Era para ver si estaban atentos

Un par de lectores leídos se muestran poco conformes con las explicaciones idiomáticas de don Barcia.
Un amigo español acota
… la teoría sobre ‘siniestro’ me parece enormemente floja. Bastaría con decir que lo ‘izquierdo’ siempre se ha considerado como algo negativo, y en el lenguaje eso se ve en que siempre la palabra adquiere connotaciones negativas, que obligan a cambiarla por otra; por ejemplo en español se sustituyó por la palabra vasca ‘ezquerra’ = izquierda.
Sí, a mí tampoco me convence demasiado. Me queda, de todas maneras, la pregunta -algo insidiosa, si quieren- del por qué de esa connotación negativa (siempre ? en todos lados?), y si está relacionada, aunque sea lejanamente, con una especie de reprobación social a la minoría de los zurdos. Curiosidad, nomás, no van a creer…

… en todas las lenguas de origen indoeuropeo parece que es un término tabú, con una posible excepción (quizá por influencia etrusca) en Roma de presagios favorables de aves que venían por la izquierda. Pero eso es una excepción, porque lo general es considerar la izquierda como algo negativo, hasta el punto de que hay múltiples términos (varios eufemísticos), tanto en latín como en griego, y uno solo para la ‘derecha’; en francés se tomó ‘gauche’, término no latino, y en español, izquierda, término vasco (todo esto en J. Uría Varela, Tabú y eufemismo en latín). La cosa llegaba en Grecia a llamar a la mano izquierda ‘la de buen nombre’ y la ‘mejor’ (puro eufemismo, como ves).

… lo que recoge Barcia sobre ‘encinta’ ya lo había dicho san Isidoro y algunos todavía lo aceptan; no Corominas, que piensa en un término latino (inciens, creo que era) = ‘embarazada’, sin más complicaciones. Yo estoy con Corominas, que añade que una embarazada no se desciñe, más bien es al revés.

Preñada es la traducción de praegnans y ya está, no hay más historia. ‘Preñada’ ahora (al menos en España), término vulgar, era, como tú pensabas, el término normal, lo mismo que encinta por otra vía. «Embarazada» sí que parece un eufemismo.
Por su parte, Diego apoya:
yo diría que el sentido primero es casi con seguridad el de «encinta, embarazada», sin eufemismos. El antepasado es el latín ‘praegnans’ (raíz ‘praegnant-‘, de donde viene el inglés ‘pregnant’), que literalmente significa «que está antes de parir». Ese verbo «parir», del que ‘gnant’ sería el participio presente activo, en latín común sólo se usa en su forma (¿pasiva o deponente?) ‘(g)nascor’, algo así como «ser parido», pero de donde viene directamente nuestro «nacer» (esa ‘g’ desapareció en posición inicial, pero se mantuvo en medio de la palabra, de ahí que tengamos «ñ»). Con esto, ‘praegnatus’ (antecesor directo de «preñado») debería significar «prenacido» o más precisamente «prenato» (cfr. «nato», «nonato»), y aplicarse más bien al feto. Pero en la gestación del castellano es común la transformación de la voz verbal en participios pasados, como en el caso de «agradecido» («que agradece» en vez de que «a quien se agradece»), «osado» («que osa»), etc. El fenómeno solía llamarse «hispanismo» en el S. XIX, ni idea de qué será hoy. O sea, no hay eufemismo, sino más bien lo contrario, porque un término «incómodo» se extendió metafóricamente a contextos inocuos. …

… [lo del DRAE, «preñada» – «Del part. de preñar»] me juego la cabeza a que es una burrada, porque ese verbo «preñar» no tiene una raíz histórica; creo que más bien el verbo derivó del participio/adjetivo ya en español, por raro que parezca. No sé si es claro: hay una explicación posible para ‘praegnans’ – ‘praegnatus’ – «preñado» – «preñar», pero no para «preñar» – «preñado», porque no hay en latín palabra de la que pueda derivar «preñar» con el sentido de «embarazar».
Yo no sé a uds, sufridos lectores, pero a mí, completo diletante, estas cosas me fascinan.
# | hernan | 11-abril-2006