No sé cuántas veces había leído esta Asterix.
No sé cuántas veces había pasado por este cuadro.
Muchas. Pero recién ayer capté la alusión.
Poca penetración de lectura de mi parte, sí. Pero
quien más, quien menos… quién sabrá leer todo lo que
hay entre líneas…
Ahora… para que haya algo que descubrir en cada nueva lectura,
es necesario que
el autor apunte alto. Si toda su obra está hecha
con la preocupación de que todos entiendan todo…
pues bien, todos entenderán todo lo que el autor
quiso decir; es muy probable.
Pero nada más.
Yo, aviso, por las dudas: no quiero entender todo.
Si todo es entendible, es que no valía la pena el esfuerzo de
abrir el libro.
Y si alguno cree que esto es una alegoría, bien puede creerlo.
Y si alguno no entiende de qué se trata… no por eso vaya a creer que
esa es una virtud de este blog (en este caso, es uno de sus defectos), y no malgaste su tiempo releyendo.