Devoción acondicionada

Santa Teresita confesaba a una de sus hermanas, en las últimas, que lo que más había sufrido en el Carmelo era el frío.

Yo me acordé de aquello, cuando me topé con esto… Por un momento pude hacerme la ilusión de una especie de ofrenda piadosa… (al estilo de la «Difunta Correa!).

Pero… no; evidentemente, no se trataba de eso.
Se trata de la comodidad de los fieles, nomás. Y seguramente la temperatura tiene más poder de convocatoria que la arquitectura.

# | hernan | 28-julio-2008