A lo cual Tom responde … que está de acuerdo. Y más: que esa es la doctrina de la Iglesia.
Para verlo (para ver que es así, y para ver cómo las dos cosas que pueden parecer contradictorias van juntas), cita primero al Catecismo: que usa una docena de veces la palabra «mediador» (entre Dios y los hombres) y siempre para referirse a Jesucristo… y remarcando encima que es «el único mediador«: 771, 1546, 618, etc.. Y cita lo que cita el mismo Catecismo, de la Lumen Gentium:
[El Concilio] enseña, fundado en la Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación, pues Cristo es el único Mediador y el camino de salvación, presente a nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia.
O sea: Cristo es el único Mediador y la Iglesia
es necesaria para la salvación, porque la Iglesia
es el Cuerpo de Cristo. Hablando propiamente, entonces, y para nosotros, Jesucristo e Iglesia son inseparables.
Y de postre, otro testimonio (escriturístico… y paulino). Pablo (Saulo, antes de su conversión) perseguía a los cristianos. Ahora, cuando se le aparece Jesús, en el camino a Damasco, no le pregunta «¿Por qué persigues a mis seguidores?», o «¿Por qué persigues a mi Iglesia?», sino «Saulo, ¿por qué me persigues?».
No había pensado en eso.
(Además, la doctrina de que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, es paulina; justamente en la Primera Carta los Corintios, inmediatamente antes del capítulo que citábamos anteayer).
Por cierto, como queda dicho en los comentarios del post, esto no resuelve así nomás la cuestión de si puede o no decirse esa Iglesia que es el Cuerpo de Cristo, subsiste en la Iglesia Católica Apostólica Romana. Tema difícil … como si con lo anterior uno no tuviera bastante. El mismo Tom sugiere para esto la lectura de la reciente Dominus Iesus.