… Es fácil para un niño señalar las fallas del sermón del cura,
mientras vuelve el domingo de la iglesia a casa.
Pero es imposible ver ese amor oculto que hace que un hombre,
a pesar de sus limitaciones intelectuales, sus neurosis y su falta de fortaleza, renuncie a su vida para servir al pueblo de Dios, por más torpemente que lo haga…
De una carta de Flannery O’Connor, citada en Compostela.
En el inglés original acá .