Las religiones en general desaprueban la autosatisfacción [masturbación], aunque en la práctica de estos tiempos es muy común y extendida…
El dicccionario por su parte dice que «aunque» es una conjunción
concesiva o adversativa. Un término de la frase es una objeción real o posible
a pesar de la cual se da la otra.No está claro cuál es la acción principal acá: ¿Sería: «dado que la práctica es común, las religiones no deberían desaprobarla»? ¿ O más bien: «dado que las religiones la desaprueban la mayoría no debería practicarla» ?
Sospecho que la primera.
Y (aun omitiendo la alusión a «estos tiempos») la objeción es verdaderamente «muy común y extendida«: si casi todos hacemos algo, ese algo no puede estar mal.
Mejor harían las religiones en ponerse a la altura de los tiempos.
Kierkegaard ponía el ejemplo del motín a bordo que es sofocado. Si los amotinados son muchos, el capitán se suele ver obligado a decretar una amnistía general: no puede ejecutar a la mayoría de la tripulación, si pretende seguir navegando.
Y, decía Kierkegaard, la humanidad (y lo que es peor: la cristiandad), a veces cree que puede poner a Dios en el mismo aprieto que al dicho capitán. Si somos muchos, Dios se verá obligado a capitular, para no proceder a una ejecución en masa.
Otro ejemplo que se me ocurre ahora: los de la Real Academia pueden rechazar terminantemente un cierto barbarismo; pero si los hablantes en masa nos obstinamos en usarlo durante un tiempo, al final tendrán que resignarse y terminarán incorporándolo al diccionario.
Es el viejo razonamiento «Si yo lo hago, no puede estar mal», potenciado por la ilusión de fuerza que da lo social: «Si todos nosotros lo hacemos, nadie puede atreverse a decir que está mal». Ni Dios (ni mucho menos la Iglesia).
¿Cambia en algo la cuestión la temática (sexual) de la cita? Supongo que no en la sustancia, sí en el impacto.
Cualquiera podría hacer el ejercicio de probar cómo suena la objeción reemplazando por otros pecados (en lugar de masturbación: avaricia, ira, mentira, injusticia, orgullo, pereza, falta de caridad, soberbia, necedad…).
O, directamente,yendo de la especie al género:
Las religiones en general desaprueban el pecado, aunque en la práctica de estos tiempos es muy común y extendido…
Claro que, como siempre pasa, estas cosas no engañarían a nadie si no tuvieran
su porción de verdad. Y hay, cómo no, una porción de verdad en la objeción
según la cual la prohibición de un acto que practican todos denota una
posible falsedad de la correspondiente religión o moral. Pero ese es otro tema.