Ya he contado de mi excesiva amistad con los personajes
de novelas. Muchos -y no sólo los buenos– me han marcado, son referencias constantes, como personajes reales conocidas; exagerando (poco o nada), digamos que me costaría imaginar mi vida sin ellos.
Se me cruzó estos días la vana cuestión de elegir la flor
más linda del jardín: el mejor personaje de ficción que haya dado
la literatura, el más grande, el compañero y guía más fiel y
más querible.
Dentro de mi estrecho
campo de conocimiento, y provisionalmente, podría mentar a
Alioscha Karamazov,
(de Los Hermanos Karamazov – Dostoyevsky) y a Don Quijote … Sí, sin dudas…
Pero, con la mano en el corazón tengo que confesar: a Bertie Wooster no le gana nadie.