Parece que los chinos del mercado de mi cuadra, en cambio, todavía mantienen algo de la mentada dignidad milenaria. El cartel que pegaron -con cinta scotch, en papel cortado a tijera- en las góndolas, advierte con un candor refrescante:
Atención: si te encuentro
robando aténgase
alas consecuencia
de sus actos.
Estrictamente sic. Y para asegurarme
de haberlo memorizado exacto
tuve que pasar unas cuantas veces, y
mirarlo con un detenimiento que bien pudo
haber resultado sospechoso. Podría decir que
he tenido que arriesgar la vida
para hacerles llegar esta información.
Pero mantengamos la humildad, mejor.
robando aténgase
alas consecuencia
de sus actos.