Archivo por meses: noviembre 2005

Abuso de metáfora

El emporio Google, dice La Nación
… puso patas para arriba la nueva burbuja de Internet.
No está al alcance de cualquiera, eso de poner patas arriba una burbuja. (Y aunque lográramos imaginarlo, la frase seguiría sin sentido).
De paso: la nota se titula «Los personajes clave de la tecnología mundial actual«. En realidad, como se comprueba leyendo, lo que determina el carácter de «personaje clave» es el tamaño de la cuenta bancaria.

# | hernan | 30-noviembre-2005

¿La pescás?

Una «Asociación por el tratamiento ético de los animales» publica una revista-folleto en formato de historieta —comic—, para concientizar a los niños sobre la aberrante práctica de la pesca deportiva. En la tapa, un pescador que acaba de sacar una pieza, y destripa con sádica satisfacción el vientre del pescado, mientras sobre la mesa otro pescado agoniza, con notorio dolor. El título, con tipografía sensacional, denuncia:
¡Tu papá mata animales!!
Imagina que un hombre te muestra un caramelo. A tí te gustan los caramelos, de manera que te acercas y lo tomas. Pero entonces… un anzuelo metálico te atraviesa la mano, y eres izado en el aire. Te esfuerzas en librarte, pero es en vano. Estás atrapado, y nada puedes hacer.
Te sentirías verdaderamente aterrorizado, ¿no te parece ? Jamás se te ocurriría tenderle a una persona una trampa semejante , ¿verdad?

Pues bien … adivina qué: ¡Tu papi hace eso mismo con los peces! ¡Y los peces también se sienten aterrorizados!

… Todos sabemos que matar está mal, pero algunos tienden a olvidarlo cuando las víctimas no se nos parecen. Puesto que tu papá no te está enseñando a distinguir el bien del mal, tú deberías enseñarle a él que pescar es matar, y que matar está mal.

Hasta que tu padre no aprenda que matar no es algo divertido, deberías mantener tu perrito o gatito alejado de él. Si él está tan acostumbrado a matar animales inocentes, ¡ellos podrían ser los siguientes!
Si a uds. esto les parece imaginario, o una broma, le diré que a mí también. Pero es en serio.

Lo traigo más como ilustración que otra cosa. Y sería fácil traer otras ilustraciones de lo mismo, pero ésta (vía el mismo Mark Shea, a pocos posts de distancia de aquel sobre los posts anti-abortistas; aunque él no los relaciona) me resultó particularmente gráfica. ¿Ilustración de qué? Veré de intentar explicarlo mañana, aunque tal vez no haga falta (también tiene alguna relación con lo del Abad Macario).
Mientras tanto podemos hacer el breve ejercicio de intentar imaginar los mecanismos mentales -las pasiones- que tienen lugar en la gente responsable de este folleto.
Gente bienintencionada, dirá alguno… Serán. Pero, mire, yo ya estoy empezando a dudar que ese adjetivo signifique algo.
# | hernan | 28-noviembre-2005

La ira de los buenos

Si reprendiendo a alguien te dejas llevar por la cólera, satisfaces tu propia pasión.
Por lo tanto, no te pierdas a ti mismo para salvar a otros.
Un dicho atribuido al Abba Macario, siglo IV. Lo leí ayer en los «Apotegmas de los Padres del Desierto».
Y me vino justo.
# | hernan | 28-noviembre-2005

Peregrinos conectados

Tres años atrás, me decidí a hacer una de esas peregrinaciones a pie a Luján. Un poco tarde, como es típico en uno. Pero no demasiado tarde (también típico).

En su momento, me alegré de haber tomado la decisión. Ahora, a la distancia, me alegro más. Porque veo que, en algún sentido estuvo muy cerca de haber sido «demasiado tarde».

Digo… porque imagino que aquella debe haber sido la última peregrinación sin teléfonos celulares.

# | hernan | 28-noviembre-2005

Carteles

Entro a la iglesia, y me encuentro con un gran cartel de papel que cuelga atravesando la nave lateral. «¿Qué iglesia te gustaría tener?»

Ehhmmm…
Una que no cuelgue estos carteles.
Una que no los cuelgue para hacer estas preguntas.
Una que tenga el criterio para no usar la tipografía Comic Sans en sus carteles.

Me dirán que lo último es una frivolidad.
En sí, lo será. Pero como síntoma —o como símbolo— puede ser algo significativo.

# | hernan | 25-noviembre-2005

Con aliados como estos…

Se ven afiches en Buenos Aires, en contra del aborto, mostrando imágenes brutales de fetos abortados. Un «Partido de la Reconstrucción Nacional» figura como firmante y responsable.
Si les digo que está táctica me molesta más que las tácticas de los abortistas, tal vez exagere; tal vez no. [*]
No exagero, en cambio, si digo que el tal partido se ha ganado aquí un enemigo que les desea la desaparición, como partido, como medio, como secta. Deseo que hago extensivo a los de Cabildo y a todos los que ostentan con orgullo (y alimentan) este conocido pathos. Por el bien de la nación, la tradición, la hispanidad, el catolicismo y todas esas grandes cosas que dicen y creen defender. Y sobre todo por el bien de ellos.

[* «Estas tácticas no sirven para cambiar mentalidades, sólo sirven como una especie de masturbación, una mera descarga de ira por parte de activistas que no están realmente interesados en persuadir a nadie, y que por lo mismo resultan contraproducentes.» Mark Shea anteayer, ante un caso similar en EEUU. ]
# | hernan | 25-noviembre-2005

El qué dirán

Al comienzo del Bhagavad-Gita (lo estoy leyendo, con intervalos) el héroe, Arjuna, se niega a participar en una batalla, viendo en las filas enemigas a tantos parientes y amigos. Krishna (avatar del dios Vishnu), dialoga con él para hacerlo desistir de su pacifismo. Entre otras muchas cosas, le dice:
Tus enemigos dirán de ti cosas indignas, despreciando tu valor. ¿Puede haber algo más penoso que esto?
No es difícil -bastan unas gotas de de liviandad y mala voluntad- burlarse de semejante exhortación divina. Ah, te preocupa el «qué dirán»… !
Pero es claro que no vale la pena leer un libro religioso (bah, no vale la pena leer nada) con liviandad y mala voluntad.

