Eso no lo leí en Slashdot (raro sería el geek que hiciera esa deducción del 3%; y en todo caso, sería «modded down» enseguida). Lo oí de labios de un cura, sermón de misa dominical. Y sin embargo no me impresiona, por lo poco que le escuchado, como un pavote; sólo como un de esos gallegos demasiado entusiastas (más bien progre, claro) que nos suelen llegar. Con todo, y como están las cosas (o como están mis cosas) me cae bien el entusiasmo, aun con las gaffes científicas; y las otras.
Una cita: «Yo soy hombre de un solo libro».
¿Quién dijo eso? Santo Tomás de Aquino.
¿Quién??? Bueno… en realidad, así lo afirma Hitchens (y aparentemnte Richard Dawkins, no sé quién sigue a quién). Es una de esas citas infamantes que se van copiando los ateos militantes (¡vean uds. qué brutos han sido siempre estos cristianos!); yo justamente di con ella por la mención de uno de esos militantes, en uno de esos foros de discusión que son para llorar. Me costó creer semejante disparate en Hitchens (no es que lo haya leído o sepa mucho de él; pero bueno, se supone que al menos estos hombres positivos están bien pertrechados de datos, más o menos correctos, aunque sea en su espacio unidimensional). Pero así lo confirma Google. Ya es chocante una frase de Tomás con «yo» como sujeto… Como diría Bloy, esto ha dado a mi desprecio por los Hitchens-Dawkins-boys las alas de un cóndor.
Lo gracioso es que la frase original parece tener una historia algo más interesante que los panfletos ateos. Se le suele atribuir (pero con dudosísimo fundamento) a Tomás en la versión «Temo al hombre de un solo libro». Cuya interpretación más natural común es… exactamente contraria a la que pretende Hitchens. Aunque hay otra interpretación, posterior y más sutil: que el hombre que ha leído bien un solo libro (es decir, metafóricamente , que ha estudiado a fondo algo) es más temible (en una disputa, se entiende) que el que ha leído un poco de todo. Dicen que fue precisamente John Wesley, el fundador de los metodistas, quien «puso de cabeza» el sentido original de la frase para (recién ahora, en un sentido parecido al que quiere Hitchens) jactarse de atenerse sólo a la Biblia.
Lo decía un yanqui, no recuerdo dónde. Sensación tan familiar… Pero ese manto de sospecha, ese miedo, es el arma natural de todos los que se sienten amenazados (y factor de cohesión para la secta).También lo hacen, por ejemplo, los católicos de derecho con los progresistas (cristianos o no), forma parte de sus mecanismos de supervivencia dar por supuesto que el adversario esconde algo bajo el poncho… ¿aquel progre dice creer que Jesús está realmente presente en la Eucaristía? hummm…. habría que ver si no está usando las palabras en un sentido que no es el tradicional, andá a saber qué piensa en realidad, andá a saber qué dice cuando está con los suyos y puede hablar a calzón quitado; es parte de su táctica, son los falsificadores del lenguaje (ay, nosotros perdimos la guerra cultural, no leímos a Gramsci!) etc.
Es contra estas miserias, a mi ver, que el movimiento ecuménico debe chocar; y son estas miserias las que debe tratar de curar. Y se entiende que los de Radio Cristiandad o Ediciones Católicas se irriten, y sólo sirvan la palabra ecumenismo entre comillas desdeñosas.
La semana pasada fue la «Semana de la Unidad de los Cristianos», y el Papa dijo algo. No sólo cita y analiza especialmente el decreto del CV2, sino que menciona «el viento profético del concilio Vaticano II». Supongo que para aquellas gentes esto no será «muy significativo», supongo que mirarán para otro lado; y tal vez se dirán (dándole la razón a los anticatólicos yanquis del comienzo) que el papa, por consideraciones humanas, no dice realmente lo que en el fondo piensa.
No hay caso; para esta gente todas las admoniciones de Jesús contra los fariseos —todo el tema de los fariseos en el evangelio— siempre será letra muerta. Y cuando se les presenta la cuestión, la solventan al modo de los fariseos.