Bandoneón ultrajado


Me lo contaron hace poco.
Un hombre mayor y solo, bandoneonista aficionado: entraron ladrones a su casa, y, entre otros destrozos, le tajearon el bandoneón…
Seguramente imaginaron que el fuelle podía llegar a ser un escondrijo de dinero.

Bueno, dirá alguno, podría haber sido peor; podrían habérselo robado.

Sí, es cierto… pero creo que a mí eso me habría entristecido menos.
# | hernan | 1-junio-2006