Y es claro que cuando la sociedad nos dice «lo que debes hacer es esto» tendemos con demasiada facilidad a rebelarnos (a veces con razón; pero generalmente con frivolidad; y encima, con jactancia, como si todos fuéramos Antígonas). Es claro el juicio de los demás sobre nuestros actos es atendible, en cierta medida.
¿En qué medida? En la medida en que podemos entrever que el juicio ajeno, la mirada del prójimo, es más confiable y certera que la propia mirada, tantas veces oscurecida por las excusas cobardes y mentirosas que nuestra propia alma fabrica para su comodidad. En la medida en que el «qué dirán» funciona como espejo que nos ayuda a vernos, y discernir mejor cuál es nuestro deber.

En esa medida, solamente. Y quién sabrá medir bien…

… Seguir leyendo
# | hernan | 25-noviembre-2005

Anticlericalismo católico

De una carta privada:
… Hay que impedir que este asunto se convierta en eclesiástico, pues en este caso caería en manos de los sacerdotes locales; y si son poco inteligentes estropearían todo.
El asunto en cuestión es la formación de un grupo católico laico, en la Inglaterra de 1851. Y el anticlerical que da el consejo es… el cardenal John H. Newman. (Bueno, no era cardenal todavía, creo).
No sé muy bien qué es lo que tiene Newman… una especie de buen sentido y de equilibrio; sencillez y franqueza; penetración para mirar la realidad, y delicadeza para comunicarla. No debería ser algo tan raro, un tipo así; no debería destacarse tanto uno que se limitara a ejercer virtudes tan humildes, tan poco impresionantes. Pero así es la cosa.

Siglo y medio después, y acá lejos, estos consejos todavía pueden leerse, tal vez con provecho:
Creo que el fin que debería proponerse es un grupo de laicos que se consagren a la causa de la iglesia […] Los hombres realizan con gusto aquello que hacen por iniciativa propia, según su juicio personal. Me gustaría mucho que hiciera ud. algo así, es una cosa de gran importancia. ¿No podría ud. elegir media docena de hombres, acaso algo más? Sería, desde luego, una iniciativa independiente, y de ningún modo oficial (sólo con la aprobación secreta del cardenal y de monseñor Ullathorne). Si algo puedo hacer para conseguir que den su aprobación, disponga de mí […] Sobre todo quisiera que escogiera sólo a hombres por su capacidad de acción. Y eso no podría usted si se tratara de un emprendimiento abiertamente impulsado por los obispos, pues se ofendería, de no admitirlas, a personas nobles y respetables. Pero si se trata de una iniciativa no oficial, la elección dependerá de usted […].

El fin de tales hombres sería recordar a sus correligionarios que tienen el deber de preservar la independencia espiritual de la Iglesia y de grabar en el espíritu del pueblo inglés que es un reino «que no es de este mundo». O bien, escoja un fin más amplio sin excluir éste, por ejemplo, dar a conocer a los laicos la posición de la iglesia de Inglaterra, y el método a emplear para defenderla […].

Si pudiera usted encontrar dos o tres buenos oradores podría organizar reuniones públicas en las grandes ciudades. Sé que esto exige una buena dosis de valor, pero seguramente encontrará usted personas jóvenes para llevar a cabo el proyecto. Nosotros teníamos treinta años poco más o menos cuando lanzamos los «Tractos» […].

Hay que impedir que este asunto se convierta en eclesiástico, pues en este caso caería en manos de los sacerdotes locales; y si son poco inteligentes estropearían todo el asunto.
Pero sin embargo, es necesario que permanezca bajo la autoridad de la iglesia
# | hernan | 24-noviembre-2005

Tom Bombadil

La editorial Minotauro presentará el próximo 15 de noviembre en España «Las aventuras de Tom Bombadil«, una edición bilingüe de 16 poemas inéditos de Tolkien…
.. dice «Página (cuando uno está en la onda dice, «página», a secas nomás; pero con mayúscula, eso sí). Pues no, señores. Eso les pasa por copiarse y no estudiar, ven. Los poemas sólo son «inéditos» en castellano; en todo caso, lo inédito sería la traducción.
El resto de los datos (las fechas más o menos arbitrarias -1922/1962-, lo de que «dominaba veinte idiomas», lo de que «sólo él se ha atrevido a experimentar una actualización del metro anglosajón en el inglés actual», y otras dudosas liviandades), están copiados y pegados, burdamente, de esta entrevista (primera cosa que el periodista encontró en Google, claro).

Esta edición castellana de los poemas (que no están inspirados en ningún muñeco holandés azul, que sólo aluden a Tom Bombadil en dos o tres de los dieciséis; y que además -digámoslo- contiene poco o nada que pueda interesar al 99.999% de los fans de Tolkien) tiene una particularidad que Página no conoce.

Resulta que allá en los lejanos tiempos -1999?- en que frecuentábamos la lista de correos Tolkien, varios integrantes de la lista -españoles y argentinos, en su mayoría- emprendieron la tarea de traducir esos poemas; con bastante libertad y entusiamo de fans. Emprendimos, podría decir, porque hasta yo -más amateur que la media- llegué a meter mano en alguno. Con el tiempo, estos afanes, entre otros afines, dieron origen a este sitio [*].
Pasó el tiempo, llegó el ciencuentenario, y Minotauro decide editar el libro de poemas; y a contrapelo de sus planes iniciales y de lo que podía esperarse, decide usar esas versiones.
Linda cosa, además, porque la editorial es española pero con raíces argentinas: fue fundada por el Francisco Porrúa, español de nacimiento y argentino de adopción, que además -bajo el seudónimo de Domenech– fue el esforzado y criterioso traductor de «El señor de los Anillos».

El libro fue (o debería haber sido) publicado ayer. Al parecer, no todas son rosas.

[* En particular, son de mucho interés las páginas sobre aspectos discutibles en la traducción de las obras de Tolkien, empezando acá.]
# | hernan | 23-noviembre-2005

Tu tema favorito

Non sequitur, o malentendido, o distracción. Nos distraemos (nos distraen), no pensamos, y damos por buenas conclusiones patentemente falsas.

Así, por ejemplo, hay una extraña idea instalada (y en ella se basan negocios, publicidades, empresas) en la sociedad: la de que, si una determinada canción te gusta, entonces debes querer tenerla como «Ring Tone» (sonido de llamada del teléfono celular).

