Es una novelita extraña, una novelita no muy agradable, inacabada en apariencia; por sus personajes y su estilo
y por su acción y por su ambiente; desagradable y sórdida;
y sin embargo de una fuerza tremenda, que es la suprema cualidad en literatura.
Lo dice Castellani, refiriéndose a «Memorias del subsuelo» de Dostoyevsky. Siempre me despertó curiosidad esa última afirmación, viniendo de quien viene. Me gustó, en realidad
(creo que para ese entonces venía de leer a algún tomista
de estrecha observancia que denostaba a «Adán Buenosayres» por no seguir no sé cuál norma aristotélica sobre la construcción de una novela), me pareció un signo más de libertad intelectual.
No podría decir si estoy de acuerdo, de todas maneras. (¿En literatura? ¿Novela? ¿Novela moderna? ¿Y en otras artes?… Y recuerdo esto de Simone…)