Feíto pero importado

Me topo en una mesa de usados con esta tapa de una edición barata de «Perelandra» (linda novela de C. S. Lewis). Y pienso (automàticamente, sin pensar realmente) «Qué espanto… estas cosas sólo las podemos hacer acá. Qué verguenza. Cómo podemos ser tan…».
Pero qué estás diciendo, animal -me contesto enseguida-: eso no es argentino; está en inglés, ¿no ves? Es inglés, o yanqui.
Ah, sí; perdón; es que uno está tan acostumbrado… Complejo de inferioridad, si quieren; o hábito de maledicencia -de puertas hacia adentro-; no sé.

Bueno. En cierto sentido, es un consuelo. Y en otro sentido, una lástima.
Leon Bloy, tras haber leído no sé que artículo en un diario católico holandés, decía sentirse muy deprimido: hasta entonces había creído que Francia ostentaba una indiscutible primacía en lo que se refiere a la estupidez de los medios católicos; y después de eso, veía que Holanda amenazaba con hacerle sombra…
# | hernan | 15-noviembre-2005