Completamente absurdo. Basta con pensarlo cinco segundos (pero despierto; así, sacar la vista del monitor, apagar el celular y sacarse los auriculares, una palmadita en la mejilla derecha puede ayudar; mirar a ningún lado y decirse «Momento. A ver…»), y el razonamiento correcto salta a la vista:
La canción X me gusta.
Ergo, no quiero que la canción X suene en mi celular cada vez que alguien me llama.
Con esto, alguien podría hacer una parábola, o dos. Pero no yo.
# | hernan | 23-noviembre-2005

El guardián de la ortodoxia

Quién va a ser… Quién es el único que vela tanta energía incansable por la pureza doctrinal y el alma de las nuevas generaciones. Verbitsky, claro.
En este contexto de reconquista de posiciones perdidas en la sociedad debe interpretarse la Carta pastoral del Episcopado Argentino sobre la Doctrina Social de la Iglesia “Una luz para reconstruir la Nación”, la primera emitida bajo la conducción de Bergoglio. Desde el título, señala el comienzo de una ofensiva espiritualista sobre la sociedad, reminiscente de los años del nacional-catolicismo.

…tres centenares de capellanes siguen malformando la mente de los oficiales jóvenes de las Fuerzas Armadas desde el anacrónico Obispado castrense.
Sólo dos párrafos entre miles (ya los conocemos).
Además, hay que tener en cuenta que todo esto, viene impreso en el mismísimo Observatore Porteño.

El tipo llega a dar la impresión (vaya uno a saber qué se cocina a esas alturas) de estar realmente furioso; probablemente, mera ingenuidad -u optimismo- de mi parte. Eso debería hacérmelo algo más simpático; pero a estas alturas… no es fácil.

Y ya que mentamos la religión oficial:
Hace poco, un libro de divulgación reciente de un matemático argentino, A. Paenza. Los mismos temas que siempre traen estos libros, con ese tono de divulgador que no puedo sufrir; (no entiendo muy bien quiénes leen estos libros, supongamos que a alguien le sirven; no sé, la fascinación de los no científicos por la ciencia, y la legitimidad de esa fascinación es tema para otro día).
Ahora… de un libro que en su dedicatoria rinde honor al susodicho («gracias a ellos soy una mejor persona»), uno puede esperar algo más, me dije.
Y así es. En uno de sus capítulos el autor festeja que los matemáticos argentinos, en su ceremonia de graduación, están dejando de lado los juramentos tradicionales («Juro por Dios y por estos santos evangelios…») para volcarse a uno nuevo, cuyo texto nos copia con notoria satisfacción. Los nuevos matemáticos sólo se enfrentan al tribunal de su propia conciencia. («…más allá de una jura simbólica, es una toma de posición frente a la vida.«, dice Paenza).
Claro está. Es parte de la religión.
# | hernan | 22-noviembre-2005

Una cel


Hace poco tiempo -un año atrás, nomás-, si me hubieran dicho que hay tipos que, sin ser millonarios, ni coleccionistas-inversores, por puro fanatismo y placer, son capaces de pagar cientos o miles de dólares para tener una cel [*] original de una película de animación japonesa… me habría parecido una completa locura.

Claro, hay que comprender… un año atrás yo era muy ignorante.

[* Cel (de «celuloide»): en el proceso de producción de dibujos animados, se llama así a cada imagen individual -en animación tradicional, un dibujo pintado directamente sobre una especie de acetato transparente- que compone un cuadro de la película, generalmente superponíendola a un fondo y quizás a otras «cels». ]

Vean, por ejemplo.


# | hernan | 21-noviembre-2005

Si no sos, te hacen

Me decía un amigo que conoce algo del mundo de la televisión argentina por dentro, que el ambiente humano allí no es muy saludable -por decirlo suavemente.
Vaya por la noticia, dirán (y digo yo).
Pero esperá, me decía él: antes no era así. Sólo con el paso del tiempo ese mundo se fue volviendo tan parecido a lo que el grueso de la gente (mal pensada) siempre ha imaginado. Eso dice él, yo no sé.

Pero a mí al momento se me ocurrieron varias aplicaciones extra-televisivas.

Primero, se me ocurrió que en cierta medida es natural que eso pase. Cuando un grupo social (un medio, una institución) tiene una mala imagen, repelerá a los buenos y sólo atraerá a los malos; así, con el tiempo, se volverá realmente malo -aunque en su origen no lo fuera- y la realidad tenderá a converger a la imagen.
Este esquema, algo demasiado mecánico e ingenuo, podría retocarse y profundizarse, pero antes de tener tiempo para eso se me ocurrió lo segundo:

Segundo: caso de aplicación: la Iglesia. Institución odiada y con mala imagen si las hay. Creemos -los católicos- que la imagen es injusta o por lo menos parcial. Pero, aplicando ese razonamiento, uno podría asustarse un poquito. Quizás le termine pasando algo parecido que con la televisión, dirá uno. Quizás ya le haya pasado, dirá otro.
Aunque dando una vuelta de tuerca (bastante arbitraria) sobre ese razonamiento (bastante arbitrario), uno también podría encontrar otro argumento en favor del carácter divino de la Iglesia (parecido a aquel semi humorístico: en dos milenios la Iglesia ha tenido Papas y obispos desastrosos, ha cometido un montón de barbaridades y estupideces; eso demuestra que es divina; porque si fuera una institución puramente humana no hubiera sobrevivido ni un siglo). Dado que la Iglesia siempre ha tenido tan mala imagen a los ojos de los de afuera, sería de esperar una rápida corrupción, y que en poco tiempo la realidad converja a la imagen (una Iglesia esencialmente mala). Pero los siglos pasan, y nada. Ergo, no es una institución puramente humana.
No es para tomar muy en serio, pero tal vez se pueda sacar algo de ahí. Chesterton habría podido sacar algo, creo.

Tercero: ¿vale si pasamos de lo colectivo a lo individual? Tal vez valga, por otros mecanismos.
Supongamos que todos tenemos una mala imagen de una determinada persona; todos creemos que ese tipo es malvado, o estúpido. Acaso no lo sea; pero acaso el mismo juicio, por mecanismos psicológicos y sociales fáciles de imaginar, lo vaya tornando malo o estúpido de verdad. (¿Así que me creen malo? Ya van a ver… Me creen torpe y estúpido, debo serlo; quememos pues estos apuntes, basta de estudio y de esfuerzo). Y como si este mal fuera poco (un mal llama al otro) nuestro juicio temerario inicial queda confirmado, y nos quedamos muy satisfechos de nuestra penetración.
Un motivo más, por si hacía falta, para no juzgar.
# | hernan | 17-noviembre-2005

Tanguitos

Este fin de semana terminé de rearmar (contenido y formato) una selección de letras de tango que había puesto en la web, hace tiempo.
Algún día me gustaría agregarle acordes; pero por ahora, es lo que hay.

