Transcurre en Kobe (Japón), año 1945; un chico de 12 años obligado a cuidar de su hermana de 5 después de la muerte de la madre (el padre está en la marina de guerra). Típica historia de los huérfanos: hartos de la pobre y cada vez más hostil acogida de una tía, se van a vivir en un refugio antibombas. El hermano no logra salir adelante (intenta hasta el robo para sobrevivir) y la niña muere de desnutrición. Todo está contado con los ojos de los rei (espíritus) de los hermanos, que tras la muerte del niño, salen a recorrer los lugares y contemplar el pasado.
Armé una galería de imágenes.
El título proviene de una escena central en la película: la primera noche que pasan en el refugio (una simple cueva a la orilla de una laguna) los hermanos han cazado luciérnagas para alumbrarse. A la mañana siguiente, Seita (el niño) encuentra a Setsko (la hermanita) cavando una pequeña tumba para enterrar las luciérnagas que han muerto durante la noche. En ese momento, la niña revela que se ha enterado de la muerte de la madre… El niño llora, tratando de que su hermana no vea sus lágrimas (ella sigue sin mirarlo, cavando la tumba) y finalmente le promete que algún día irán a ver la sepultura de su madre (miente, pues la madre ha sido incinerada en una pira común). Entonces Setsko se da vuelta (su cara ahora está llena de lágrimas), mira a su hermano y le pregunta:
-¿Por qué mueren tan rápido las luciérnagas?
La película es también una buena pintura de las penurias «civiles» de la guerra.
El doblaje español es bueno. Más información sobre la película: acá y acá. Acá está el guión, que alguien empezó a traducir al español (pero al parecer se cansó antes de la mitad).
Una cosa más:
La novela en que se basó la película es autobigráfica (con la diferencia de que en la realidad el niño sobrevivió, claro). Por lo general, no me interesa (y hasta me molesta) el rótulo «basado en hechos reales» que se pone a algunas películas. En este caso, sin embargo, tiene su interés. Por ejemplo, este párrafo de una entrevista al autor:
Honestamente, la muerte de mi hermana también fue un alivio para mí, una carga que me sacaba de encima. Saber que nadie volvería a despertarme de noche con su llanto, que podría ir de un lado para otro
sin tener que cargar con una niña en mi espaldas.
Me duele mucho decir esto sobre mi hermana, pero también
esos sentimientos eran reales. Por eso, porque
todo eso me resulta odioso, es que nunca quise
releer mi novela (Grave of the Fireflies, 1967) . Es tan hipócrita… […]
Hay muchas cosas que no pude resolverme a escribir. En la historia, el hermano mayor se va volviendo cada vez mejor persona… fue una forma de tratar de compensar todo lo que en la realidad no pude hacer. En ese entonces, siempre me proponía en mi cabeza hacer actos de generosidad, pero no podía. Siempre pensaba «no voy a comer para darle alimento a mi hermanita», pero cuando finalmente tenía la comida en la mano… estaba hambriento y comía. No hay delicia comparable a la de comer, en esos momentos. Y el dolor que venía después, era igual de enorme. No creo que existiera una persona más desesperada que yo…
Hay muchas cosas que no pude resolverme a escribir. En la historia, el hermano mayor se va volviendo cada vez mejor persona… fue una forma de tratar de compensar todo lo que en la realidad no pude hacer. En ese entonces, siempre me proponía en mi cabeza hacer actos de generosidad, pero no podía. Siempre pensaba «no voy a comer para darle alimento a mi hermanita», pero cuando finalmente tenía la comida en la mano… estaba hambriento y comía. No hay delicia comparable a la de comer, en esos momentos. Y el dolor que venía después, era igual de enorme. No creo que existiera una persona más desesperada que yo…