— Oh, Boogie ¿Es cierto que esta es una ciudad violenta ?
— No creas en todo lo que te cuenten los familiares de las víctimas.
La respuesta es de «Boogie, el aceitoso», la creación de Fontanarrosa.
— No creas en todo lo que te cuenten los familiares de las víctimas.
Si bien se mira, no es menos absurda y cómica esta otra respuesta, que el mundo sin embargo da por buena:
—¿Es verdad que hay una vida sobrenatural? ¿Es verdad que Dios nos escucha, nos habla, nos ama?
— No creas en todo lo que te cuenten los santos.
La comicidad en ambos casos reside en que la estructura de la respuesta (la típica frase con la que uno pone en duda la opinión de un testigo «interesado») no puede esconder lo obvio: acá la opinión es secundaria, lo que en verdad responde la pregunta es la misma existencia del testigo; es su condición la que fundamenta la respuesta.
No se trata de «lo que dicen» esos testigos, se trata de lo que son.
Oscuramente, creo recordar que Simone Weil (o era Pascal?) decía algo parecido… Tendré que buscar….