de los límites legítimos de la libertad artística, y los panfletos de mala fe.
[…] La concepción general y la realización es tan sugerente, que podemos disculpar a Kazantzakis por los excesos de su novela, y a Scorsese las fallas de su film. Asombra encontrar en esta época de auto-afirmación y avaricia espiritual, de interminables reclamos de derechos y beneficios, una presentación tan clara de la noción de auto-sacrificio, sin disculpas, sin condescendencias y sin psicologismos abaratadores…
[*] El mismo cura me dice que le pareció un espanto («parece que ciertos grupos han perdido la noción del ridículo»… «no importa que algo sea un bodrio, o que estéticamente sea una verdadera bazofia, sólo importa que nos deje bien parados»… ) ese link que puse de «las películas más católicas de la historia». A mí también, aclaro, por las dudas…