En una novela en inglés -no diré su título- un personaje,
escéptico sobre la dudosa bondad
del acto de un prójimo, sentencia que «Un cerdo puede silbar,
pero no tiene buena boca para ello».
Suena a proverbio… ¿será?
así parece.
Y yo que creía que aquello de «Difícil que el chancho chifle»
era un genuino producto autóctono. En fin, un golpe más
a mi -ya bastante alicaído- orgullo nacional. Admitamos al menos
que nuestra versión tiene una sonoridad (aliteración?) más atractiva.
Y hablando de silbos y sonoridades, un pedazo de cuarteto de Mozart
que, por azares varios (viejos casettes que hoy juntan polvo) me ha acompañado
desde hace mucho tiempo; ahora me entero de que está considerada entre lo
mejorcito de Mozart (que ya es decir).