Si bien los trámites para la beatificación del Cardenal
Newman se abrieron en 1958, hasta ahora no se
tenía registro de milagros atribuidos a su intercesión.
«Tuve que decirle a Juan Pablo II que los ingleses
no somos muy buenos para eso de los milagros»
-dijo el cardenal Murphy O’Connor-. «No se trata
de falta de fe; es que el inglés tiende
a considerar a Dios como un caballero (gentleman) al que
uno no debe importunar».
De paso: No sabía que Inglaterra no tenía ningún santo
canonizado desde los tiempos de la Reforma. Gentlemen
En Times, via TSO, via Amy: