La hoja y el árbol…

… o Miyazaki y Takahata.

Vi un video «especial sobre el Museo Ghibli«, que es más bien un extenso reportaje a Takahata. Al principio, me dio la impresión de esas entrevistas de compromiso, en las que entrevistador y entrevistado no tienen nada sustancioso que decirse, y sólo están cumpliendo un insignificante ritual moderno… es lo que uno ve casi siempre, al fin al cabo; y la cortesía sonriente japonesa acentuaba la impresión. Pero no.
Me sorprendió en particular encontrar en esa entrevistas dos ideas sobre Miyazaki que yo había estado rumiando (no suele sucederme).

La primera, una diferenciación entre el arte de los dos capos de Ghibli: la concepción de Miyazaki parte del detalle, mientras que Takahata parte del todo. Es el entrevistador el que propone esta tesis -y Takahata la acepta… a medias. Yo la había pensado casi exactamente en esos términos. Las películas de Takahata, me parece, son más «redondas» (el final, el remate, es más esencial); en las de Miyazaki, el todo parece casi una excusa para meter ciertas escenas. Miyazaki está seguro de lo que quiere hacer con tal escena, y le apasiona lograrlo; después… «¿y ahora, cómo seguimos la historia?»… eso parece importarle menos. Esto me parece más evidente en Totoro. Pero se lo ha escuchado decir que desde años atrás quería hacer una escena con un tren viajando sobre el agua, y un niño atrapando una estrella fugaz; con Chihiro y con Howl se sacó esos gustos.

Me figuro que esta categorización (que, claro está, no denota superioridad ni inferioridad) no es nueva, y se debe haber aplicado -de uno u otro lado- para categorizar a muchos artistas.

Yo me acordé de Niggle, el personaje de Tolkien: «Era el tipo de pintor que pinta las hojas mejor que los árboles. Solía pasar largo tiempo con una sola hoja, intentando capturar su brillo y su forma, y los destellos del rocío en sus bordes.«.

La segunda cuestión abordada en el reportaje es más importante, tiene que ver con lo de ayer, y quedará para mañana o pasado.
# | hernan | 6-junio-2006