Hoy, por ejemplo, alguien me dice:
…No se cuanta razón tenga ud. para demoler en unas cuantas lineas la obra de [ …] , que para muchos fue, y tal vez siga siendo un alimento literario de primera necesidad. Me parece que en su critica se luce mas en adjetivos que en razonamientos, por lo que temo haya leido la obra de este autor con la superficialidad propia de un escritor demasiado ensoberbecido y obnubilado por su talento. O a lo mejor la obra de este iluminado la comprendamos mejor los débiles o pobres de espiritu…
Suprimo el nombre del autor demolido, para que los lectores
del blog puedan entretenerse adivinándolo.
La respuesta, clickeando abajo.
Se trata de Leon Bloy.
Sí. Leon Bloy.