Graciosa la letra (1924), en décimas, que remata con una metáfora -lugar común de otros tiempos, supongo-… católica:
Como tu fin ya está escrito,
facil es de imaginar:
muy pronto irás a parar
a manos de un compadrito.
Y cuando ya esté marchito
ese cuerpo compadrón [**],
algún oscuro chabón
será el llamao a cargarte:
nadie quiere el estandarte
si es lunga la procesión.
Para sumar a esta otra, y quién sabe cuántas más…
facil es de imaginar:
muy pronto irás a parar
a manos de un compadrito.
Y cuando ya esté marchito
ese cuerpo compadrón [**],
algún oscuro chabón
será el llamao a cargarte:
nadie quiere el estandarte
si es lunga la procesión.
[* ¡Qué lindo canta Lidia Borda! Los que no conozcan, pueden pispear acá. Pueden escuchar fragmentos, o bajarse enteros Sueño de juventud o Arrabal amargo…]
[** Choca algo la repetición —compadrito-compadrón—; y aunque en las letras de tango no faltan torpezas poéticas (e anche «candorosos solecismos» —Gobello dixit), yo no descartaría una corrupción del texto original]