Me hace gracia descubrir que, por esas casualidades del orden alfabético, la primera letra termina con una metáfora religiosa:
…más contenta que santo en la leonera.
Lugares comunes perdidos, imágenes que dejaban en la memoria colectiva de hace tiempo (no mucho) santorales y martirologios, supongo… Y supongo que a un escritor de hoy difícilmente se le cruzaría por la cabeza semejante comparación (y si se le cruzara, pensaría su público, y optaría por descartarla).
# | hernan | 17-noviembre-2005

El burro de Balaam

El burro de Balaam era un burro, nomás. Ergo, podemos suponer que cuando dijo lo que dijo no sabía lo que decía. De última, él no hacía más que descargarse. Pero pareciera que Dios habló por su boca. Así al menos lo interpretan muchos.

Ayer nuestro presidente se quejó de que nuestros obispos hablan como si fueran políticos.
Ahora bien: nuestro presidente es un burro, nomás.
Ergo, etcétera.
# | hernan | 17-noviembre-2005

Microcosmos

El hombre de la Imago Mundi medieval, según Honorio, según Fraile:
El hombre es un microcosmos, (»minor mundus dicitur»), compuesto de dos sustancias, una espiritual y otra corpórea. Consta de siete partes unidas armónicamente, cuatro corpóreas (elementos) y tres espirituales, que son las tres potencias del alma.
El cuerpo se compone de los cuatro elementos. Tiene carne, de la tierra; sangre, del agua; respiración (flatus), del aire, y calor, del fuego. Su cabeza es redonda, a manera de la esfera celeste. Tiene dos ojos, a semejanza de los dos luminares que brillan en el cielo. Y siete agujeros, a semejanza de los siete cielos.
Varios lectores me han hecho notar que muchas de estas concepciones provienen sobre todo de los griegos. De los pitagóricos, por ejemplo, la mística de los números; y luego platónicos y neo-platónicos. A su vez, veo, esto del hombre como microcosmos era un lugar común en la escuela estoica: el alma es al cuerpo lo que el logos es a la materia, decían ellos.
Lindo. Copio de un apunte muy interesante que me pasan, y que acá viene justo (además, meter palabras en griego en el blog le da un toque intelectual-académico que ni te digo).
La física estoica es materialista, monista y panteísta: al todo lo llaman Dios y tiene dos principios, la materia (pasiva) y el logos (activo) que informa la materia. El universo es una unidad en la que el todo y las partes se armonizan (es el principio de la ‘simpatía’ συμπάθεια universal) y la relación es la misma en el hombre, compuesto de cuerpo y alma (el hombre como microcosmos).
Y con respecto a la última frase de la cita de Honorio, -que habrá hecho fruncir alguna que otra ceja-… qué quieren que les diga. Ah, ya sé qué les diré.
Les diré que estos días estoy conociendo el Bhagavad-Gita (algún amigo que hubiera pasado por cierto restaurant un mediodía de la semana pasada, y me hubiera encontrado leyendo eso y comiendo una ensalada por todo almuerzo habría podido asustarse; no hay motivo, le garanto). Y entre muchas cosas interesantes (algunas de ellas, incluso, a propósito de lo del post anterior), topé con esto (cap 5, 12-13):
El hombre unido a Brahman obtiene una paz duradera por el abandono del fruto de la acción; sin Brahman, es prisionero impulsado por el deseo y esclavizado por la acción.
Renunciando con la mente a la acción, el habitante del cuerpo que es dueño de sí, descansa sereno en su ciudad de nueve puertas, sin obrar, y sin ser origen de ninguna acción.
La traductora tiene la gentileza de anotar que «la ciudad de las nueve puertas» es el cuerpo del hombre, con sus orificios. Supongo que la diferencia con Honorio reside en que aquel no cuenta a los ojos.
Por cierto, ambos coinciden en el machismo de la cuenta (je!).

# | hernan | 16-noviembre-2005

Manos sucias

Con motivo de (comienzo protocolar si los hay) … de algunas lecturas recientes («Lo impuro», de Guitton), alguna experiencia personal y alguna discusión entre amigos, estuve pensando un poco en el tema… Digamos: los pro y los contra (el peligro, la tentación, el deber, la atracción, la repugnancia) de «ensuciarse las manos», en muy distintos planos (obviamente metafóricos) de la expresión. Pureza, prudencia, coraje, ascesis, sacrificio y otras palabrejas de parecida espinosidad. Compleja, la cuestión; de esas que te pueden hacer caer para cualquier lado.

El asunto es que, pensando en estas cuestiones, esta mañana se me pegó una cuarteta de Almafuerte. No se me iba de la cabeza.
Busco pues en la web, y encuentro sólo dos ocurrencias. Y viendo la primera, compruebo que si el mundo es chico, la cabeza de uno… ni le digo.
Pero la segunda tiene su interés; la cita es de Borges, dialogando con Sábato. Justo esa cuarteta, de entre tantas. Y con un curioso comentario:
Qué raro, Almafuerte, siendo tan popular, cuando escribía milongas le salían malas. Recuerdo una que mejora un poco al final:

Mucho barro hay que batir
En la vía del sepulcro,
No hay oficio menos pulcro
Que el oficio de vivir.

Esta última parte es menos ripiosa que la anterior. Creo.
Será. Después veré si encuentro el poema -o milonga completo. Caso curioso el de este Almafuerte, popular en su tiempo, más bien despreciado por los que saben de poesía; sospecho que con razón. Borges, tengo entendido, lo despreciaba un poco menos que la mayoría; al menos le dedicó bastante atención (Borges era un tipo de simpatías bastante amplias, no sectarias, no predecibles). Creo recordar que en algún lado menciona que conocer a Almafuerte fue su primer contacto con la poesía; y yo casi podría decir otro tanto. El mismo Castellani, lo remeda varias veces; en burla, dirán; pero también algo de homenaje involuntario, se me ocurre. Poesía de trazo grueso… por no decir grosera (en la forma); pero por eso mismo, para principiantes puede servir, creo yo.

