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Antes, cuando era chiquito, lo pasaba sin camisa, echadito en las conchanas*, el pupo lleno’i ceniza. Cuatro colores tiene la luna en l’agua: amarillo y celeste, blanco y rosada. Me enamoré jugando de una María. Cuando quise olvidarla, ya no podía. | 
Yo no sé qué le dije qu’ella lloraba. Costumbres de mujeres, llorar por nada. Así es la vida, dijo ‘ña Rosa; uno se jode y otro la goza. ¿Para qué me preguntas qué estoy haciendo? Si me ves en la cama… ‘taré durmiendo. | 
[*] conchanas: fogón, o piedras que lo rodean; pupo: ombligo