Vidas hechas

Los lugares comunes burgueses (con perdón del algo vetusto adjetivo, que el lector sagaz sabrá tomar en la acepción pertinente) van cambiando con los tiempos, aunque con menos velocidad de lo que uno creería. Puede comprobarse en la (no muy lograda, por otro lado) Exégesis de Lugares Comunes, de Bloy. De entre ellos, de esas perlas falsas de sabiduría mundana, esas pequeñas grandes frasecitas sin las cuales esas pequeñas grandes miserias que somos y que hacemos pasearían ante nuestros ojos en una desnudez demasiado indecorosa, hay una que me molesta especialmente (y que según las circunstancias, la temperatura y la humedad, puede llegar a enfurecerme) : «Rehacer la vida».
Fulano/a tiene derecho a rehacer su vida, dice la señora; y, claro, todos los televidentes asienten, compresivos.

La frase corre pareja, a mi ver, casi en simetría, con la expresión «arruinar la vida». Fulano/a me arruinó la vida, no quiero que tal cosa me arruine la vida, no tenés derecho a arruinarle la vida… No sé si la acepción comercial de la palabra «ruina» es la originaria, supongo que no, pero acá se me hace que no cae mal. Verdaderamente, me parece que hay acá una concepción mercantil, la vida como una mercancía, o como un capital en el banco que tengo que dedicarme a gastar, planificada y esmeradamente (en y para mí, claro).

Será tal vez (y probablemente no sea un mérito) que yo no «hice» mi vida, será por eso que me cuesta escuchar con paciencia esas sentenciosidades sobre deshacer y rehacer vidas. Lo cierto es que lo primero que se me viene a la cabeza es una adaptación (arbitraria y algo brutal) de lo del evangelio: El que quiera rehacer su vida, la deshacerá. Y a menudo, de rebote, también deshacerá algo de la vida del prójimo.


PS: Me señalan este post, que dice algo muy parecido… y tres días atrás. Tienen derecho a pensar, pues, que estuve tomando lecciones de plagio de Podeti

PS2: Sí, es verdad, ya sé: lo correcto es «deshará», no «deshacerá».
# | hernan | 21-noviembre-2006