(creo que la palabra les queda grande,
son más bien una Comunidad, pequeña), con una
fila de monjes a un costado del altar y una de
monjas al otro. Y además de la reverencia
y sentido de lo sacro que uno esperaría siempre,
acá había incienso y —oh, milagro—
música bella, polifónica y sencilla. Muy lindo
y emocionante.
No sé nada más sobre ellas (y ellos). Busco en Internet y encuentro esto, esto y esto.
Una comunidad mendicante, originada en Francia en 1983, incorporada a la orden dominica. Carisma orientado a la vida contemplativa y la belleza de la liturgia, entre los pobres.