Como es sabido, la Virgen se apareció
en Fátima en 1917 a tres pastores niños.
Aquel 13 de mayo Lucía, la vidente más privilegiada,
tenía 10 años; sus primos
Francisca y Jacinta, 8 y 7. Ellos murieron
pronto, en 1919 y 1920, y fueron
beatificados por Juan Pablo II hace poco.
Sor Lucía, en silencio, atravesó -y marcó- todo el siglo XX.
Murió hoy, a los 97 años.