… Ignora voluntariamente a Dostoyevsky
… Después de haber leído «La casa de los muertos»
y «Crimen y castigo», no ha querido leer «Los hermanos
Karamazov» ni «Los demonios».
«Conozco el tema de esas obras malolientes, y eso me basta con creces. Había iniciado la lectura de «Los hermanos Karamazov», pero no pude proseguir más allá de las escenas en el monasterio, al comienzo del libro. En cuanto a «Los demonios», es una basura reaccionaria … y yo no tengo tiempo que perder. He abandonado el libro después de haberlo hojeado. Una literatura semejante me es inútil. ¿Qué puede aportarme?»
El citado es Lenin. De «Los orígenes
intelectuales del leninismo», de Alain Besancon,
que estoy leyendo.
«Conozco el tema de esas obras malolientes, y eso me basta con creces. Había iniciado la lectura de «Los hermanos Karamazov», pero no pude proseguir más allá de las escenas en el monasterio, al comienzo del libro. En cuanto a «Los demonios», es una basura reaccionaria … y yo no tengo tiempo que perder. He abandonado el libro después de haberlo hojeado. Una literatura semejante me es inútil. ¿Qué puede aportarme?»
Ahora me recuerdo (tendría yo 18 o 20 años) rebuscando en la biblioteca de barrio (Olegario Andrade, Junín) todo lo que tuviera que ver con Dostoyevsky… y topando con una historia de la literatura rusa. Recuerdo cuánto me chocó (y en cierta manera, me dolió) ver que el autor -ruso- maltrataba a mi querido Fedor; una crítica severa, a la que apenas sobrevivía «La casa de los muertos»; oscuramente sospeché el origen -ideológico, más que literario- del repudio. Igual, durante un buen tiempo me resistí a leer «Los demonios» por su fama de libro politizado… y reaccionario, claro.