Si reprendiendo a alguien te dejas llevar por la
cólera, satisfaces tu propia pasión.
Por lo tanto, no te pierdas a ti mismo para salvar a otros.
Un dicho atribuido al Abba Macario, siglo IV.
Lo leí ayer en los «Apotegmas de los Padres del Desierto».
Por lo tanto, no te pierdas a ti mismo para salvar a otros.
Y me vino justo.