Como sea, la cuarteta me sigue pareciendo redondita. Y a propósito.
Quede pues a modo de epígrafe.
(¿Epígrafe de qué? Ah… qué se yo; veremos).
# | hernan | 16-noviembre-2005

Del Crisóstomo

Conocí hoy este texto de San Juan Crisóstomo (parte de un sermón de Pascua de Resurrección). Bien viene; para mí al menos:
…El amigo de Dios, que disfrute de esta fiesta hermosa y luminosa.
El siervo agradecido, que entre con alegría en el gozo del Señor.
El que ha ayunado, que reciba ahora el denario de recompensa.
Si alguien ha trabajado desde la primera hora, que reciba su gratificación correspondiente.
Si alguien ha llegado después de la tercera hora, que participe en la fiesta agradecido.
El que llegó después de la sexta hora, que no dude: él nada perderá.
Si alguien ha demorado hasta la novena hora, que se aproxime sin vacilar.
El que llega en la undécima hora, que no tema a causa de su demora.

Porque el Señor es generoso. El recibe tanto a los últimos como a los primeros. Concede el descanso al de la undécima hora, como al de la primera hora.
El tiene misericordia del último, y satisface al primero. A uno da, y a otro regala.
El recibe las obras y acepta la intención. Honra los hechos, y alaba el empeño.

Por lo tanto, entrad vosotros todos al gozo de vuestro Señor.
Los primeros y los últimos, tomad vuestra recompensa. Ricos y pobres, regocijaos y alegraos juntos.
Porque la mesa está llena, deleitaos de ella todos. El ternero cebado es abundante; nadie se irá con hambre.

Regocijáos todos del banquete de la fe.
Disfrutad de todas las riquezas de la bondad.

Que nadie lamente su pobreza, porque el Reino ha llegado.
Que nadie llore sus pecados, porque del sepulcro ha surgido resplandeciente el perdón.
Que nadie tema la muerte, porque la muerte del Salvador nos ha librado.
# | hernan | 15-noviembre-2005

Garantiendo garanto

Juan Cruz acota:
Garantir, parece ser en el diccionario un «verbo defectivo», si tal cosa existe. Según veo en el diccionario de Andrés Bello, es conjugado en nuestro Continente, no en España. Y en algún otro sitio parece decir lo mismo: sólo en América se garanta, y así nos va..
Bueno, a ellos no les va mucho mejor, me parece. De todos modos, me trae algunos ejemplos de la conjugación que me hacen sentir menos achicado. Entre citas de Florencio Sanchez, Mario Bustillo, Eduardo Acevedo Díaz (no sé muy bien quienes son, pero suenan bien) mecha la siguiente observación:
En el campo se dice «garanto» y también «garantiste», si alguien dice «garantizo» sonará muy fuerte y pueblerino, y probablemente le pedirán más garantía. Porque no son bobos.
Bien dicho.
Es verdad que la expresión tiene un sabor «de interior», de gente de campo; la suele usar Dolina, en tono levemente afectado-humorístico. Y de ahí se me pegó, seguramente (como algunas otras cosas).
Y en ese contexto, vaya un cuentito de Don Verídico.

# | hernan | 15-noviembre-2005

Mondo piccolo

La noticia (via Padre Jim) es más bien una curiosidad: una viuda siciliana, activa dirigente comunista en los ’80, se ha metido a monja -y en un convento de clausura. Y al periodista inglés, para agregar un toque de color a la nota, se le ocurre traer al personaje de Pepone, del «El pequeño mundo de Don Camilo», de Guareschi. No está mal.

Yo no sé cuántos de los lectores (de este blog y de aquel diario) conocerán la obra de Guareschi. Para los que no conozcan, digamos nomás que se trata de una serie de cuentos -publicados en varios libros- que tienen lugar en un pueblito del Po, en la Italia de posguerra. Los personajes principales son Don Camilo, el cura del pueblo, y Pepone, el alcalde comunista. Ambos rústicos -en el mejor sentido de la palabra, incluyendo el físico-, se pasan el tiempo peleando -eran tiempos de pasiones políticas más delimitadas que hoy- pero se tiene afecto. Don Camilo, además, suele dialogar, casi de igual a igual, con el Cristo del crucifijo. Algo más acá.
En fin, a mí me gusta mucho. Como también me gustan algunas otras cosas de Guareschi, Sus novelas humorísticas (El destino se llama Clotilde, Un marido en el colegio) me parecen más flojas.

Pero volviendo a Don Camilo, aprovechemos para comentar que ha sido llevado al cine; y hace poco conseguí la primera parte de la serie más antigua [*]. Y aunque aun no conseguí los subtítulos, y mi comprensión del italiano es escasa, la disfruté mucho. Sobre todo por el personaje de Don Camilo, interpretado por un cómico francés, Fernandel.
Como bien dice acá fue una elección acertadísima. Es asombroso lo bien que quedó el personaje.
Muy recomendable.

Acá hay unos extractos (… devocionales, por decirlo así) de Don Camilo. Los dibujitos -que también están en el libro- son del mismo Guareschi, si no recuerdo mal.


[*La ítalo-francesa; según los entendidos, la mejor; como que fue supervisada por el mismo Guareschi. Todos recomiendan además evitar la remake de 1983 con Terence Hill]
# | hernan | 15-noviembre-2005

Feíto pero importado

Me topo en una mesa de usados con esta tapa de una edición barata de «Perelandra» (linda novela de C. S. Lewis). Y pienso (automàticamente, sin pensar realmente) «Qué espanto… estas cosas sólo las podemos hacer acá. Qué verguenza. Cómo podemos ser tan…».
Pero qué estás diciendo, animal -me contesto enseguida-: eso no es argentino; está en inglés, ¿no ves? Es inglés, o yanqui.
Ah, sí; perdón; es que uno está tan acostumbrado… Complejo de inferioridad, si quieren; o hábito de maledicencia -de puertas hacia adentro-; no sé.

Bueno. En cierto sentido, es un consuelo. Y en otro sentido, una lástima.
Leon Bloy, tras haber leído no sé que artículo en un diario católico holandés, decía sentirse muy deprimido: hasta entonces había creído que Francia ostentaba una indiscutible primacía en lo que se refiere a la estupidez de los medios católicos; y después de eso, veía que Holanda amenazaba con hacerle sombra…
# | hernan | 15-noviembre-2005

Fracaso total

Un comentario que recibí hoy; completo y textual:
No se dice «garanto» como verbo, queda muy, pero muy mal. No entiendo adonde quiere llegar, esto es una fantasía adolescente que de católico tiene poco y nada, la verdad que me siento «estafado» pero claro, no exagero, y solamente que mi ilusión de haber encontrado algo interesante en la web, naufragó otra vez más, y usted es como todos, un fracaso total.Levante la puntería y tal vez lo suyo no es lo profundo, ni la religión, tal vez algo más light, como se ve que le gusta pues no opina de nada a fondo.Que le garue finito.
Delicioso. Me alegró el día, le garanto.
# | hernan | 14-noviembre-2005

Ni sal ni fuego

…si ser cristiano hoy es discutir sobre preservativos, no me interesa. ¿No éramos la sal de la Tierra? Me parece que si estamos discutiendo esto es porque desde hace 50 o 60 años que nada arde por aquí. Quisiera que esto fuera distinto. Adonde se fueron todos?
Este cristianismo administrativo y robótico, me pudre y me da igual. Un lugar común.
Y por otro lado, si la Fe de esta época, en consonancia con todo lo que hay, es desbalanceadamente femenina… hubiera querido tener a Juana de Arco y a Teresa de Avila a los lados, no a la chica que al son de la melodía de «The Real Thing, Coca Cola» lleva a los fieles al altar a compartir la Forma Transubstanciada. Pero Teresa hoy estaría en el Index de la Modernidad y Juana congelada (quemar es incorrecto)…
De acá. Lo acompaño en el sentimiento. Si algo cambiaría, es el número de años (a mi ver se queda muy corto). Y supongo que a Juana (y a Teresa) más que congelar, el Estado (si no el clero) le habría asignado un equipo de psicólogos, para reinsertarla.
# | hernan | 11-noviembre-2005

Por suerte, falta mucho

El caso arquetípico que suelo recordar (o creo recordar) es este:

Yo tengo unos quince años, estoy leyendo «La agonía y el éxtasis» (una biografía novelada de Irving Stone sobre Miguel Ángel, mediocre, supongo ahora), con gusto y aquella típica voracidad, como quien bebe con sed. El libro es bastante gordo, cerca de 600 páginas; y en cierto momento me detengo a medir -comparando grosor de hojas pasadas y futuras- por dónde voy. Alegría, alivio, al comprobar que apenas si habré pasado la tercera parte. Me queda mucho, todavía. Bien.
Es sólo un ejemplo. Y es casi un rasgo mío, habría dicho. Pero…

Hacemos un corte, y pasamos al año 2005.

Estoy ahora en casa, viendo una película de Miyazaki (Kiki); en un momento, sin pensar, interrumpo el disfrute para hacer click (Pause) y mirar en el reproductor de divx cuánto me queda. Me falta mucho; apenas si habré pasado la tercera parte. Alegría. Play.

Recién al día siguiente -o más tarde- tomo conciencia de lo que hice, y me acuerdo de aquello.
Y recién entonces me doy cuenta, con algún sobresalto, de que aquello, en gran parte es cosa pasada. Sigo leyendo bastante, y con gusto; pero aquella preocupación adolescente de «no querer que termine»… aquello, tan frecuente entonces… ahora es muy raro. Acaso menos que raro …
Pucha… ¿de veras? A ver, me digo, seamos sinceros: ¿puede ser que ahora el «haber leído» me importe tanto o más que el hecho de leer? Puede ser, no puedo menos que contestarme. Y aun cuando suponga los motivos más nobles -que sería demasiado suponer- , aun cuando trate de convencerme de que no se trata de una especie de vanidad o avaricia idiota, de que me importa «haber leído» porque lo leído pasa a alimentarme de alguna manera, y porque de alguna manera lo revisitaré con mayor familiaridad y aprovechamiento, aún así… es un poquito triste.

Y así, al mismo tiempo, me siento contento y agradecido a Miyazaki por haberme devuelto esa alegría perdida; y un poco melancólico porque hasta después de recobrarla no me había percatado de que la había perdido.

De todas maneras, (y aparte de que percatarse siempre viene bien), gana la alegría.

# | hernan | 10-noviembre-2005

Música celestial

En la «Imago Mundi» del tal Honorio (y por extensión, supongo, en la imago mundi medieval) el cosmos consta de la Tierra en el centro -naturalmente-, rodeada de la atmósfera (habitada por ángeles -malos, en general), por encima giran los siete planetas, por encima está el firmamento, y por encima de todo el cielo (¿cómo? momento, momento).
Otro gusto medieval (antiguo, en realidad) es el de las relaciones numéricas, los números vistos como símbolos… No se van a creer que de casualidad hay siete planetas (¿cómo ? ya va, ya va) y siete notas musicales. Para Honorio, por ejemplo:
… el mundo es una cítara, y cada planeta una nota musical. La Luna el do, Mercurio el re, Venus el mi, el Sol el fa, Marte el sol, Júpiter el la, Saturno el si.
De la Tierra a la Luna hay, un tono. De la Luna a Mercurio, un semitono. De Mercurio a Venus, un semitono. De Venus al Sol, tres semitonos. Del Sol a Marte, un tono. De Marte a Júpiter, un semitono. De Júpiter a Saturno, un semitono. De Saturno a los signos del Zodíaco [que están sobre el firmamento, como veremos], tres semitonos. La suma son siete tonos, cada uno de los cuales tiene 15.625 millas, y cada semitono 7.812 millas y media, que corresponden a las distancias de los planetas entre sí. Así, pues, entre la Tierra y el firmamento hay 109.375 millas (unos 164.000 kilómetros). Por esto hay siete notas en la escala musical, nueve coros de ángeles y nueve musas [?].
Los planetas al rodar por sus órbitas producen una armonía maravillosa («cum dulcisona harmonia volvuntur, ac suavissimi concentus eorum circuitione efficiuntur»)., Pero nosotros no la percibimos, porque entre ellos y la Tierra se interpone el aire y porque resulta demasiado grande para nuestros oídos, que solamente pueden percibir los sonidos producidos en aquel.
Esta armonía celestial se refleja en las siete voces de la música y en las siete partes de que se compone el hombre, que es un microcosmos. (Su cuerpo consta de cuatro elementos, y su alma de tres potencias, que hacen un conjunto de siete.)
Está claro que la luna y el sol se cuentan como planetas.
Después viene el firmamento:
… está entre las aguas superiores e inferiores. Es esférico y de naturaleza acuosa, compuesto de agua congelada como cristal. Está tachonado de estrellas fijas, que no se ven por el día, porque las oculta la luz del Sol.
…y después está el cielo, primero el «cielo acuoso», y después el «espiritual» (morada de los nueve coros angélicos, y donde van los santos), y finalmente el «caelum caelorum», donde habita Dios.

Estas cosas suelen traerse para hacer reír, no es mi intento (que no se enoje Fraile); aunque no les negaré el adjetivo de «pintorescas», también creo entrever la belleza y la grandeza de ese cosmos (imaginario, sí; pero acaso no en mayor medida que cualquier otro cosmos al uso humano).

