… el manga y el anime siguen la ley de Sturgeon, como cualquier hijo de vecino. ¿No conocen la ley de Sturgeon? Se cuenta que una vez preguntaron al escritor de ciencia ficción Theodore Sturgeon qué opinaba de la calidad de la ciencia ficción actual. Respondió que el 90% de lo que se ve es basura; pero que, por otro lado, el 90% de cualquier cosa es basura.
Basta con pensar en las películas, música, televisión, artes plásticas,
novelas….
Creo que no cabe mucha discusión (aunque, como sigue comentando, cuando se trata de decidir cuál es el 10% restante, es otra cuestión; pero no nos metamos en eso). Ahora… ¿cómo es que un melómano puede declararse amante del género musical, cuando al mismo tiempo reconoce que la mayoría de la música es basura? ¿No correspondería sacar un promedio, y concluir entonces que la música -en promedio- no es gran cosa, y no cabe entusiasmarse por ella?
Parece que no. Parece que en estas cuestiones artísticas los promedios son impertinentes, y que el género se salva y se justifica por sus cumbres. Pesamos el oro, la ganga no cuenta
No sólo un género, pienso ahora: también la obra de un autor. «Al poeta, juzgarlo por sus buenos versos», dicen.
Y me pregunto qué es lo que tendrá el arte, que le ha ganado este privilegio de eximirse de pesar bienes y males en la balanza. Si es que en verdad es un privilegio tan exclusivo, si no debería aplicarse el mismo criterio al juzgar la obra de un hombre, la obra de una cultura, una idea, una religión… ( Ehmmm… espero que no haya ningún apologeta cerca… si es así, yo no dije nada).