… Hace ahora cosa de catorce años, siendo yo un vehemente
muchacho de algo más de treinta, empecé a escribir
las historias de Jeeves, y mucha gente opina
que ya debería dejar de seguir tomándome semejante
molestia.
Dice Carpers que ya lo hecho basta. Lo mismo
juzga Cavillers. Mis amigos miran la perspectiva
de los años venideros, y al prever
que estas crónicas seguirán multiplicándose como conejos,
se sienten abrumados.
Contra esto, sólo puedo alegar el hecho de que componer relatos sobre Jeeves me causa verdadero placer. Y, además, que mientras los escribo no ando frecuentando las tabernas…
Mutatis mutandis… Contra esto, sólo puedo alegar el hecho de que componer relatos sobre Jeeves me causa verdadero placer. Y, además, que mientras los escribo no ando frecuentando las tabernas…