Más bien me siento yo avergozado, al darme cuenta recién ahora de que lo denota la palabra «firmamento«, que yo tomaba como sinónimo literario de «cielo«: firmamento, claro, es la bóveda celeste, la superficie esférica giratoria donde están incrustadas («firmes») las estrellas. Los planetas, claro, no están en él.

Otra cosa a notar, que bien anota Fraile, es que el concepto de la «música celestial» estaba muy extendido; un lugar común de la época, diríamos. Y que está implícito en la cultura posterior, por ejemplo, algunos poemas de Fray Luis de León.
# | hernan | 10-noviembre-2005

Honorius solitarius

De la dicha historia de la filosofía del siglo XII. La «enigmática personalidad» (Fraile dixit) de este tal Honorio de Autun (1090-1152) me despertó alguna simpatía:
… en una breve autobiografía, dice de sí mismo que, después de haber sido presbítero y escolástico de la iglesia de Autún, se retiró a hacer vida solitaria en el sur de Alemania, probablemente en algún monasterio benedictino cerca de Ratisbona, donde se dedicó a escribir sus numerosas obras. A esto se debe su apelativo, quizá seudónimo, de «Honorius solitarius».
… Seguir leyendo
# | hernan | 9-noviembre-2005

Glosa dudosa

Conocí estos días unos poemas de Alfonso Reyes, y me quedó dando vueltas la cuarteta que glosa:
Amapolita morada
del valle donde nací:
si no estás enamorada,
enamórate de mí.
(Sencillita pero sonora; el primer verso… te llena la boca). Supongo que la cuarteta en sí es tradicional, lo de Reyes es la glosa, también sonora. Pero cuando fui a buscarla en Internet me encontré con tres versiones distintas , como pueden ver comparando los primeros versos. No estoy seguro de cuál es la buena… aunque alguna la descartaría por métrica. En realidad, no estoy seguro de no descartarlas a todas. ¿Alguien sabe?

PS: Diego me alcanza la versión -al parecer- correcta:
… Seguir leyendo
# | hernan | 9-noviembre-2005

Fantasía

¿Por qué Haku le prohibe a Chihiro «mirar atrás», cuando deja el mundo fantástico para volver con sus padres a casa? preguntaban por ahí. Porque el término de su «aprendizaje» en el mundo de la fantasía es desapegarse de él; y crecer con sus padres, en su mundo; contestaban -o algo así- por ahí. No mirar atrás; amar la fantasía pero saber renunciar a ella.
Podríamos intentar algún paralelo con «El herrero de Wootton Major» de Tolkien, tal vez. Pero sospecho que sería algo forzado.

Me quedo con esta observación final de otro fan:
Leí alguna vez que Miyazaki hizo Totoro con la esperanza de que alentaría a los niños a salir al aire libre, a juntar bellotas, a explorar árboles… Para su decepción, halló que los niños se quedaban en casa … mirando Totoro.
Melancólica ironía, no sé si será verdad. En todo caso -y ya que de asociaciones más o menos libres hablamos- podemos traer aquello del sabio que señala la luna y el tonto que mira el dedo.
Y lo que decía el personaje de Castellani -literariamente-, de la necesidad de despreciar un poco a la literatura.
Formas de alienación -de idolatría, tal vez.

PS: Francisco me recuerda lo de Orfeo y Eurídice.
# | hernan | 8-noviembre-2005

Al pie

Abrí este fin de semana la «Historia de la Filosofía» de Guillermo Fraile. Uno de esos tantos libros que uno quisiera poder atacar con más tiempo (y mejor cabeza). Caí en el tomo de la Edad Media; siglo XII, antes del apogeo de la escolástica. El título del capítulo –«Imago mundi en el siglo XII»– bastó para llamarme la atención.
… preocupación típica de la Edad Media […] de encuadrar sus teorías dentro de vastos panoramas cósmicos. Esta tendencia la vemos reaparecer en las Etimologías, de San Isidoro; en el De natura rerum, de San Beda; en el De universo, de Rabano Mauro, y, sobre todo, en la magna construcción mental de Escoto Eriúgena. Interrumpida en los siglos X y XI, reaparece con fuerza en el XII con Honorio de Autún, Guillermo de Conches, Bernardo de Tours, Alano de Lille y Santa Hildegarda.
Ciertamente que el valor científico de estas visiones cósmicas es escaso o nulo. Pero tampoco debemos tener la sonrisa demasiado fácil ante las ingenuidades medievales, sino más bien admirar estos indicios de interés hacia la naturaleza, para cuyo estudio no disponían de medios, que solamente han sido conquistados mucho más tarde. A cada siglo lo suyo, sin incurrir en la ingratitud de olvidar que al esfuerzo de esos antepasados nuestros debemos lo que se salvó de la antigüedad y la preparación que hizo posible el desarrollo de la ciencia posterior.
Pero parece que esta defensa no le bastó al buen Fraile, se ve que le había quedado algo atragantado… y no resistió la tentación de una nota al pie, de una belicosidad insólita:
En este sentido resultan pedantes y hasta ridículas ciertas actitudes de quienes, que sepamos, no tienen su nombre ligado al de ningún descubrimiento científico que valga la pena. No somos nosotros ni nuestro siglo quienes han conquistado las maravillas de que todos nos beneficiamos, sino personalidades muy concretas, a quienes se debe la gloria de cada descubrimiento en particular. No son, y a ellas nos referimos en concreto, ni siquiera de buen gusto las rancias invectivas de un Hans Reichenbach, que, a pesar de sus pretensiones neopositivistas, estarían mejor fechadas en aquellos felices tiempos de las odas de Campoamor al tren expreso.
(Esssaaa!)
Bueno… No tengo no idea de quién será ese tal Reichenbach, y no conozco esas odas de Campoamor (creo recordar alguna oda a la locomotora de Whitman , sí); pero la salida de tono me hizo gracia.

Fuera de esto, el capítulo tiene un montón de cosas interesantes. Ya traeremos alguna por acá.
# | hernan | 8-noviembre-2005

Un año con Miyazaki

Cuando se escriba mi biografía -muy breve y muy aburrida, le garanto- esta época se resumirá en una frase:
«En 2005 descubrió a Miyazaki».
Y estos días hace un año. Ya vendrán más post, esta semana, para recapitular.
A modo de anticipo: la semana pasada vi «Conan, el niño del futuro» (es otra cosa; serie de TV; pre-Ghibli; igual, me encantó). Y hoy me entero que en España están editando el DVD.

