Curiosidad nomás.

Y para que nadie crea que esto es un palo a los daneses (al fin y al cabo, el mismo Kierkegaard lo era), vaya otra referencia.
El fin de semana pasado vi «La fiesta de Babette«, y fue un verdadero placer. Muy linda película.
Que, de paso, tiene su lado religioso; y que pinta ciertos aspectos del cristianismo luterano-pietista, que me recordaban al padre de Kierkegaard.
[* Es sugestivo que Página 12 hable -y casi sin ironía- de «pequeño pecado» para referirse a la inocentísima fiesta]