Es sabido que en Buenos Aires están escaseando las monedas.
Se me ocurre que
eso debe perjudicar a los mendigos.
Se me ocurre
que nadie menciona a estos damnificados
en esas cartas de lectores
o notas periodísticas que tratan el problema;
y que si alguien lo hiciera quedaría
algo desubicado -como si fuera una especie
de impertinencia o salida de tono.
Y se me ocurre que esto podría ser otra ilustración
de aquello de Bernanos de ayer.
Pero sólo son tres ocurrencias mías, y no estoy
seguro de ninguna de ellas.