«Benedicto XVI ya tiene e-mail, los fieles podrán enviar mensajes electrónicos al flamante Papa», dice La Nación.
Lo que no dice… es lo que cualquier usuario de Internet con alguna experiencia sabe: hay que pensarlo dos veces antes de mandar mails a cierta gente, porque -por ejemplo- te pueden
meter en sus «listas de amigos», y bombardearte la casilla
con esos dibujitos y powerpoints tiernos – simpáticos – idiotas…
¿Que éste no es el caso? Nunca se sabe.