Breve información, y no muy confiable (recién
los estoy conociendo). Pero… en estos tristes tiempos en que el Islam
es para Occidente poco más que una bandera
política (de un lado, la derecha liberal
-yanqui, sionista… española– con sus demonizaciones interesadas, del otro una izquierda que
a despecho de sus consignas
laico-progresistas no puede dejar de mirar con cierta
simpatía a un enemigo del enemigo)… acaso no
venga mal.
Lejos de estas miserias, en el siglo X,
Hallaj (o Hallâj, o al-Hallâj) fue
un místico musulmán (sufí) que según parece alcanzó algún tipo de
unión con Dios, y se entregó voluntariamente
como sacrificio. Así, fue condenado por hereje (azotado, mutilado y crucificado) en el año 922 por las autoridades
religiosas musulmanas. En los años que siguieron
se convirtió en una leyenda, objeto de devoción popular
y fue lenta y parcialmente rehabilitado (y lo sigue siendo) dentro
del Islam (puede trazarse algún leve paralelo con Juana de Arco y los católicos [*]) .
Louis
Massignon,
intelectual y diplomático francés, estudioso del mundo árabe,
a principios del siglo XX se dedicó a estudiar a Hallaj con pasión
y convicción. Y tanto llegó a convencerse de la autenticidad
de la experiencia religiosa de Hallaj («mártir de la fe») que lo invocó como intercesor en momento difícil de su vida; y así, de agnóstico
se convirtió … al catolicismo. Fue toda su vida un
católico ferviente, con una espiritualidad y unas devociones
algo atípicas (entre ellas, por nuestra amiga Ana Catalina Emmerich).
Pero la huella que ha dejado en la cultura del siglo XX es su
estudio sobre Hallaj, modelo de aproximación cristiana a la religiosidad musulmana, y que -según dicen–
ha influenciado grandemente en la actitud «oficial» de la Iglesia
hacia el Islam.
Entre nosotros, fue admirado y glosado por el padre
Castellani. (Esto último acaso me sirva
para ahorrame comentarios de lectores
malhumorados en clave católica tradicional,
batalla de Lepanto, ecumenismo entrecomillado y esas
yerbas. Pero no lo digo por eso. Lo digo para
contar cómo me enteré de Hallaj y Massignon).
[* … y quizás aun con Jesucristo y los judíos … dice el mismo Massignon!]