Y a modo de festejo, y por poco tiempo, subí dos fragmentitos de video de «Totoro» (mi preferida, creo).

Primer fragmento (4.2Mb, 44 segs, 464×250). Las hermanas llegan a la nueva casa, acompañadas del padre. De paso: durante una exposición reciente en Japón se armó una reproducción de la famosa «Casa de Totoro» a tamaño natural; pueden verla acá .

Segundo fragmento (3.9Mb, 26 segs, 704×384). El chico de la casa vecina, por encargo de su madre -y con mucha timidez-, le acerca comida a los nuevos vecinos.

(Los que tienen problemas para verlos, pueden probar bajándose estos codecs)
# | hernan | 7-noviembre-2005

Geometría 2

Me acerca una matématica argentina radicada en Uruguay una solución geométrica y muy sencilla al problem aquel. Se agradece.

Primera observación: el ángulo ACB mide 180° – 45° = 135°. (La suma de los cuatro ángulos interiores del cuadrilátero OACB es 360°; además el ángulo en O es recto, los triángulos OAC y OCB son isósceles ; etc).

Ahora prolongamos AC hasta el punto D, de manera que CDB sea ángulo recto. Como ángulo(BCD)=45°, el triángulo BCD es rectángulo e isósceles. (CD = DB = CB / √2 )

Aplicamos teorema de Pitágoras al triángulo (no dibujado) ADB:
AB2 = (AC+CD)2 + DB2
Desarrollando el cuadrado, usando la identidad anterior resulta:
AB2 =AC2 + √2 AC CB + CB2
Y la incógnita (el radio del círculo) es r = OA = AB/√2.

De modo que la solución sale de:
r2 = (AC2+CB2)/2 + AC CB/√2

Mucho más sencillo y elegante que usar trigonometría. Es interesante notar que, aunque el planteo del problema es lógicamente «simétrico» respecto de los dos datos (y la solución, por supuesto, también lo es) la construcción y la fórmula intermedia no lo es (alternativamente, podríamos haber optado por prolongar el lado CB).

Ya que estamos ¿alguno sabe -pregunto- cómo hizo Arquímedes para deducir que la superficie de una esfera es cuatro veces el área del círculo máximo inscripto?
# | hernan | 7-noviembre-2005

Calidad criolla

La presencia de Diego Maradona cambia la escena. Le da masividad y calidad a esto. No es una iniciativa de un partido, ni de una fracción[*]. Estamos pensando en serio en una Patria Grande –dice Miguel Bonasso, transpirado pero a todas luces feliz de esto que ya dejó de ser una idea y es efectivamente un tren en marcha.

( P12 via TP )

[* ¿»Fracción» o «facción»? Sospecho error de periodista, pero vaya a saber. Para el caso, da igual]
Seguramente (ubicándose a cierta altura, buscando el plano de enfoque, disponiendo el fondo a próposito, mirando con los ojos entornados así) uno puede llegar a contemplar la bobería con más ternura que desprecio.
Veo que todavía no domino la técnica.
Pero no pierdo las esperanzas.

# | hernan | 7-noviembre-2005

Coppola y Eliade

Parece que Francis Ford Coppola va a filmar una película basada en una novela de Mircea Eliade. Aunque Eliade no se destaque precisamente como escritor de ficción (y de Coppola no hablo), suena interesante.

# | hernan | 7-noviembre-2005

La victoria y la paz

Padre, te pedimos que nos concedas
la victoria y la paz…
Abro un librito de oraciones, al azar (y después de demasiado tiempo…), y me topo con eso.

¿Victoria?

A primera lectura, no entiendo. O creo entender, y no me gusta demasiado. No sé si me interesa, eso de pedir la victoria… En mi cabeza la palabra «victoria» está demasido cerca de la palabra «éxito»; y a ésta, la tengo devaluada (porque la tomo en su peor sentido,claro… demasiadas palabras tomo en su peor sentido, se me ocurre ahora). Y encima el «nosotros» …

Me evoca un grito de guerra. ¿La victoria de quiénes? ¿De «nosotros, los católicos»? Vamos!

Todo esto me cruza fugazmente -y automáticamente- la cabeza (mi pobre cabeza); un par de segundos nomás; un reflejo mental, entre tantos.

Pero, sabedor de lo poco que valen mis reflejos mentales resisto el impulso de saltar de página… y releo.

«Padre, te pedimos que nos concedas la victoria y la paz…»

Y de pronto, entiendo. Claro está, me digo; idiota. Es elemental.

¡Cómo no voy a pedir la victoria -y tras ella la paz! Y cómo no voy a pedirla así, en primera persona del plural. Si me apuran… es lo que más me importa pedir.

El problema es que, si quisiera explicar de qué victoria se trata, caería en un adjetivo que me suena peor: «victoria espiritual«.

Y, sí. Tiendo a burlarme, íntimamente, de semejantes adjetivos. Lo cual, si lo pensamos un poquito, es una frivolidad. Cualquiera que haya rezado un poquito sabe que de qué se trata; y encuentra las imágenes bélicas perfectamente adecuadas y naturales. Y si uno tiene su historial de derrotas, mejor. Y si el historial es largo, y las derrotas humillantes por su misma pequeñez… mejor que mejor.

Y -de paso- también entiende que la batalla no es solitaria, y que a la hora de pedir al Padre la victoria, corresponde pedirla en nombre de todos.

Es signo de nuestra ceguera habitual, se me ocurre, eso de que las cosas más reales nos resulten más irreales; que lo espiritual nos suene como algo con menos consistencia que lo … material. Lo cual va de la mano con los abusos de la palabra, de acuerdo; pero los abusos no proliferarían sin malentendidos previos.

Así, cuando leemos en un salmo un ruego a Yahveh por la victoria en la batalla y la ruina del enemigo, y el exégeta nos explica que se trata de la victoria espiritual, y el enemigo espiritual… lo miramos (al menos yo) con un poco de escepticismo… Vamos, somos grandes… No me jodas; el que escribió eso estaba pensando en las batallas «de verdad»; lo tuyo como aplicación devota estará muy bien, pero… vamos, «en realidad» el salmo no trata de eso. Lo de la batalla espiritual es alegoría, metáfora; lo real es la batalla que tenía en mente tal judío contra tal filisteo… creemos.

Acaso más verdadero sea lo contrario: que nuestras batallas mundanas no son más que alegorías, imágenes débiles de la otra.

# | hernan | 1-noviembre-2005