Apretón de manos de un amigo, vuelto a ver después de una larga ausencia.
No me importa si eso, para el tacto, es placer o dolor; yo siento directamente la presencia de mi amigo, como el ciego siente directamente los objetos en el extremo de su bastón.
Lo mismo las circunstancias de la vida, cualesquiera sean. Y Dios.
Simone Weil.No me importa si eso, para el tacto, es placer o dolor; yo siento directamente la presencia de mi amigo, como el ciego siente directamente los objetos en el extremo de su bastón.
Lo mismo las circunstancias de la vida, cualesquiera sean. Y Dios.
Escrito en sus Cuadernos – recopilado en «La Gravedad y la Gracia«.