Aquel que sufre injustamente debe apiadarse —en primer lugar— de Dios,
obligado a permitir la injusticia.
Y lo mismo en cuanto a los sufrimientos del prójimo.
Simone Weil – nota suelta de sus «Escritos de Londres»
No viene mal traer algo de Simone, de vez en cuando; por varios motivos. Por ejemplo,
después de un intercambio epistolar con un lector,
español él, artífice de un sitio/blog de esos católicos que ya saben,
esa militancia que ya hablamos (75% de los artículos
contra el «lobby gay», el gobierno izquierdista, el aborto,
el progresismo y los condones falibles; 25% a favor de la Iglesia,
siempre y cueste lo que cueste -honestidad intelectual incluida),
y que respondió a mis críticas no muy delicadas
con gentileza y gratitud (aunque nada más), acotando al final:
«A veces siento que no eres lo suficientemente ortodoxo en tu doctrina, así y todo me gusta tu tono».Y lo mismo en cuanto a los sufrimientos del prójimo.
Simone Weil – nota suelta de sus «Escritos de Londres»
Tiene gracia, si bien se mira.
Y con esto me sigo ganando amigos…
Pero todo esto no importa mucho. Mejor olvidarse un rato, y releer lo de Simone.