María, icono -y modelo

Tom de Disputations objeta cierta manera (muy extendida, lamentablemente) de presentar la figura de la Virgen María a los fieles católicos, como -en primer y acaso único término- un modelo de virtudes (humildad, obediencia, etc) a seguir. Es decir, se concentra (se desvía?) la devoción hacia una utilidad de tipo moral, y se olvida el sentido eminentemente místico que ocupa la Virgen en la vida de la Iglesia y en la historia de la salvación.
Cualquiera que conozca el nivel promedio de los sermones de las misas (bah… de las misas) de por acá, sabrá de qué estamos hablando. («¿Qué nos dice a nosotros, aquí y ahora, en nuestra ‘realidad concreta de todos los días’ la figura de María? ¿Qué me enseña a mí, en mi ‘vida cotidiana’?… bla bla bla… disponibilidad… bla bla bla…servicio … bla bla bla… humildad … bla bla bla» ).

Dice Tom (resumo algo; ver también los comentarios) :
Si sólo se trata de eso, si la vida de María es meramente ejemplificadora, se siguen dos cosas.
Primero, que la mariología de la Iglesia es una extravagancia y un disparate: ¿qué utilidad ejemplificadora puede aportarme a mí saber de su Inmaculada Concepción ? ¿qué me aporta -más que confusión respecto de la resurreción general- el dogma de la Asunción?
Segundo: ¿entonces qué ? Si de ejemplos de vida se trata, sabemos muy poco de la vida de María; y aun cuando supongamos que ella hizo las cosas mejor que nadie, igual hay muchísimos santos que hicieron las cosas mejor que yo, y cuyas vidas son mejor conocidas, y de las cuales tengo (y siempre tendré) suficiente para aprender. Entonces, si nos ponemos en prácticos : ¿por qué darle tanta importancia a María?

Pero, claro está, lo esencial respecto de María no es saber qué hizo o qué hace, sino qué es; y qué es, es un misterio [*]… Si no llegamos a ver en María más que el primer -y el mejor- ejemplo de vida cristiana, no la podremos ver como parte de la revelación de Dios; algo no solamente «bueno» , sino «verdadero» y «bello»; y desde ya, y por sí sola, un objeto de contemplación para todos los cristianos,
Agrego que todo esto, si no está en mucha sintonía con lo que se escucha en las parroquias de por acá, sí lo está con el Catecismo, en los dos lugares donde se trata de la Virgen María.
… la maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el consentimiento que dio fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz, hasta la realización plena y definitiva de todos los escogidos. En efecto, con su asunción a los cielos, no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna… Por eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora.

….la Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en Marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo.
# | hernan | 7-febrero-2005