Hurgapalabras
es un nuevo blog, por Bungo Bolsón, un amigo de aquella lejana lista de correos Tolkien.
De esas cosas —orígenes y evoluciones de las palabras— que tanto nos place aprender. Acá tienen, por ejemplo (y a cuento de una traducción tolkieniana), la historia de palabras derivadas de calzado: calzas, calcetín, calzones, calzoncillos… No sé a uds, pero a mí, junto con el gusto de descubrir esos parentescos, me da algo de vergüenza, me siento un poco estúpido –embotado– por no habérseme ocurrido nunca ver el parentesco y preguntarme por su origen. Hombre de números que es uno, advenedizo en esos territorios, seguro.