Los dos filos de un voto (3)

Finalmente, alguno podría preguntarse si el reparo de Elrond a Gimli no podría también ser dirigido contra el mismo voto matrimonial (o el religioso).
Porque si Chesterton pone toda su energía en resaltar el lado positivo del voto, aplicado al matrimonio (y bien lo hace, en general y en particular; y buena falta hace que alguien lo haga en estos tiempos) , pareciera que no se detiene demasiado en los lados negativos… Si nos consta que hay votos imprudentes, que se pueden volver puras ataduras y cargas insoportables ¿es defendible decir que -en el caso del matrimonio- siempre, necesariamente, hay que hacer tal voto?
Podemos aceptar que, de un lado de la balanza, el voto matrimonial es una enorme ayuda, que descartar de entrada la opción del divorcio protege en cierta manera contra las «dudas» y las insidias, contra el pensamiento de que «me parece que me equivoqué, y si mejor probamos con… » (más o menos lo que decía el mismo Tolkien) … Pero, del otro lado de la balanza, dado que seguramente habrá votos imprudentes, la atadura permanente ¿no un es precio demasiado alto? ¿Hay acaso algo inherente a la naturaleza humana que exija el voto como requisito general del matrimonio?
Yo, naturalmente, no me animaría a contestar. No porque sea soltero (aunque no lo fuera, dudo que la experiencia de un solo matrimonio ilumine demasiado sobre el tema universal), sino porque sé muy poco de la naturaleza humana, entre otras cosas.
Podríamos, sí, discutir un rato largo y sopesar argumentos a favor y en contra.
Pero, según creo, el mismo pasaje evangélico los ha sopesado; me parece que es, justamente, ese lado negativo (la atadura) la que los díscípulos ven, cuando aducen que «en ese caso, mejor sería no casarse». Pero la palabra autorizada, (como Elrond contra Gimli… aunque al revés), Jesucristo, dice (si no lo entiendo mal) que el otro lado de la balanza es el determinante acá. Y que, siendo el hombre y la mujer lo que de hecho son, el voto matrimonial es lo único que puede «dar fuerzas al corazón vacilante«.
# | hernan | 16-octubre-2006